El Tottenham pone a prueba su hambre de grandeza ante un hueso, la Juventus
El equipo londinense quiere dar un paso más para instalarse entre la nobleza del fútbol europeo en un duelo inédito ante un clásico que solo ha permitido un gol en sus últimos 16 partidos
Entre la catarata de estadísticas que se suceden en las horas previas a un partido de Liga de Campeones descolla una que se refiere a Juventus y Tottenham: jamás se han enfrentado en un partido de competición oficial. El dato revela no solo una casualidad sino una tendencia. No caben dudas sobre el peso de la escuadra italiana en las competiciones europeas, donde por ejemplo solo el Real Madrid ha disputado más de sus catorce finales. Tampoco nadie ha perdido más (ocho, siete de ellas con la orejona en juego). La Juve se ha cruzado con rivales ingleses de todo pelaje y condición, contra los dos grandes de Manchester, Chelsea, Arsenal, Liverpool, Newcastle, Aston Villa, Fulham, Derby County o Wolverhampton, pero nunca con el Tottenham. Este martes les toca en terreno turinés (20,45 horas, BeIN Sports) y el 7 de marzo lo volverán a hacer en Wembley.
La paradoja anuncia una realidad, la de que el Tottenham no es un grande. Pero quiere serlo. “Es el momento de ser valientes”, reclama Mauricio Pochettino. El técnico argentino se estrena en unas eliminatorias de la Liga de Campeones. También lo hacen varias de las estrellas a su mando, Delle Alli o Harry Kane, por ejemplo. “Ahora estamos entre los mejores”, valora Fernando Llorente, suplente del mejor delantero de la Premier y exfutbolista de la Juventus. Los Spurs se han rearmado en las tres últimas semanas, pasaron ronda en la Copa y sobre todo ganaron en la competición liguera a Manchester United y Arsenal además de sacar un empate en Anfield contra el Liverpool. “Si ganas a este tipo de equipos significa que tienes calidad para ganar también a los grandes del continente”, cree Pochettino un argentino nieto de inmigrantes piamonteses, que creció a miles de kilómetros con el conocimiento de la grandeza del equipo al que ahora desafío.
El Tottenham tiene hambre y siente que es el momento de acabar con la dieta que le ha llevado en el global de los siete últimos años a ingresar más de lo que gastó en futbolistas. El próximo mes de septiembre estrenará un nuevo estadio levantado sobre el espacio que ocupaba el viejo White Hart Lane. Tendrá más aforo que el del Arsenal, detalle importante para su parroquia, y su coste se disparará en el entorno de los mil millones de euros, se supone que una inversión que empezará a retornar de inmediato con acuerdos como el que el club ha firmado con la NFL para acoger durante los próximos diez años partidos de la competición de fútbol americano. El primero de ellos ya tiene fecha, será el próximo 14 de octubre y no solo generará pingües ingresos al club sino que le dará un marchamo de globalidad. “Tendremos un estadio donde se podrán jugar las dos ligas más grandes del mundo es mismo día”, se vanagloria David Levy, el primer ejecutivo del club.
El Tottenham está llegando a la nobleza del fútbol europeo. Según el último informe publicado por Deloitte en el que se señala con periodicidad anual a los clubs que más ingresos generan a nivel mundial ya es el undécimo en el ranking, justo por detrás de la Juventus. Y se supone que estamos ante un amanecer. “Nuestra gente quiere títulos, con el nuevo estadio será el momento de ir a por ellos. La Juventus ha ganado las últimas seis ligas y ha llegado a dos finales europeas en tres años. Nosotros aún no tenemos eso, pero lo queremos y estamos listos para ser competitivos”, advierte Pochettino. "Tenemos mucha fe en lo que hacemos. Hemos logrado importantes victorias y en Europa acabamos primeros de grupo", avisa Harry Kane. El Tottenham ha festejado apenas dos ligas, la última en 1961, su último título de Copa data de 1991 y sus tres victorias en competiciones europeas se limitan a una Recopa y dos Copas de la Uefa, la última en 1984. "No podemos compararnos con la historia de la Juventus, somos un equipo que construye un proyecto. Tenemos sueños y queremos probarnos".
Apenas la ausencia de Alderweireld enturbia los planes ideales de Pochettino ante el duelo en Turín. El central belga, que negocia una sustanciosa renovación, llegaría muy justo en su puesta a punto tras una complicada lesión en los isquiotibiales sufrida en noviembre. La Juventus parece que tampoco forzará a Dybala, víctima de una lesión muscular en la pierna derecha hace poco más de un mes. “No quiero perderle durante más tiempo”, dice el técnico Massimiliano Allegri. Si cumple esa cautelosa previsión, el mediapunta verá el partido en la grada junto a Matuidi, Höwedes o Cuadrado, también de baja. Y Barzagli es seria duda. Pero ni eso perturba la idea de un mecano perfectamente engrasado que ha concedido apenas un gol en sus últimos 16 partidos oficiales. O lo que es igual: un tanto en contra en 24 horas de juego.
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