Inter de Milán y Nápoles desafían a la Juventus

Dieciséis jornadas después de que comenzase la Serie A, el Inter de Milán domina la clasificación con 40 puntos. Uno por detrás se sitúa el Nápoles, segundo, y con dos menos la Juventus, tercera. A estas alturas del campeonato italiano, nunca antes en las últimas cinco temporadas los tres primeros clasificados habían mantenido entre sí una distancia tan corta. De hecho, el elemento común entre todas ellas era que el líder se distanciaba de sus perseguidores de una forma destacada (la media resultante en el último lustro es de cuatro puntos entre primero y segundo, y de siete respecto al tercer clasificado).

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Los tres últimos empates cosechados por el trío de aspirantes han impedido que alguno de ellos asome la cabeza. Resultados igualados que han contribuido a desinflar la leyenda de que tras los seis scudetti consecutivos de la Juve entre 2012 y 2017, la liga italiana se había convertido en un campeonato previsible. “Es una lástima porque fuimos superiores y pudimos hacer algo más para ganar. Veo este empate como una pérdida de dos puntos. El Inter nunca tuvo oportunidades de marcar”, se lamentó Pjanic, cerebro de la Juventus. “Salir de Turín con un punto y la portería a cero es algo positivo. Está claro que tenemos potencial para hacer mucho más. A veces parece que no tengamos el entusiasmo suficiente y que nos volvamos complacientes”, comentó Luciano Spalleti, técnico del Inter. “Si hubiésemos ganado todo el mundo hubiera dicho que hemos recuperado el camino”, apuntó ayer el entrenador del Nápoles, Maurizio Sarri.

La última vez que el Inter se proclamó campeón de la liga italiana fue en 2010. Aquel año, de la mano de José Mourinho, los neroazurri ganaron también la Liga de Campeones y el Mundial de Clubes, un triplete histórico que no ha vuelto a repetirse. Más lejos queda el último scudetto del Nápoles, conquistado en 1990, hace casi tres décadas.

Debacle del Milan

Para encontrar al que tras concluir el mercado de fichajes de verano apuntaba a ser uno de los principales aspirantes al título, el Milan, hay que bajar hasta la séptima plaza. Allí, 16 puntos por detrás del líder, se encuentra el equipo que desde hace tres jornadas dirige Gennaro Gattuso, cuyos superiores invirtieron 194 millones de euros en fichajes este verano.

La comprometida situación deportiva del equipo lombardo se traslada también a la parcela directiva. El grupo Rossoneri Sport Investment Lux, un conglomerado inversor chino liderado por el empresario Yonghong Li, propietario del club desde el pasado verano tras acordar la compra por 740 millones de euros con el anterior dueño, Silvio Berlusconi y su empresa Fininvest, se encuentra en plena batalla documental con la UEFA.

El máximo organismo del fútbol europeo acusa al Milan de haber incumplido el fair play financiero con su gigantesca inversión en fichajes —la mayor en sus 117 años de historia—, y ha rechazado hasta el momento todas las pruebas presentadas por sus gestores. De prosperar la acusación, el Milan podría ser multado no solo económicamente, sino que quedaría excluido de las competiciones europeas —disputa la Europa League, donde está clasificado para los dieciseisavos de final—.

Descolgado y a la deriva el Milan, la lucha por el Scudetto parece cosa de tres. Hasta de cuatro si la Roma, cuarta a cinco puntos del Inter (con un partido menos), mantiene el buen juego que practica desde la llegada de Di Francesco. 16 años hace que los romanos no levantan el trofeo. De las 16 jornadas disputadas, el Inter ha sido líder en tres (2ª, 15ª y 16ª), el Nápoles en once (de la 4ª a la 14ª) y la Juve solo en una (3ª). El Scudetto se ha vuelto escurridizo.