Inglaterra somete a la nueva Italia
El XV de la Rosa exhibe en su estreno en el Seis Naciones su amplia gama de recursos en Roma (15-46) ante la prometedora hornada ‘azzurri’
El régimen de Eddie Jones no da respiros. El camino de Inglaterra para erigirse como la primera selección que gana tres trofeos seguidos del Seis Naciones ha empezado con victoria este domingo en Roma. Lejos de contemplar otro escenario, el técnico buscaba un parte de héroes y caídos para un torneo que Irlanda había encareido tras vencer en París. Entre los caídos destaca el centro neozelandés Ben Te'o –Jones aviso que “no habrá un Gales” la semana que viene si no aprovechaba su titularidad– y las dudas de Mike Brown como zaguero. Entre los victoriosos de su guerrilla diaria están el portentoso Anthony Watson y el prometedor flanker Sam Simmonds.
Inglaterra inició la contienda con un ensayo de libro. Los delanteros fijaron a la defensa italiana en un saque de touch para desplegar después su cadencia en el juego a la mano. Para algo tienen dos aperturas en el campo. Farrell y Ford crearon la superioridad por el ala y Watson posó raudo. El imponente 14 inglés no desmerece al ala canónico del hemisferio sur: potencia, habilidad de manos y físico para romper placajes. Así consiguió su segunda marca con apenas 11 minutos de juego, manteniendo el equilibrio para ensayar sin salirse a la banda. Fue una reacción encomiable segundos después de ver al medio-melé Ben Youngs dejar el campo en camilla por una lesión de rodilla.
Oscuro escenario para Italia, con siete titulares que debutaban en un Seis Naciones. La apuesta de su seleccionador, el irlandés Conor O'Shea, es nítida y sus imberbes respondieron con nota. Más que una victoria –no han ganado a Inglaterra en 24 encuentros– los Azzurri buscaban unos cimientos para tolerar un presente aciago. Sergio Parisse encontró apoyo en la tercera línea en Sebastian Negri, un flanker habilidoso y fiable con el balón. Y la improvisada trasera con dos novatos en la pareja de centros –Tommaso Boni enseñó maneras– resultó un descubrimiento. El zaguero Matteo Minozzi, también de estreno, fue una figura omnipresente, valiente con el oval y atento sin él.
Los locales no bajaron los brazos y recortaran distancias con un ensayo de mucha calidad. La defensa inglesa se volcó para frenar la progresión italiana por el costado izquierdo y el apertura Tommaso Allan asistió a Benvenuti con un pase excelso junto a la banda derecha. Italia amenazó con echar el aliento en la nuca del rival entre el final del primer acto y el arranque del segundo pero no tocó hueso.
Sus infinitos efectivos y una forma física testada en entrenamientos militares permitieron a los ingleses estirar el marcador mientras Italia jadeaba. La lesión de Billy Vunipola ha alumbrado a un relevo de postín como Simmonds. Sin la presencia física de su compañero, Simmonds tiene una velocidad que ya querrían muchos centros y demuestra inteligencia táctica. Anotó sus dos primeros ensayos, el primero echando a correr tras romper el maul, y pide paso. Ford y Nowell cerraron la cuenta para un marcador (15-46) que volvió a castigar en exceso a Italia.
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