Kiko Casilla, de secundario a protagonista en la portería del Real Madrid
El portero blanco pasa de buscar una salida a ser clave en una Copa que ha redoblado su importancia
En el Mundial de Francia de 1998 nació un gesto amoroso que, en virtud de su efectividad, llegó a adquirir tintes místicos. El beso en la calva con el que Laurent Blanc bendecía a Fabian Barthez antes de cada partido desarrolló un carácter espiritual, cuando beso a beso, Francia se plantó en la final y acabó levantando el cetro mundial. En aquel equipo la escena de sus dos compañeros no pasaba desapercibida para un Zinedine Zidane que, como entrenador, ha demostrado un comportamiento tan protector con sus guardametas, que, sin besarlos, ha evidenciado una confianza capaz de rivalizar con los intereses de una secretaría técnica predispuesta a deshacer la pareja que forman Navas y Casilla en cada ventana de fichajes.
Los continuos mensajes del francés en favor de Navas a lo largo de las últimas semanas y resueltos con la renovación de Kepa con el Athletic, han aliviado no solo al costarricense, sino a un Casilla que rara vez ha protagonizado alguno de los mensajes de su técnico. “Mi rol es defender a mi familia”, aseguró este martes Zidane en rueda de prensa, como cuando en medio de la peor racha de resultados desde su llegada al banquillo —tres empates y dos derrotas en ocho partidos— aseguró que no necesitaba “a nadie, ni portero ni delantero”. Navas es la apuesta personal del francés mientras que Casilla, también a su juicio, complementa con garantías un dúo en el que los roles siempre han estado claros para el técnico. De ahí que la interferencia de Kepa —como la de De Gea en 2015— haya generado una inestabilidad de la que el francés ha tratado de huir en todo momento.
Kiko Casilla, segundo portero, ha sido titular en cuatro de los cinco partidos de Copa que ha disputado el Madrid, y ha atravesado por todas las fases del culebrón desde el prisma de un actor secundario sin poder de interferencia en la trama. No en vano, la llegada de Kepa hubiera desembocado en una más que probable salida del club blanco —el Deportivo se mostró interesado en recibirle—, de un jugador que ahora se encuentra en el centro de la historia.
Cristiano se entrenó con el ojo morado
Cristiano Ronaldo participó junto al resto de sus compañeros en la última sesión de entrenamientos antes de enfrentarse al Leganés, después de recibir un golpe en la cara durante el encuentro de Liga ante el Deportivo el pasado domingo. El portugués, que descansará durante el encuentro de vuelta de cuartos de final de Copa y ante el Valencia el próximo sábado en Mestalla, se ejercitó con normalidad y con buen ánimo a pesar de tener el ojo morado e hinchado.
Su rendimiento hasta el momento, 11 goles encajados en 13 partidos, —siete de Liga, cuatro de Copa y dos de Champions—, no ha contribuido a rebajar las intenciones del club de reforzar una portería a la que llegó en 2015 procedente del Espanyol por seis millones de euros. De tal forma que este miércoles ante el Leganés (21.30, beIN LaLiga) podría formar parte de un equipo que con la Liga revirada a 19 puntos de distancia, vislumbra la Copa como tirita para las vitrinas, al margen de la sutura definitiva que supondría celebrar una tercera Champions consecutiva. “Ya veremos si es titular o no. Tengo tres porteros del primer equipo y dos más que entrenan de vez en cuando con nosotros”, advirtió Zidane.
Poco propenso a las declaraciones públicas, Casilla, que a los 31 años —los mismos que Navas—, afronta la situación desde la madurez que otorga la experiencia. Desde su regreso al Madrid hace tres años —entró en la cantera como cadete en 2002 y abandonó el club en 2007—, no ha elevado el tono para reclamar un foco que siempre tuvo comprometido. A pesar de los abanicos de titularidad por los que ha transitado merced a las lesiones de Navas, su papel de secundario no ha parecido trascender al guion original hasta ahora. La Copa se encuentra en el centro de la historia del Madrid para esta temporada y su papel en el desarrollo de la trama ha pasado a ser el de protagonista.
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