Amrabat: “No sé por qué no marco más goles”
El extremo del Leganés, que jugará el Mundial con Marruecos, destaca su falta de egoísmo y su capacidad de trabajo
Nordin Amrabat (Naarden, Holanda, 30 años) llegó al Leganés, literalmente, en el último minuto. Su cesión se cerró cuando el mercado de verano acababa. Una adquisición de renombre para reforzar el ataque pepinero. Un jugador polivalente, intenso y veloz, de los que gustan a Asier Garitano, al que no le valen los delanteros que solo miran a la meta contraria. “Estoy acostumbrado a trabajar duro en defensa. Siempre lo hice y mi paso por Inglaterra me ayudó mucho a mejorar en ese aspecto ya que tuve que jugar incluso de carrilero”, cuenta Amrabat, que esta noche será una de las bazas del Leganés para intentar dar la campanada en el Bernabéu.
En el club madrileño están encantados con este marroquí nacido en Holanda. Destacan su humildad y capacidad de trabajo, además de su adaptación a un sistema de rotaciones en el que la gente de ataque varía mucho. Amrabat no se queja, quizá porque le costó bastante llegar a la élite del fútbol. A los 13 años tuvo que empezar de cero cuando fue apartado del Ajax por un problema en las rodillas. “No crecí lo suficiente y eso me generó algunos problemas físicos. Después de estar seis meses sin jugar me dijeron que me fuera”, cuenta ahora.
Amrabat hasta se sorprende cuando se le pregunta si pensó en dejar el deporte: “Claro que no. Amo el fútbol”. Una vez recuperado, no le importó volver a jugar solo con sus amigos y en equipos pequeños hasta que su carrera se relanzó en el VVV-Venlo y en el PSV. En esos años empezó a jugar en las selecciones juveniles de Holanda. Llegó hasta la sub-21 oranje, pero cuando le surgió la oportunidad de debutar con la absoluta de Marruecos tuvo que tomar una decisión. “Estuve sopesando las dos opciones, pero ahora puedo decir que tomé el camino correcto. ¡Voy a jugar un Mundial!”, dice sin disimular la sonrisa. “No hay nada como jugar para tu país”, dice el futbolista, que nunca perdió sus raíces pese a nacer y desarrollarse en Europa: “Iba todos los veranos a Marruecos de vacaciones”.
Si todo va normal, Amrabat estará en Rusia con la selección marroquí, de la que es pieza clave, y se medirá con España. “Nos enfrentaremos a grandes equipos. Estoy deseando jugar el Mundial”, reconoce, no sin dejar claro que ahora solo tiene al Leganés en la cabeza. “Yo me cuido exactamente igual haya o no Mundial, pero es normal estar emocionado”.
Hasta que llegue la cita en Rusia, Amrabat vestirá la camiseta del Leganés, pero luego retornará al Watford, club al que pertenece. Eso lo tiene claro el jugador, que recibió de buen grado la llegada de Javi Gracia al equipo inglés. “Me conoce y eso es bueno para mí”, dice sobre el entrenador que le dirigió en el Málaga, una de las etapas más fructíferas en la carrera del marroquí. Allí destacó tanto de extremo izquierdo, su posición favorita, como de delantero, pese a que sus cifras anotadoras no son llamativas. “No sé por qué no meto más goles”, suelta cuando se le cita que solo ha anotado un tanto este curso. “Es verdad que genero mucho peligro, pero muchas veces prefiero mirar al compañero antes que chutar. No soy nada egoísta”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.