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El Espanyol deja al Málaga muy tocado

Un gol de Darder da tranquilidad a los catalanes y hunde a los de Míchel, de nuevo en el alambre

Rafael Pineda
Javi López se impone a Castro y Recio.
Javi López se impone a Castro y Recio. CARLOS DIAZ (EFE)

No hay forma de que el Málaga reaccione. El Espanyol, casi con lo mínimo, supo aprovecharse del clima depresivo en el que está instalado el equipo andaluz, que se consume en la zona de descenso sin síntomas de reacción. Una noche de lunes fría, con poca afición en el recinto andaluz, se convirtió en el escenario ideal para el conjunto catalán. A los seis minutos, un balón bien servido por Sergio García acabó en gol después de un disparo de Darder. El fino centrocampista, con pasado en el Málaga, no quiso celebrar el tanto, que sacó a flote todas las carencias de un Málaga que se encuentra en una situación muy delicada, compartiendo el farolillo rojo de la tabla con Las Palmas, ambos con 11 puntos, a cinco de la salvación.

Con la peor asistencia que se recuerda, la afición se tomó muy mal esta nueva derrota, pidiendo el adiós del propietario y de Míchel, que parece condenado en el banquillo y bloqueado en sus decisiones. El Málaga lo intentó siempre, pero comete errores constantes fruto de la ansiedad y de los nervios que atenazan a sus futbolistas. El Espanyol, bien reforzado en el centro del campo con Víctor Sánchez, se limitó a administrar su ventaja para llevarse tres puntos muy importantes. No necesitó claridad ni brillantez. Un gol y a defenderse con orden.

Una defensa sin chispa, un centro del campo donde el refuerzo, Iturra, apenas aportó nada y dos delanteros sin gol, Peñaranda y En-Nesyri, configuraron un panorama desolador para los andaluces. Ni Míchel parece ya intenso en la banda, prácticamente condenado a un futuro que se presenta negativo. El Espanyol, bien reforzado por Quique con Víctor Sánchez en el centro del campo junto a Darder y Javi Fuego, no quiso hacer sangre y se limitó a administrar su ventaja. Un error, sin duda, pues el Málaga, a pesar de sus carencias, es un equipo de Primera. Un bloque donde Keko se movió bien para, al menos, crear dos buenas ocasiones de los andaluces. Despistados Hermoso y Aarón, muy blandos, Víctor Sánchez salvó un disparo del Chory Castro desde dentro del área que se colaba. Luego, otro centro de Keko acabó en un remate de Peñaranda que detuvo bien Pau López.

Sin intervenciones de su gente de ataque, caso de Sergio García o Gerard Moreno, el Espanyol vivió de sus tres centrocampistas, cuajados de oficio y anticipación. Una táctica que le valía ante un Málaga que no tenía más remedio que arriesgar en busca de la remontada.

El Espanyol, con orden

La esperada reacción del Málaga apenas le sirvió para crear verdadero peligro en el área del Espanyol. No obstante, los de Quique dieron un peligroso paso atrás, que ya le costara caro en pasadas salidas, como ocurrió en Las Palmas. El técnico reaccionó dando entrada a Piatti, que al menos tuvo la capacidad de desahogar a sus compañeros. El Málaga lo intentó a la desesperada, colgando demasiados balones, ofreciendo muchas facilidades a la defensa del Espanyol. Peñaranda lo intentó en alguna acción aislada, pero al conjunto andaluz le falta mucho fútbol. Sin claridad de ideas y demasiado bloqueado, el esfuerzo de Recio no ofrece soluciones para tantos problemas en el Málaga.

El Espanyol rozó el segundo gol en un contragolpe bien llevado por Didac, pero tampoco lo mereció, con Gerard Moreno y Sergio García bastante apagados. Las lágrimas de Diego González al final del partido, consumada la tercera derrota seguida de los andaluces, son la antesala de un panorama muy duro para Míchel, de nuevo en el alambre, y sus jugadores. El Espanyol, por su parte, saboreó la primera victoria fuera de casa de toda la temporada, que le da una enorme tranquilidad y le permite seguir en su escalada. Su próxima parada debe estar cerca de los puestos europeos.

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