El Real Madrid de Laso o cómo sobrevivir a la desdicha
Los blancos, trastocados por la secuencia de lesiones, buscan enderezar ante el Barça (20.45, Movistar+) el rumbo en la Euroliga. “Nunca había vivido una cosa así”, cuenta el técnico madridista
De un tiempo a esta parte, las comparecencias de Pablo Laso se han convertido en una suerte de actualización del parte de desdichas de su Real Madrid. En tan solo dos meses y medio de competición, ocho jugadores de la plantilla se han lesionado —cuatro de ellos de larga duración—, otro estuvo un mes fuera del grupo por un problema familiar y tres llegan tocados hoy al decisivo clásico de la 12ª jornada de la Euroliga en el WiZink Center (20.45, Movistar+ Deportes 1). “A Rudy le dimos descanso el domingo en la Liga por un problema en el pie y esperemos que esté al cien por cien ante el Barcelona. Campazzo tuvo un esguince, pero se ha recuperado muy rápido y muy bien. Y Doncic estaba muy cansado tras el partido con el Murcia y es que estaba poniéndose enfermo. Ha estado dos días parado, con fiebre, pero hoy [por ayer] ha podido entrenarse y, en principio, va a estar. Esperemos que no pase nada más”, contó el técnico del Madrid en la víspera de la visita del Barça, que hace un mes se llevó la victoria del Palacio en la 8ª jornada de Liga (80-84), pero que en el último año solo suma un triunfo a domicilio en la Euroliga (el 23 de febrero ante el Armani Milán).
Los blancos, líderes de la Liga Endesa (10-1), y los azulgrana, segundos (8-3), tienen un panorama complejo en Europa tras su irregular inicio. Atendiendo a la contabilidad de la temporada pasada, el Madrid (octavo con cinco victorias y seis derrotas —dos en casa, ante Khimki y Estrella Roja—) solo podría permitirse cinco derrotas más para entrar entre los cuatro cabezas de serie y ocho para ser octavo.
En su tortuoso comienzo de temporada, el conjunto de Laso pasó de un 10-0 tan optimista como engañoso en el mes de octubre; a un balance de seis derrotas en las últimas siete jornadas de Euroliga desde el tropiezo contra el Khimki en la quinta jornada, allá por el 2 de noviembre (cinco triunfos y siete derrotas desde entonces en la contabilidad general). “Las lesiones nos han obligado a readaptarnos constantemente y valoro el paso adelante que han dado muchos de mis jugadores. Gestionar la adversidad también es entrenar. Es una situación jodida, pero el equipo no pierde la ambición de competir siempre. Eso es innegociable. No nos escudamos en las bajas”, explica Laso, que retrocede 13 años para encontrar precedentes a tanto infortunio. “Nunca había vivido una cosa así. En mi primera temporada como entrenador en Valencia tuve lesionados a Tomasevic, Oberto, Kammerichs, Luengo, Rigaudeau y Okulaja en los primeros partidos. Pero lo de este año está siendo mucho peor”, repasa.
A primeros de agosto, con la selección, se rompió el tótem, Llull —que podría recortar en dos meses los plazos de recuperación y reaparecer en febrero—; el 19 de octubre, Kuzmic y Randolph se unieron a la enfermería tras caer en combate ante el CSKA; el 4 de noviembre, en Tenerife, el hombro izquierdo de Ayón dijo basta —no se le espera hasta marzo—; y el 14 de noviembre, en la tunda de Vitoria, Randolph volvió a ingresar en el parte de bajas con una fractura en el pie derecho —Laso pronosticó su regreso para enero—. A la secuencia se unen las recientes lesiones musculares de Maciulis y Taylor (siete duelos ausente). A cambio, solo llegaron Randle y Tavares. “No hay otro Randolph ni otro Ayón en el mercado. Seguimos atentos, pero no es tan sencillo como quitar y poner. Estoy orgulloso de mis jugadores, de su entrega y orgullo. Lo fácil sería irme a casa y decir ‘con todas estas bajas no se puede’, pero eso no va con mi carácter. Debemos ser listos y tapar nuestras carencias con el trabajo colectivo”, sentencia Laso.
De momento, Doncic tira del carro con 27,8 de valoración y 20,9 puntos de media. “No creo que haya doncicdependencia. El año pasado me preguntaban lo mismo de Llull. Huyo de eso. Doncic es un grandísimo jugador y lo veo bien. Hay cosas que puede hacer mucho mejor y es a lo que le obligamos, porque queremos que sea mejor jugador y dé más cosas al equipo. Desde que debutó ha sido consciente de su responsabilidad, aunque ahora tenga más protagonismo. Luka es un crack y le están pasando cosas muy rápido, pero lo lleva bien”, cierra Laso. “El clásico no es un partido normal, ganar nos daría un respiro. Siento que estamos en el buen camino”, completa Carroll.
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