La juez envía a prisión sin fianza a los tres jugadores de la Arandina detenidos por un delito sexual

La juez ha decidido enviar a prisión sin fianza a los tres jugadores de la Arandina —el equipo de Aranda de Duero (Burgos) que milita en el Grupo VIII de Tercera División— que fueron detenidos este lunes acusados de un delito de agresión sexual a una joven de 15 años, tras declarar este miércoles ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Aranda de Duero. La Arandina ha expulsado del club a los tres jugadores "ante la gravedad de las imputaciones judiciales". Víctor Rodríguez Ramos,Carlos Cuadrado Santos y Raúl Calvo Hernández han sido trasladados a la prisión de Burgos. La abogada de los futbolistas va a recurrir a la decisión de la juez, según ha podido saber EL PAÍS.

También ha prestado declaración esta mañana la víctima. La juez ha levantado el secreto de sumario. El club de fútbol ha hecho público en la tarde de este miércoles un comunicado en el que informa de que los tres arrestados "causan baja de forma inmediata y definitiva". La Arandina manifiesta, además, su "máxima condena y repulsa a cualquier acto de violencia sexual". 

La fría mañana bajo una gris neblina en Aranda de Duero ha dado paso a un mediodía igual de frío, pero acompañado de una fina lluvia intermitente. Los vecinos que rondaban este miércoles los juzgados de la calle Santiago pendientes del revuelo mediático comentaban en corro la última hora sobre los tres jugadores detenidos. La llegada de los futbolistas para declarar ante la juez estaba programada para el mediodía. La poca actividad en la puerta de los juzgados ha hecho que muchos de los curiosos abandonaran la escena y siguiera con sus tareas desatendidas.

Sobre las 11.30 las puertas del garaje del juzgado se abrieron por primera vez. A esa hora, según la información que le llegaba al club de dentro de los juzgados, la joven denunciante se encontraba en el interior prestando declaración. Más de una hora después, un furgón de la Policía Nacional ingresaba por la misma puerta situada en el número 11.

Varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron este 11 de diciembre a Carlos Cuadrado Santos, conocido como Lucho, y a Víctor Rodríguez Ramos, alias Viti, delantero y portero del club arandino, en su propio domicilio en Aranda. Al mismo tiempo, fue requerida la presencia en la Comisaría de Aranda de un tercer jugador, Raúl Calvo, delantero del club de fútbol y compañero de piso de los anteriores, que se encontraba en Valladolid y que fue arrestado en el momento de llegar a Aranda, una población de 32.500 habitantes a la que acudió voluntariamente.

Los tres jugadores —22, 24 y 19 años, respectivamente— pasaron la noche del lunes en los calabozos de la comisaría de policía de Aranda y este martes por la mañana varios agentes trasladaron a dos de ellos, a Lucho y a Viti, al piso que compartían los tres en ese pueblo burgalés para realizar un registro. Supuestamente fue allí donde presuntamente abusaron de la joven menor de edad hace unos 10 días.

Las actuaciones judiciales se iniciaron a raíz de una llamada de los padres de la joven a la Fundación ANAR, una ONG que atiende a "menores y adolescentes en situación de desamparo". Estaba en tratamiento psicológico y acudía a Madrid con sus padres una vez a la semana a recibirlo. Fue precisamente en la última de esas consultas donde la niña manifestó que tres chicos, jugadores de la Arandina, le propusieron tener relaciones sexuales y la invitaron a su piso en Aranda de Duero.

Según su declaración, "una vez allí no quiso seguir con la propuesta y la forzaron", indican fuentes próximas a la causa, que señalan que "posiblemente estamos ante un caso parecido al de La Manada de los Sanfermines, porque ella también dice que se sometió para evitar males mayores, pero con el agravante de que es menor de edad". De lo relatado por la menor, se deduce que los tres presuntos implicados mantuvieron relaciones sexuales con ella en el piso que el Club de fútbol les facilita a los jugadores. Fuentes del entorno, señalaban que alguno de ellos grabó y difundió lo ocurrido, aunque esto no ha sido confirmado.

La denuncia se cursó finalmente en Aranda de Duero porque los responsables de la Fundación ANAR, que funciona desde los años 70 atendiendo a menores, se dirigieron a la UFAM (Unidad Central de Familia y Mujer de la Policía Nacional), y desde allí les aconsejaron que interpusieran la correspondiente denuncia en el lugar en el que se produjeron los hechos, donde supuestamente residen todos los implicados.

El propio Club confirmó el arresto de los jóvenes, dando sus nombres en un breve comunicado, en el que no hacía alusión a los motivos. Desde la directiva se han mostrado prudentes y han pedido que se respetase la presunción de inocencia, además de subrayar que lo ocurrido nada tiene que ver con "temas relacionados con el fútbol o con el club".