Ibai Gómez funde al Girona en 20 minutos

El asombroso Girona de Pablo Machín saboreaba los puestos de competiciones europeas hasta que se llevó un chasco monumental en Montilivi, la misma casa, su casa, donde hizo temblar al Atlético y tiró a la lona al Madrid. El marcador enseñaba 2-0, el juego tranquilidad para el cuadro rojiblanco. Pero parece que no hay que dar por hundido al Alavés, capaz de remontar un duelo perdido en Girona, decidido a levantar cabeza en LaLiga. No pudo tener una mejor noche Ibai Gómez, autor de un hat-trick, ni mejor estreno Abelardo al frente del conjunto vasco.

Nueva vida en el banquillo del Alavés, tercera en 14 partidos. Ahora es el turno de Abelardo, un tipo que sabe lo que es andar con la mano en la calculadora, curtido como técnico en el Sporting. El asturiano intentó armar un Alavés duro y agresivo sin el balón, aunque no olvidó su pasado azulgrana y el ataque lo dejó en las botas de Bojan y Munir. No hubo manera de hacerles llegar una pelota a los exdelanteros del Barcelona, inquietos cuando su equipo tiene el cuero, inocuos para aguantar balonazos en largo. Encontró el Alavés, sin embargo, un goleador inesperado: Ibai Gómez, rematador y salvador, dueño de la remontada del Alavés ante el sorprendente y sorprendido Girona.

Hasta que compareció Ibai, en Montilivi todo era del cuadro de Machín. Las ocasiones, sin embargo, no eran para ninguno. El Alavés ni lo intentaba, el Girona no podía. Le cuesta al equipo rojiblanco asustar a rivales amurallados cerca de su portería. Pero el Girona cuenta con Stuani, que con poco hace mucho. En la segunda oportunidad clara que tuvo el Girona, el charrúa burló la marca de Alexis para su octavo gol en LaLiga.

Ni había recuperado el aliento el Alavés, cuando Juanpe ya estaba gritando el segundo, tras rematar de cabeza un saque de esquina. Entonces, cuando para el Alavés no había otro sabor que el de la amargura, apareció la mano de Abelardo: mandó al campo a Pedraza. Entre el extremo e Ibai se comieron a un confiado Girona. Fueron 20 minutos de intensidad. 20 minutos que saben a gloria para el Alavés que deja la cola de la tabla.