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LaLiga Santander jornada 13
Betis
Betis
Guardado 85'Tello 95'
2 2
Finalizado
Girona
Girona
Portu 45'Portu 93'

Tello castiga a un Girona inocente ante el Betis

El equipo de Setién, irreconocible y flojo en defensa, salva un punto con un gol en la última jugada del partido

Rafael Pineda
Boudebouz y Aday luchan por un balón.
Boudebouz y Aday luchan por un balón.Jose Manuel Vidal (EFE)

No debe estar contento el Girona. En un tiempo de alargue alocado, el conjunto catalán perdió dos puntos de manera increíble. Portu marcó en el minuto 94 y los tres puntos volaban hasta el feudo de un recién ascendido que mostró, a la jugada siguiente, demasiada inocencia. En la última acción del partido, Tello controló un balón en el área y cruzó con mucha clase para hacer el empate definitivo. Al Betis, cuyo juego pujante es un espejismo, le salvó la calidad de Guardado y el tremendo acierto en la última jugada del partido. Fue marcar Tello y acabarse la historia. El Girona, de buena pinta y muy bien trabajado por Machín, deberá aprender la lección para próximas citas. No se puede perder un partido que se tenía ganado en la última jugada del choque. Tampoco es de recibo regalar una falta ganando 0-1 en el minuto 85 siendo pillado al contragolpe. Son los típicos defectos de un equipo que debe ir forjándose en la élite a pesar de haber disputado un buen partido en el Villamarín. Sus números, no obstante, son excelentes.

El Betis jugó un mal encuentro. Su defensa hace aguas y no hay rastro de la idea de Setién. Eso sí, nadie puede negar que tiene un espíritu gigante y que no se rinde. Ya no hay rastro del camino marcado por el entrenador, pero hay calidad en futbolistas como Guardado, Tello o Joaquín y un alma competitiva que permitió salvar un punto importante mientras se recupera esa identidad tan añorada del principio de la Liga. Setién y sus futbolistas necesitan pasar por el diván. Del mismo modo, recuperar piezas en defensa, como Mandi y Feddal, que sostuvieron al equipo cuando ganaba en el Bernabéu o destrozaba al Levante. El equipo andaluz ha entrado en una dinámica negativa y su entrenador debe actuar con urgencia. Ante el Girona, hubo demasiadas fases de impotencia, de dominio catalán y de auténtica debilidad en la zaga. El Betis es un equipo que encaja goles con una facilidad pasmosa y eso le penaliza una barbaridad.

El fútbol vibrante del Betis de Setién es un espejismo. Tensionado y con sensibles bajas en defensa, el conjunto andaluz apenas es reconocible después de un inicio de Liga en el que despertó la ilusión de su fiel afición, que vislumbró un paraíso después de años de mediocridad. Setién no cejará en su idea, aunque ésta no acaba de cuajar por un motivo esencial. Un equipo puede apostar por una idea atrevida, pero si no cuenta con fiabilidad defensiva acaba por ser golpeado por el rival. Sin Mandi ni Feddal, los centrales titulares, el Betis sufrió una barbaridad. Sin embargo, el desarrollo del partido dejó oportunidades para los verdiblancos. El Girona, un equipo bien trabajado, también llegó al Villamarín con importantes bajas en su zaga. Además, su aparente superioridad ante un Betis tocado le acabó pasando factura, ya que si bien su fórmula de juego no carburaba, los verdiblancos disponen de jugadores de indudable calidad. Por eso el meta Bono salvó ante Guardado en el minuto 16 en una jugada en la que crujió todo el sistema defensivo del Girona. El mexicano se quedó luego solo en el área en otro contragolpe bien llevado por el Betis. Guardado eligió resolver con una vaselina. El balón se fue fuera.

El Girona encontró premio al filo del descanso. Curiosamente, cuando en una acción de fútbol directo desarboló a la deficiente zaga bética. Borja García levantó un balón llovido del cielo a la espalda de Tosca. El defensa rumano intentó un despeje acrobático, que, sin embargo, acabó en una deficiente decisión defensiva. Portu, solo ante Adán, le levantó el balón con suavidad para inaugurar el marcador. Escocida tras el 5-0 ante el Eibar, la afición bética pitó por primera vez a su gente en esta temporada.

Setién se la jugó con dos cambios muy atrevidos. Tello y Sanabria dinamizaron algo el juego del conjunto bético, pero el verdadero dominio del partido era del Girona. Adán salvó en una doble ocasión al Betis, que se encontró con un regalo del Girona en el minuto 85. Los catalanes fueron pillados al contragolpe y Granell hizo una falta ideal para Guardado. El mexicano, de lo más digno del Betis, hizo el empate y abrió el camino de la remontada. Sin embargo, fue el Girona el que golpeó en el último minuto de partido. Otra vez marcó Portu. Otra vez regaló el Girona en la última jugada del encuentro. Pecados de juventud de los catalanes y aire para un Betis que ha perdido el rumbo. Los andaluces necesitan una regeneración de manera urgente.

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