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Gabriel Pires, fuerza y calidad al mando del Leganés

El jugador brasileño se ha convertido en una referencia del equipo tras madurar en la dura Serie B italiana

Alejandro Prado
Gabriel Pires, en un partido con el Leganés.
Gabriel Pires, en un partido con el Leganés.Getty

Cuando un adolescente Gabriel Pires (Río de Janeiro, 1993) llegó a Turín en 2012 se encontró con dos mitos del fútbol en el vestuario. Del Piero y Pirlo seguían en activo y el chico de 17 años que había cruzado el charco para jugar con la Juventus quedó impactado. “Nunca vi a nadie como Del Piero”, recuerda ahora Gabriel, “llegaba hora y media antes a entrenar y se iba el último porque se quedaba haciendo ejercicios de técnica. !Él, con treinta y muchos años!”.

Antes de ser una referencia de este Leganés, el mediocentro brasileño pasó por una peregrinación de varios equipos de la Serie B italiana. Jugar en la Juve era prácticamente imposible con Pirlo en su posición y Gabriel encadenó cesión tras cesión. “Lo asumí como parte de mi proceso de crecimiento. Era un gran cambio en todos los sentidos: país, clima, fútbol. En algunos equipos me fue mejor y en otros peor, pero de todo aprendí”, cuenta. El chaval que llegó a Europa con su familia –“sin ellos no hubiese salido de Brasil”- maduró en el duro fútbol italiano de Segunda. Vercelli, Spezia, Pescara, Livorno… dosis intensivas de juego táctico y físico. Por eso cuando vio la oportunidad de llegar a España no se lo pensó.

Leganés era un nombre desconocido para Gabriel cuando le llegó la oferta. “No sabía ni dónde estaba”, reconoce, “pero me alegré porque quería jugar en un fútbol más técnico”. La llegada del jugador al sur de Madrid se debe a las relaciones que el club y la Juve entablaron un año antes. Felipe Moreno, el director deportivo del Lega, viajó a Turín para hablar de los jóvenes que la Vecchia Signora tenía como cedibles. “Nos hablaron de tres o cuatro jugadores y nos fijamos en Gabriel. Llevaba varios años estancado en la Serie B y a la Juve le interesaba que explotase”, apunta Moreno.

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Cuando Gabriel aterrizó en Leganés en el verano de 2015 lo primero que pensó, con una mezcla de inocencia y desconocimiento, fue en subir a Primera, pero desde el club le pidieron la prudencia propia de un equipo que nunca había pisado la élite. “Me dejó un poco descolocado, pero yo siempre pienso en lo máximo”, cuenta el futbolista. En Butarque también le sugirieron que rebajase su ritmo en el gimnasio para que no perdiese movilidad. "Ahora me meto menos caña", dice el brasileño, un tallo de 186 centímetros e imponente nivel muscular.

Su primera temporada en el Lega superó todas las expectativas y en junio llegó el ascenso. También el rendimiento de Gabriel sorprendió para bien. Casi de inmediato se convirtió en un fijo para Asier Garitano y contribuyó con siete goles en total. “Sabíamos que era un buen jugador por los vídeos que vimos, pero dio un rendimiento superior al que esperábamos”, admite Felipe Moreno.

Con Garitano, Gabriel tuvo que acostumbrarse a adelantar su posición en el campo. Lo habitual era que jugase de mediapunta para aprovechar su fuerza y llegada. Incluso disputó minutos de delantero, como el día del ascenso en Miranda de Ebro. “Estoy a disposición de Asier, jugaré donde me diga”, dice disciplinado, pero reconoce que su posición favorita es la de mediocentro: “Me gusta tener más contacto con el balón, me siento más cómodo ahí”. Sus dos primeros cursos apenas dejó la mediapunta, pero en este comienzo de temporada ha vuelto a la medular con asiduidad. En el frenético ritmo de juego que impone el Leganés, se nota cuándo Gabriel coge la pelota y añade pausa y clarividencia al juego.

Una cláusula obligaba al club pepinero a comprar al jugador en propiedad si ascendía. El millón y medio de euros fue abonado a la Juve con gusto. “Ahora mismo el jugador tiene un valor de mercado muy superior a eso”, subraya Moreno, que califica la operación como “buena para las tres partes: nosotros ganamos un gran jugador, él ha crecido y la Juve ha recuperado la inversión y aún posee el 20% en un posible traspaso”. En Leganés saben que Gabriel es el mayor activo que tienen, pero nadie piensa en una salida. En momento solo está el Barça.

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Sobre la firma

Alejandro Prado
Redactor en la Mesa de Edición del diario EL PAÍS. Antes prestó sus servicios en la sección de Deportes y fue portadista en la página web. Se licenció en Periodismo en la Universidad Carlos III y se formó como becario en Prisacom.

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