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Un Barça de pesadilla dilapida 26 puntos en Alemania

Los azulgrana, en una actuación infame, caen ante el Bamberg tras dominar por 12-38 en el primer cuarto | El Valencia pierde ante el Milán tras dos prórrogas (98-103)

Robert Álvarez
Zisis hace jugada ante Tomic.
Zisis hace jugada ante Tomic.TIMM SCHAMBERGER (EFE)

La apisonadora se convirtió en un juguete, el gigante en un enano, el Barcelona, en un equipo de tres al cuarto. Todo eso en Alemania, donde el equipo azulgrana sufrió una de sus derrotas más dolorosas de los últimos tiempos, en los que ha tenido que digerir un buen lote. El Brose Bamberg pasó de víctima propiciatoria, de estar poco menos que entregado, a escribir un triunfo épico de tanta inanidad y desacierto por el que se deslizó el cuadro de Sito Alonso.

El vapuleo que le propinó el Barcelona al Brose Bamberg en el primer cuarto fue asombroso, de récord, 12-38. Pero a partir de ahí, el juego del Barcelona se convirtió en una pesadilla. Anotó solo 11 puntos en el segundo cuarto, 32 en toda la segunda parte. No pudo administrar de peor manera su ventaja, ni jugar peor durante un montón de minutos.

BROSE BAMBERG, 84; BARCELONA, 81

Brose Bamberg: Nikolic (5), Taylor (13), Hickman (14), Wright (16), Radosevic (2) –equipo inicial-; Zisis (9), Staiger (0), Lo (7), Rubit (10), Mitrovic (8) y Heckmann (0).

Barcelona Lassa: Heurtel (9), Hanga (14), Sanders (17), Moerman (14), Séraphin (13) –equipo inicial-; Pau Ribas (3), Pressey (0), Navarro (0), Koponen (0), Claver (3) y Tomic (8).

Parciales: 12-38, 25-11, 25-17 y 22-15.

Árbitros: Lamonica (Italia), Boltauzer (Eslovenia) y Kowalski (Polonia). Eliminado Taylor (m.39).

Arena Nurnberger. 8.000 espectadores. Séptima jornada de la Euroliga.

Todo empezó a pedir de boca para el Barcelona. Sito Alonso dio cuerda al mismo quinteto que el domingo sentó las bases del triunfo azulgrana en Madrid, un equipo formado completamente por jugadores fichados esta temporada: Heurtel, Hanga, en la posición de escolta, Sanders, Moerman y Séraphin. La baja intensidad defensiva del Bamberg supuso una ganga, sobre todo para Sanders y Moerman, y también para Heurtel que movió, hizo y deshizo a su antojo. El equipo alemán se desquició. Su técnico, el italiano Andrea Trinchieri, pidió tiempos muertos e introdujo cambios muy rápido. Por no hacer, sus jugadores no hacían ni faltas y cuando se decidieron, las cometieron tan a destiempo que les costó una antideportiva a Mitrovic.

El Barcelona salió tan campante de ese primer cuarto. Pero su irregularidad es asombrosa. Con otro quinteto totalmente diferente, con Pressey, Koponen, Pau Ribas, Claver y Tomic, los azulgrana anotaron una sola canasta en los primeros cuatro minutos y medio del segundo cuarto. Los jugadores de banquillo del Bamberg, por el contrario, dejaron perder la cantidad ingente de balones de sus compañeros, y presionaron mucho más hasta el punto de que forzaron absurdas faltas de Heurtel, Hanga y Séraphin. El Barça se quedó congelado y cedió un parcial abrumador: 25-11.

Y más de lo mismo en el inicio del tercer cuarto con una falta antideportiva de Séraphin que propicio que la brecha disminuyera a ocho puntos (41-49). Lo peor para el Barcelona estaba por llegar. Su capacidad para difuminarse, para perder pie sin solución y entrar en una deriva abismal se vivió hacia el final del tercer cuarto. Dos pérdidas de Tomic, dos triples de Lo y Taylor, pérdidas de Sanders y Pau Ribas y tres más uno de Hickman. 62-66 para empezar el último acto. No hubo noticias de Pressey, ni de Navarro, ni de Koponen, Oriola no jugó, Sanders empezó muy bien y acabó muy mal, como todo el equipo.

Empezaba a tomar cuerpo la sensación de que el Barcelona estaba echando el partido por la borda, que perdía la perspectiva frente al juego de “pequeños” que proponía Trincheri. Un comando de bases-escoltas, con Hickman, Wright, Lo, Zisis, Rubit… Y la defensa del Barcelona se descompuso.

El Bamberg remontó los 26 puntos. Culminó cuando faltaban poco más de tres minutos (77-74). Las jugadas que llevaron al desenlace no hicieron sino poner en evidencia las lagunas y la inacción de un equipo sobrepasado por los acontecimientos. El base griego Zisis toreó a toda la defensa azulgrana y consumó con una bandeja lo que fue, definitivamente, una hecatombe del Barcelona.

Derrota del Valencia

En el pabellón de La Fuente de San Luis, Curtis Jerrells, con 30 puntos, y Jordan Theodore, con 20, y con cinco triples cada uno de ellos resolvieron en Valencia, donde el Armani Milán acabó ganando (98-103) tras dos prórrogas. Jerrells jugaba su primer partido tras ser fichado por el Milán y anotó 18 de sus 30 puntos en las dos prórrogas. Relevó perfectamente a la figura de su equipo, Andrew Goudelock, que se lesionó y solo pudo jugar 24 minutos. Por el Valencia destacaron Erick Green, con 22 puntos y Bojan Dubljevic, con 18.

VALENCIA, 98; MILÁN, 103

Valencia Basket: Van Rossom (13), Green (22), San Emeterio (16), Doornekamp (6), Dubljevic ( ) –equipo inicial-; Thomas (0), Vives (6), Rafa Martínez (4), Pleiss (13) y Sastre (0).

Armani Milán: Theodore (20), Goudelock (17), M'Baye (6), Micov (5), Tarczewski (4) –equipo inicial-; Kalnietis (3), Cincinari (3), Jefferson (7), Jerrells (30) y Gudaitis (8).

Parciales: 20-19, 25-22, 19-17, 10-16 y en las dos prórrogas: 24-29.

Árbitros: Christodoulou (Grecia), Lottermoser (Alemania) y Latiseus (Letonia).

Pabellón Fuente de San Luis de Valencia. 8.400 espectadores.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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