Copa de Maestros: seda para Nadal, misiles para Federer

Costó, porque a Boris Becker le atrapó el tráfico de Londres y llegó una hora más tarde de lo previsto a los estudios de la BBC, donde se oficiaba esta vez el sorteo. Costó, pero la Copa de Maestros al final cogió cuerpo y los grupos quedaron definidos, a falta de saber todavía si Rafael Nadal podrá competir o no, puesto que el español sufre una inflamación del tendón rotuliano y su participación está todavía en el aire. A falta de confirmación, lo que ya se sabe es que en el caso de saltar a la pista del O2 de Greenwich le tocará lidiar con Dominic Thiem, Grigor Dimitrov y David Goffin.

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Es decir, tres adversarios complicados, pero a priori menos fieros que los que le correspondieron a Roger Federer, el gran favorito para adjudicarse el trofeo que pondrá el broche a la temporada. El suizo, que optó por no competir la semana pasada en el Masters 1000 de París-Bercy, se enfrentará a tres rivales más especializados en superficie rápida: Alexander Zverev, Marin Cilic y Jack Sock. Este último viene de ganar en Francia y los dos primeros son dos látigos con muy buenas maneras, especialmente las del joven Sascha Zverev.

Por tanto, adversarios técnicos y de muñeca fina para Nadal, y misiles para el suizo, que aspira a su séptimo título en la cita de los maestros. Mientras, el mallorquín (en el caso de jugar) tratará de elevar el primero. Hasta ahora lo ha ganado prácticamente todo, pero el Masters (del domingo al día 19) se le resiste. De hecho, tuvo que renunciar cinco veces al evento por distintos problemas físicos. Esta temporada ha disputado seis torneos y 24 partidos más que el de Basilea. Debutará en Londres el lunes a las 21.00, contra Goffin.

ANÁLISIS: LOS RIVALES DE NADAL EN LA COPA DE MAESTROS.

Dominic Thiem (Austria, 24 años). Señalado como el heredero natural de Nadal en la tierra batida, Thiem es junto a Zverev el joven que más ha progresado en los tres últimos años. Asentado ya en el top-10 del circuito, tiene una derecha de hierro y un gran abanico de recursos. Sin embargo, su rendimiento en pista rápida esta temporada ha sido muy discreto, tanto en el tramo inicial como en las últimas fechas. Cedió en primera ronda en Chengdu, Tokio y Shanghái, y en la segunda de Viena y Bercy. Su balance en este 2017 es de 48 victorias y 25 derrotas, y solo ha sumado un trofeo, en Río (arcilla).

En los pulsos entre él y Nadal, 5-2 favorable al español. Esta campaña, cuatro duelos y tres triunfos a favor del número uno (Barcelona, Madrid y Roland Garros), por solo uno del austriaco (Roma). El año pasado, el de su debut en Londres, no logró superar el round robin.

Grigor Dimitrov (Bulgaria, 26 años). Desde el punto de vista estético, solo Roger Federer supera a este tenista de 24 quilates que, sin embargo, no termina de despegar. Este ha sido su año más prolífico (Brisbane, Sofía y Cincinnati), pero siempre se espera de él un gran salto que no llega. No obstante, en superficie rápida es un cuchillo (cinco de sus siete títulos son en este marco) y puso en serios aprietos a Nadal tanto en el Open de Australia como recientemente en el Masters de Shanghái.

Eso sí, el registro entre ambos es demoledor: 10-1. Actualmente es sexto en el ranking, la mejor posición de su carrera, y da la sensación de que definitivamente se ha instalado en las cotas altas del circuito después de muchos titubeos. Este año totaliza un 44-19 y se estrena en la Copa de Maestros camino de la madurez.

David Goffin (Bélgica, 26 años). Jugador de buen poso, el belga llegará al O2 con una buena dinámica. Triunfó en Shenzhen y Tokio, aunque en escenarios de mayor envergadura sigue sin dar un golpe en la mesa. Octavo en el listado mundial, destaca sobre todo por la velocidad de sus movimientos y la potencia de sus tiros. A pesar de no tener una planta intimidatoria (1,80), acelera fuerte con el drive y juega con inteligencia, aunque en ocasiones se deja llevar por un exceso de carácter. 

En 2017 ha firmado 54 victorias y encajado 22 derrotas, y esta será la primera vez que pise la Copa de Maestros. Su hábitat más propicio es la arcilla, pero se desenvuelve con pericia en la velocidad. Con Nadal, el balance es de 2-0 para el de Manacor, superior este año tanto en Montecarlo como en Madrid, sin ceder un solo parcial.