Bronce para Matnadze y plata de Ibarra

La selección española volverá con dos medallas individuales del Europeo de Naciones que acaba de terminar en Hersonissos (Grecia): bronce para Ana Matnadze, con siete puntos de nueve en el tercer tablero, y plata para José Carlos Ibarra, con cuatro de seis como suplente. La selección femenina, con dos jugadoras mayores de 40 años, ha logrado un 6º puesto muy meritorio; la masculina, sin Paco Vallejo, terminó 13ª tras partir como 15ª. Azerbaiyán y Rusia presiden los podios absoluto y femenino, respectivamente.

Matnadze, de origen georgiano, alumna aventajada de la excampeona del mundo Nona Gaprindashvili, ha mostrado desde niña un talento descomunal, que le permite comprender las sutilezas estratégicas con una enorme profundidad. Aunque es jugadora profesional, su concepto de la vida difiere bastante de las grandes estrellas, dedicadas muy intensamente al entrenamiento cotidiano cuando no compiten, lo que se traduce en rendimientos desiguales. Pero su gran clase luce cuando está en forma, como en la Olimpiada de Ajedrez de 2014 (medalla de plata) o en este Europeo. De hecho, ha estado muy cerca del oro, dada su alta puntuación y el empate ante la rusa Valentina Gunina (plata) tras desperdiciar varias posiciones ganadoras.

Localizada por teléfono durante la ceremonia de clausura, Matnadze no estaba para resúmenes técnicos: “De momento sólo quiero mostrar mi profundo agradecimiento a la Federación Española (FEDA), a nuestro capitán y, sobre todo, a mis maravillosas compañeras de selección”.

El mérito de Ibarra, de 32 años, no reside tanto en su puntuación (ha jugado sólo seis partidas) sino en la fuerza media de sus rivales, ya que todos ellos son en teoría superiores al murciano: ganó a Haikas (Grecia), McShane (Inglaterra) y Jojua (Georgia), hizo tablas con Mazé (Francia) y Mamédov (Azerbaiyán), y perdió con Fedórov (Bielorrusia).

“He ido de menos a más, con tres victorias consecutivas en las últimas partidas, y eso es el mejor estímulo para jugar mejor. Además, hay un momento clave cuando Halkias, muy apurado de tiempo, no ve un mate y le termino ganando”, resumió Ibarra, quien dedica el triunfo a su esposa, Alexandra, y a su hija de ocho meses.

El resultado de España en la competición femenina, con David Martínez como capitán, es muy meritorio porque la retirada de la alta competición de Olga Alexándrova e Irene Nicolás, y el largo paréntesis de Amalia Aranaz, concentrada en su carrera universitaria, debilitan mucho el equipo. No sólo ha brillado Matnadze: Sabrina Vega ha sido la quinta mejor en el primer tablero, mientras la prometedora Marta García en el segundo, y las veteranas Mónica Calzetta y Mairelys Delgado en el cuarto firmaban una actuación muy digna.

A Martínez, el éxito le ha sabido a poco: “Hemos merecido más porque la derrota ante Ucrania fue totalmente injusta. Peleamos bien contra Rusia. Hay que destacar que Sabrina y Ana han mejorado claramente desde el verano, y ahí seguro que han influido las concentraciones que organizó la FEDA, en Salobreña y Gran Canaria. Las dos pueden hacer algo importante en el próximo Mundial Femenino. Marta ha entrado con muy buen pie, y creo que podrá aprender mucho de sus errores. Mónica ha mostrado mucha garra y energía. Y Mairelys ha luchado incluso en las partidas que perdió, con buenas posiciones frente a Rusia y Ucrania, y se ha despedido con una victoria. El ambiente en el equipo ha sido excelente, y eso también se nota mucho en los resultados. Parecemos más un equipo de club que una selección”.

El buen rendimiento del equipo absoluto sin Paco Vallejo, quien no ha dado hasta ahora ninguna explicación pública de su ausencia, podría haberse traducido en un éxito, pero la derrota de hoy en la última ronda ante Rumanía (1,5–2,5) lo deja en una actuación normal. Además de Ibarra, destaca el brillo de David Antón en el primero tablero, donde sube 10,7 puntos Elo y logra el octavo mejor rendimiento individual. Iván Salgado ha vuelto a ofrecer destellos de gran calidad tras un periodo más bien gris (4,5 puntos de ocho; sube 2,7 puntos). Josep Manuel López Martínez (3 de 7) y Óleg Kornéiev (2,5 de 6) completaron el equipo. Como es habitual, el capitán fue Jordi Magem.

Cuando, dentro de un siglo, alguien analice la historia del ajedrez verá que Rusia decepcionó muchas veces en los inicios del XXI, tras la desaparición de la hegemónica Unión Soviética, cuya medalla de oro estaba casi garantizada en todas las competiciones. Los rusos parten muchas veces como primeros cabezas de serie -también en este Europeo, a pesar de las ausencias de Krámnik, Kariakin y Svídler- pero es poco frecuente que vuelvan a casa con el oro. El campeón es Azerbaiyán (Mamediárov, Radyábov, Naiditsch, Mamédov y Guséinov), que derrotó por 3-1 a Rusia en la penúltima ronda.

Por el contrario, las rusas (Kosteniuk, Lagno, Gunina, Girya y Goriáchkina) han arrasado, con tres puntos de ventaja sobre Georgia y cuatro sobre Ucrania, invictas con ocho victorias y un empate (con Polonia). Dado que en Georgia no terminan de surgir campeones comparables a Gaprindashvili y Chiburdanidze, todo indica que sólo China en las Olimpiadas podrá evitar la hegemonía rusa.

Un dato significativo es que el sexto puesto de las españolas llega tras enfrentarse con las cinco primeras: derrotas ante las tres medallistas (1-3 ante Rusia; 0-4 frente a Georgia; y 1,5-2,5 con Ucrania); empate ante Polonia; y victoria (3,5-0,5) sobre Rumanía. La incógnita más urgente ahora es si surgirán nuevos talentos para suplir con éxito a las veteranas.

Clasificación final (Europeo absoluto): 1º Azerbaiyán 14 puntos; 2º Rusia 14; 3º Ucrania 13; 4ª Croacia 13; 5º Hungría 12; 6º Israel 12; 7º Rumanía 12; 8º Alemania 11; 9º Holanda 11; 10º Polonia 11; 11º Turquía 11; 12º Armenia 10; 13º España 10; 14º Chequia 10; 15º Italia 10; 16º Inglaterra 10; 17º Eslovaquia 10; hasta 40 participantes.

Clasificación final (Europeo femenino): 1º Rusia 17; 2º Georgia 14; 3º Ucrania 13; 4º Polonia 12; 5º Rumanía 12; 6º España 11; 7º Israel 11; 8º Azerbaiyán 11; 9º Armenia 11; 32 participantes.