El Girona mantiene su racha ante el Levante

DEF con dos en Orriols. La victoria del Girona por 1-2 activa el protocolo de alerta en las oficinas del Ciutat de València. El grupo de Pablo Machín noquea al Levante, que no gana en Liga desde el 21 de septiembre y ha sumado tres de los últimos 18 puntos en juego. Frente a un rival directo, el Girona, que fue superior, suma tres puntos de oro y enlaza tres victorias seguidas.

Misma situación en la tabla pero dinámicas enfrentadas. Levante y Girona chocaron en Orriols en un duelo directo entre dos combatientes por la resistencia, por la permanencia. Pablo Machín repitió la misma formación que le propinó un bofetón al Real Madrid la semana pasada en Montilivi. Muñiz presentó cambios y salió con Toño, Jason y Ünal, el turco cedido esta semana por el Villarreal que no tiene hueco en el vestuario groguet. Su presencia en el once se intuía, los granota adolecen de falta de gol y por ahí se desangran. Ünal con solo cuatro entrenamientos, fue titular, sentó a Boateng y dejó fuera de la lista a Alegría. El turco, al menos, debutó con gol. Claro que si el equipo no genera ocasiones, arriba no importa quién juegue y el Levante tampoco juega fluido. Ni rastro de fútbol combinativo en el último mes de competición. Todo se deja en manos de los arreones de Morales. Campaña, que brillaba en Segunda y estaba llamado para romper a jugar en Primera, apenas aparece pese a las oportunidades que le concede Muñiz. Suerte que Lerma tiene pulmones para aguantar al equipo.

El partido comenzó áspero. El Girona dispuso de la iniciativa y del juego. Todas sus llegadas generaban peligro. Stuani marró una clarísima, la movilidad de Portu hacía daño y Granell lanzó arriba una falta golpeada con mucha intención. Martínez Munuera, árbitro del partido, le perdonó la expulsión a Chema. Con una amarilla a cuestas, el central derribó en la frontal a Portu cuando enfilaba a Raúl. Era falta y expulsión. El árbitro pitó saque de puerta. Moneda extra para el Levante.

Sorprendentemente los granota se marcharon al descanso superados pero sin rasguños. El bloque de Machín fue superior. Granell, después de un error en cadena de toda la zaga local, recogió un balón de espaldas, lo pisó, se dio la vuelta y disparó. Entonces apareció Raúl para estirarse y desviar a córner en una parada salvadora. Bajo palos hay pocos porteros en la categoría con sus reflejos. Es un gato. Justo antes del descanso, Bernardo, en otro clamoroso fallo en la marca, cabeceó fuera sin ninguna oposición. Tocó la campana y el Levante se marchó con vida al vestuario pese al roto que le había hecho el Girona.

El Levante salió con otra actitud en la reanudación. Morales disparó a puerta y se dio cuenta de que el Girona había viajado con portero. Era Bono, que desvió a córner. Hasta entonces apenas lo habían visto. Respondió el Girona con un disparo manso de Stuani y con el golazo de Borja García, que lanzó un chutazo desde la frontal, que tras golpear en el travesaño se coló en la portería. Premio para el mejor.

Muñiz retiró a Bardhi y el público se lo recriminó entonando el nombre del macedonio cada vez que el Levante dispuso de una falta a favor en el último tramo de partido. Más peleón pero con el mismo fútbol, ninguno, el Levante encajó el segundo en un contragolpe catalán. Stuani marcó a placer después de una brillante acción cocinada por Portu y Pere Pons. Ünal se estrenó con gol en el descuento pero ya no había tiempo para más. Fue solo una capa de maquillaje. Ganó el mejor en Orriols.