El Real Madrid contra el Real Madrid
Con las alarmas a punto por la crisis, los de Zidane se buscan en la Champions frente a un sólido Tottenham
Dos rivales esperan hoy al Madrid en su bautizo en Wembley (20.45 BeIN Sports): el Tottenham y el propio Madrid. En tiempos sombríos para los blancos cuesta pronosticar cuál de los dos adversarios puede resultar más crudo. Pese a la solemnidad de la Copa de Europa, el equipo español afronta un duelo más terapéutico que trascendental. Con seis puntos de ventaja sobre el Borussia Dortmund cuando quedan tres jornadas, más que en la clasificación del grupo, los desvelos madridistas están ante su espejo. Este Madrid no cuadra con el imponente campeón del doblete de hace cinco meses, ni con ese equipo que despegó el curso como un tiro en las Supercopas, en la europea y en la española.
No se advierte que un solo factor subraye el desplome del Madrid liguero. La primera columna no carbura y el meritorio segundo pelotón de la pasada temporada no tiene el mismo gancho. Como gran síntoma del bajón de la guardia pretoriana, Cristiano Ronaldo. Por más que haya faltado en las cuatro primeras jornadas del campeonato doméstico, hasta 60 futbolistas contabilizan más goles que el portugués, que solo suma el logrado ante el Getafe. Es más, solo Messi ha producido el doble de tantos que CR, Bale, Benzema, Lucas y Mayoral juntos. Cierto que Europa es otra ruta, y por ella el luso lleva cinco en tres citas. Los mismos que Kane, la joya del Tottenham, cuya participación en Wembley no se decidirá hasta última hora por molestias en la pierna izquierda.
La repentina mano blanda de un equipo distinguido por su mazo no es un hecho aislado. La baja de Carvajal y el bache de Marcelo han cortado las alas al Madrid, vías por las que mejor circulaba. Tampoco Kroos y Modric suministran como acostumbraban por el embudo, por lo que se resiente el ataque. La falta de finura de gran parte del espinazo del equipo ha provocado que el Madrid sea menos versátil, menos camaleónico. El lúcido y pletórico conjunto de Zidane tenía diversos formatos y era capaz de exponerlos varias veces en un mismo partido. Hoy, como se vio en Girona, el Real es más previsible. Quizá porque la plantilla ha perdido hueso.
De momento, Achraf aún no es Danilo y los relevos de Morata, James y Pepe no cotizan igual. Mayoral, Ceballos y Vallejo apenas han tenido carrete, por lo que la noria de Zidane no gira como el pasado curso. Como prueba, los que se alistaron en Montilivi el domingo repetirán hoy en Wembley. Salvo Varane, lesionado, por lo que Nacho será el central junto a Sergio Ramos. Gente como Lucas y Asensio han perdido chispa, ya sea por un trance pasajero o porque el técnico no haya acabado por rescatarles del todo de la reserva. Aunque luzcan tienen viaje de vuelta al banquillo.
“El partido de Girona no sirve como referente porque en la Champions el mejor es el Madrid”, sostuvo ayer en Londres Mauricio Pochettino, técnico del Tottenham. No iba del todo desencaminado. Las mutaciones europeas del Madrid son históricas. Lo sabe el preparador argentino: “Es un equipo capaz de cambiar completamente de un día para otro”. En la Copa de Europa al Madrid no le suele faltar una sobredosis de estímulos. Lo admitió Marcelo al ser consultado sobre el batacazo de Girona. “Hay veces que te relajas un poco... Pero no es para volverse locos. En la Champions puede la motivación”. En Wembley se verá si, dada por supuesta la motivación, no hay también trabas futbolísticas. No las atisba Zidane, tan aparentemente tranquilo que deslizó: “Me gusta cuando las cosas se ponen difíciles, así es la vida”.
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