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El Camp Nou escoge fútbol

Aunque se repitieron los gritos reivindicativos de libertad e independencia, la afición azulgrana se centró en el partido y mantuvo la calma en todo momento

Jordi Quixano
Seguidores del Barcelona en el Camp Nou.
Seguidores del Barcelona en el Camp Nou. JOSEP LAGO (AFP)

La noche comenzó con un susto de órdago para los aficionados del Barça. Ocurrió que cuando quedaba poco más de una hora para comenzar el partido, un error informático afectó a los tornos del estadio que impidió momentáneamente el paso a los socios. “Se arreglará”, explicaban desde la comunicación del club; “es cuestión de minutos”. Pero la hinchada se temía lo peor porque en la memoria colectiva estaba la jornada anterior de Liga en casa, el 1-O frente a Las Palmas, cuando el club declaró el encuentro a puerta cerrada por la situación política de Cataluña. Pasados unos minutos, cuando Ter Stegen trotaba por el césped para calentar, se abrieron los portones. Y la marea azulgrana, ataviada con las esteladas —aunque menos visibles que otros días—, aguardó al espectáculo de la forma más civilizada.

Justo antes de sonar las notas del himno azulgrana, el speaker citó las palabras de Josep Maria Bartomeu en la Asamblea General de los Socios. “Queremos mostrar todo nuestro apoyo a los medios de comunicación públicos, pero cualquier manifestación debe ser pacífica…”, se arrancó al tiempo que los aficionados aplaudían con fuerza. “Y reiteramos nuestra apuesta por el diálogo y serenidad…”, prosiguió el speaker, aunque ahora con la pita de fondo porque durante el encuentro se reclamó en cuatro ocasiones ‘Llibertat’ para los líderes de las entidades soberanistas de Cataluña (ANC y Òmnium) Jordi Sánchez y Jordi Cuxart, que se encuentran encarcelados, acusados de delito de sedición. “Reiteramos el apoyo a las sociedades democráticas de Cataluña escogidas por sus ciudadanos. ¡Visca el Barça y visca Cataluña!”, cerró el speaker para recuperar el fervor popular. Acto seguido, desde la Grada de Animaciò se mostró una pancarta en la que se leía: “Libertad. Os queremos en casa”.

La afición, en cualquier caso, hizo caso al mensaje institucional porque no se dio un altercado y menos se saltó al césped para invadirlo como se sugería desde distintos foros. “Hemos reforzado la seguridad en casi todos los puntos como hicimos el otro día ante el Olympiacos”, explicaba Rafael Soldado, jefe de seguridad del Barcelona. Pero sí que se repitieron los gritos de “Independència” en una jornada marcada por el anuncio de Mariano Rajoy de aplicar el artículo 155 en Cataluña. La réplica del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, llegó en el minuto 13 del duelo, pero el Camp Nou no se hizo eco, sino que se focalizó en el balón. Tan calmado estaba el estadio que cuando desde un sector se entonó el manido “¡Míchel, Míchel maric…!” —por su jugada con Valderrama hace ya 25 años—, desde el resto del estadio silbaron. El Camp Nou, aunque reivindicativo, quería fútbol.

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