El test que Márquez ya no podrá hacer el próximo año

Hay un momento de este curso 2017 que cambia el curso de la temporada de Marc Márquez. En el parón estival, el equipo Honda planificó un test privado en el circuito de Brno, que además sería el que acogería la primera prueba después de las casi cuatro semanas de vacaciones. Según explican en su equipo, trabajaron en la electrónica y cambiaron las geometrías de la moto. Eso propició una mejoría técnica de la moto, que tenía muchos problemas en aceleración, como el año anterior, y se mostraba a menudo muy inestable. Claro que la mejora tuvo que llegar acompañada de un cambio en la manera de llevar la moto.

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“Cambió un poco el concepto de la moto. Por eso también tuvo que cambiar algo mi estilo de pilotaje. Intenté yo también adaptarme a la moto. Porque si te cambian la moto completamente y tú sigues llevándola igual, la moto irá mal. Pero si con eso que tienes no mejoras es lógico autoexigirte también una mejora. Tuve que buscar otro estilo de pilotaje en algunos circuitos. Lo conseguí con experiencia”, explicaba recientemente en una entrevista en este diario.

El test en Brno fue clave. Lo fue porque fueron unas pruebas privadas del equipo Honda, de las cinco que tienen permitidas los equipos a lo largo del año, en las que lograron evolucionar la moto para poder competir de tú a tú con Ducati y Yamaha. Y lo fue, también, porque le permitió a Márquez preparar una carrera, la del gran premio de la República Checa, que sería al cabo de dos semanas y que siempre le había dado problemas, no en vano su última victoria se remontaba al 2013, el año de su debut. Esa fórmula, la de hacer un test antes de un gran premio cuyo trazado no se adapta perfectamente a su estilo, la probaron también con Misano. Y fue igual de bien. Ganó en Brno. Y ganó en Misano. Y la mejora de la Honda es un hecho.

Ese tipo de maniobras ya no serán posibles a partir del año que viene. Los tests que han hecho posible el desarrollo de la RC213V y que Márquez haya sido capaz de defender el liderato del Mundial (llega a Australia con 11 puntos de ventaja sobre Dovizioso) no estarán permitidos en el nuevo reglamento. Así lo anunció el miércoles por la noche la Grand Prix Commission, esto es la comisión que decide las reglas (con representación de la organización, los equipos y las fábricas) que imperan en el mundial de motociclismo.

De acuerdo con una reunión mantenida el sábado del gran premio de Japón, los días de tests no cambiarán para la temporada próxima, pero sí lo harán las formas: “Los equipos tienen cinco días de test privados con sus pilotos contratados. Tras el periodo invernal en el que no se puede probar, solo están permitidos tres días de tests antes de los grandes premios, el resto solo podrá celebrarse en un circuito en el que ya se haya celebrado el evento. No se podrá probar en los 14 días previos a un evento en el circuito en el que se vaya a celebrar. Además, no se podrán celebrar tests con pilotos contratados durante el parón estival”.

A partir de 2019 los cambios serán todavía más drásticos. Sobre las normas del 2018, se imponen algunos cambios: los tests oficiales que se celebran en invierno en circuitos de fuera de Europa en lugar de ser de tres días serán de dos días. Respecto a los tests privados, los equipos seguirán teniendo cinco días de tests con sus pilotos de contrato. Pero, al menos dos de esos cinco días deberán celebrarse entre el último gran premio del año, a menudo a principios de noviembre, y el 30 de ese mismo mes. Los otros tres se podrán celebrar en cualquier momento, pero no en los 14 días previos a un gran premio en el circuito en cuestión, exactamente lo que ha hecho Márquez este año.

Aplicada ya la norma de la centralita única y otros cambios en el reglamento técnico que propician una mayor igualdad mecánica y, por ende, mayor competitividad en el campeonato, se aplican ahora también ajustes extras para que aunque las fábricas puedan permitírselo (económicamente y cuanto al desarrollo de piezas se refiere) todas las jornadas de tests privados estén bajo un férreo control. La pericia de Honda, en este caso, ha tocado techo.