Roger Federer, el genio a la carta
Pese a no haber sufrido lesiones, el suizo ha reducido drásticamente su cifra de torneos y partidos esta temporada. Esta semana regresa a la pista, en Shanghái, después de más de un mes de parón voluntario
A sus 36 primaveras, Roger Federer está disfrutando como un niño con zapatos nuevos. Los últimos días se lo ha pasado en grande en Shanghái, adonde llegó la semana pasada para reinsertarse en la competición y enfilar la recta final de la temporada. Nunca había aterrizado tan pronto el suizo en el torneo, más de una semana antes de poner el pie sobre la pista, de modo que ha tenido tiempo para todo: desde juguetear en una exhibición con Mickey Mouse a conversar con Stephen Curry y Kevin Durant, dos de las estrellas de la NBA. También jugo al futbolín y se infiltró como un ciudadano más en la red de metro, sin conseguir salvaguardar el anonimato, claro.
En su segunda juventud deportiva, al ganador de 19 grandes no le ocupa mayor desafío que seguir gozando del tenis, pero quien crea que su obra anual está finiquitada, que los dos grandes, los dos Masters 1000 y el noveno trofeo de Halle que ha obtenido hasta ahora son suficientes y le han saciado, está muy equivocado. “Estoy aquí con un objetivo: ganar”, advirtió en la comparecencia previa a su intervención en Shanghái, donde regresa al primer plano después de más de un mes sin participar oficialmente en un evento. La última vez que lo hizo fue en la noche neoyorquina en la que cayó ante Juan Martín del Potro.
Después mató el gusanillo con la Laver Cup, dándose el gustazo de aliarse con Nadal en el dobles de la exhibición celebrada en Praga hace tres semanas, pero ahora vuelven las palabras mayores. Reaparecerá en el penúltimo 1000 del curso, después de 35 días de ausencia que se han hecho interminables para el aficionado, acostumbrado ya a los paréntesis del genio. Una dinámica habitual, la de desaparecer de vez en cuando, que responde al programa diseñado por el suizo para prolongar al máximo su carrera.
Vuelve Federer, terminó la angustia del seguidor y ayer habló muy claro. “Cuando perdí en el US Open ya me dije que no era realista pensar que iba a acabar primero del ranking, porque necesitaba ganar aquí, en Basilea, París-Bercy y el Masters de Londres, sin tener en cuenta que Rafa estaba jugando bien e iba a conseguir los resultados que está consiguiendo. El objetivo del año era estar sano y me siento muy satisfecho de los resultados. Eso sí, voy a intentar ganar uno o dos títulos más de aquí al final”, manifestó.
Rafa Nadal, en la dirección opuesta
“Me siento bien, aliviado porque en algún momento temí no poder jugar, pero ahora me siento mucho mejor que en la gira estadounidense”, expuso, declinando a la vez a terminar como número uno esta campaña, en la que ha disputado solo nueve torneos (43 partidos: 39 victorias y cuatro derrotas): “No voy a alterar mi calendario para ello, y mucho más después del problema que tuve en Canadá. Es una lástima, pero realmente terminar en la cima del ranking nunca fue un objetivo al comienzo del año”.
Va y viene Federer, que a pesar de no haber sufrido ningún contratiempo físico grave esta temporada actúa descaradamente a la carta. Al inicio compitió en Australia, Dubái, Indian Wells y Miami (2 de abril), y optó por frenar en seco, prescindiendo de toda la gira de tierra, hasta el 14 de junio (Halle). Logró luego su octavo Wimbledon y antes de Nueva York solo intervino en Montreal, porque la espalda le avisó y renunció a Cincinnati. Y ahora, de Flushing Meadows a Shanghái, más dosificación, más prudencia y menor presencia en pista que en cualquier otro punto de su trayectoria.
Todo lo contrario que Nadal, partidario en este 2017 por la vía opuesta. “Sinceramente, pensaba que se iba a borrar de Pekín y que no iba a jugar la gira de Asia”, reconoció Federer. “No tiene ninguna necesidad de llevar su cuerpo al límite, lo que ocurre es que Rafa es Rafa, un súper profesional…”, elogió el artista de la raqueta, por cuyo lado del cuadro asoman esta semana peligros como Alexander Zverev, David Goffin, Del Potro, Denis Shapovalov o Feliciano López. No así Roberto Bautista, apeado en la primera ronda por Hyeon Chung (6-4 y 6-3), reduciendo el español sus opciones de estar en el Masters.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.