Del Potro, heroico, tumba a Federer y reta a Nadal
El argentino, puro fuego, difumina al suizo en los cuartos (7-5, 3-6, 7-6 y 6-4, en 2h 52) y se medirá al número uno por una plaza en la final. Su victoria garantiza el trono al balear al salir de Nueva York
Juan Martín del Potro venció a Roger Federer en los cuartos de final (7-5, 3-6, 7-6 y 6-4, en 2h 52) y se medirá a Rafael Nadal en las semifinales del US Open. El argentino, en otra de sus heroicidades, superó al suizo en un pulso hermoso y le apeó de la lucha por el número uno, que automáticamente quedará en manos del español al finalizar el torneo estadounidense. De esta forma, Nueva York no presenciará el clásico esperado, el Nadal-Federer, pero a cambio regala un careo entre el mallorquín y el 28 del mundo, el renacido Del Potro.
En la noche cerrada del distrito de Queens, tenis salvaje. La sedosa derecha del suizo frente al bazuca del argentino. Beethoven contra los Sex Pistols. El alquimista de lo imposible ante el gigante de las mil vidas. Mucha miga de antemano y mucha noche por delante, porque si uno pegaba el otro lo hacía más duro, con más vehemencia, en un punto más certero todavía; porque si uno caía se levantaba de inmediato y si el otro estaba por encima podía caer en cualquier momento. Lo dicho, tenis salvaje, bárbaro, radical. Se antojaba un duelo de altas dimensiones y no defraudó, sino todo lo contrario.
La grada contempló alternancias y a dos competidores de pura raza. Federer en ese estilo más silencioso, siempre letal, y Del Potro con un registro más primitivo, mazo en mano y rompiendo cada pelota que caía en su derecha. Se temía que al de Tandil pudiera haberle pasado factura el esfuerzo invertido en la inverosímil victoria contra Dominic Thiem en los octavos, pero no fue así. Salió enterito el argentino e hizo daño con un primer puñetazo en el primer set, con un demarraje en forma de break que instaló el 6-5, validado después con su servicio, y el viento desde entonces a favor.
La central estaba dividida, porque Nueva York ama a Federer y está enganchada a Del Potro, de modo que hubo apoyos en doble dirección. Así que si se festejó ese primer crochet del argentino, hubo réplica cuando el violinista rompió mediado el segundo parcial (3-1) y equilibró. Hasta ahí, igualdad de fuerzas, todo parejo. Hasta ahí, porque en el tercero se produjo el punto de giro que lo decidió prácticamente todo. Después de un intercambio de roturas –2-0 para Del Potro y 4-3 para Federer– derivó en la muerte súbita que desfiguró al ganador de 19 grandes, incapaz de concretar cuatro set points.
Cuatro errores, cuatro demonios
Del otro lado, el campeón de 2009 mantuvo la serenidad pese a ir a remolque y sí atinó, a la primera, todo sangre fría. Entonces, el mazazo fue tremendo para Federer, encogido y achicado, fallón y acelerado. “Es difícil de explicar”, afirmó cuando le preguntaron sobre esos cuatro errores. “Creo que jugué mal esos puntos. Lo puedo hacer mejor, seguro. Creo que esos puntos marcaron la diferencia, son demasiadas bolas…”, reconoció con la buena palabra de siempre, elegante en la derrota y visiblemente tocado.
Esas cuatro bolas le persiguieron como cuatro demonios hasta el final del choque, a la vez que alimentaron el apetito de Del Potro, crecido y solvente, ya a un solo golpe de riñón de la victoria. Mantuvo el buen color todo el rato y lo fue perdiendo Federer, el otro Federer casi nunca visto, fallando como rarísima vez falla, una volea clarísima a un metro de la red y después otra que se le fue larga, larguísima, cuando tenía tres cuartos de pista al descubierto. Porque sí, aunque no lo parezca es de carne y hueso, e incluso sufre, rara vez pero sufre, e incluso se equivoca y no elige bien o la toca mal.
Sí, también Federer. Increíble pero cierto.
Del Potro: “Me gusta jugar contra Rafa cuando estoy en buenas condiciones y no es el caso...”
Del Potro lleva dos partidos épicos seguidos en los que ha derrotado a Dominic Thiem y a Roger Federer, pero dice que no está en su mejor momento. “Estoy un poquito mejor, pero todavía estoy con este cuadro de alergia y con congestión. Me cuesta hasta respirar un poco. Por eso todo el rato estoy limpiándome la nariz”, aseguró en la rueda de prensa.
Para no hacer más leña del árbol caído y, pese a las debilidades, también reconoció las fortalezas: “He jugado libre, no tenía nada que perder ante Federer y he hecho el mejor partido del torneo. He jugado un juego inteligente durante el partido”, describió.
Siendo el único Grand Slam que tiene en sus vitrinas (lo ganó en 2009 tras imponerse, precisamente, a Federer), Del Potro llama al US Open su torneo favorito y, desde luego, en él crea magia. “Teniendo a Thiem, a Federer y a Rafa todos por mi lado era muy difícil pensar en llegar lejos. Ya pasé a dos de los duros que hay y me queda Rafa. Me pone contento estar en semifinal, pero también pienso que juego contra él y no importan las distancias”, explicó.
"Me gusta jugar contra él cuando estoy en buenas condiciones y no es el caso", añadió. "Es el número 1 y está jugando muy seguro en este torneo. Es zurdo, puede encontrar fácilmente mi revés. No sé cuál será mi estrategia. Intentaré no correr mucho porque mis piernas están cansadas, y darle con la derecha".
Federer, por su parte, habló claro: “No tengo lugar en las semifinales y es una pena, pero creo que Juan Martín tienen más posibilidades de ganar a Rafa que yo de la manera que estoy jugando ahora mismo”.
El suizo reconoció sin paliativos que no jugó su mejor tenis durante el torneo y, llegados los cuartos, Del Potro fue mejor ya que "peleó como un león”. “Durante todo el torneo he sentido que jugaba desde un lugar que no era muy seguro. Cuando ves que dependes de tus compañeros para ganar no es una buena sensación y es la que he tenido durante todo el torneo”, aseguró.
Los problemas de espalda que le impidieron jugar en Cincinnati se superaron solo a medias y esta derrota deja el US Open si la que era su semifinal soñada: un Federer-Nadal. “Siempre es decepcionante perder. Es la parte mala, cuando tienes que hacer las maletas y volver a casa. (…) Pero también finalmente voy a poder descansar, porque estoy cansado. He puesto mucha energía en esto”, dijo.
Federer se va de Nueva York “sin número uno, pero después de un gran año (ganó Australia y Wimbledon y de hecho sube del 3 al 2) y tengo planes para lo que queda de él. El año no se ha acabado”. Así, confirmó participación para la Laver Cup, Shanghai, Basilea, París y Londres. “Solo quiero jugar bien los partidos y disfrutarlos”, dijo, algo que no pudo decir de su participación en el US Open.
“Todos hemos sufrido en este torneo, a excepción de Carreño Busta, que para él ha sido un paseo”, concluyó.
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