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Deulofeu persigue su versión original

El Barcelona reclama al extremo, que no ha disputado los tres últimos partidos, que se libere para recuperar su mejor nivel

Jordi Quixano
Deulofeu celebra un gol en el Gamper.
Deulofeu celebra un gol en el Gamper.pedro salado (Getty Images)

Con Deulofeu todo eran certezas hasta que llegó al primer equipo del Barcelona, donde ya no se expresó como solía en las categorías inferiores, un pequeño diablo con el balón atado a los pies, de quiebro y carreras eléctricas que veía puerta con facilidad, hasta el punto de que en su último año en el filial convirtió 18 tantos y se quedó cuarto en la tabla de pichichis de la Liga Adelante. Pero las sucesivas negaciones de darle carrete en el primer equipo de Guardiola, Vilanova, Martino y Luis Enrique le hicieron cobrarse un nombre lejos del Camp Nou, entre Inglaterra (Everton en dos periplos), España (Sevilla) e Italia (Milan). Fue en la Serie A donde se vio su mejor versión, un futbolista completo en ataque y en defensa, un jugador que insinuaba una cosa con la cadera y hacía la contraria con el pie. Pero, de nuevo en el Barça, le cuesta recobrar su mejor versión. “Aunque esperamos que nos pueda ayudar durante la temporada”, argumentan desde las oficinas de la ciudad deportiva.

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Su retorno a casa estuvo envuelto en un halo de misticismo que se resolvió cuando el jugador tomó la palabra. “Estoy preparado, si no, no hubiese venido”, resolvió el extremo por el que el club pagó 12 millones de euros al Everton. Y se quedó porque así lo exigía su contrato, toda vez que, en caso de ser repescado, el Barça no podía venderle al menos durante el primer curso. “Estoy más maduro”, decía esos días como un mantra, sabedor de que tenía fama de díscolo y gallardo. Axioma que pareció certificar cuando rodó el balón, con un tanto y dos asistencias en el Gamper y otros dos pases de gol en el primer encuentro liguero frente al Betis. Pero fue insuficiente para Deulofeu y su cilicio. “Tengo que atreverme un poco más, vengo de una lesión y tengo que sacar todo lo que tengo”, replicaba. Aunque aseguraba: “He mejorado en el aspecto defensivo y eso me hace ser más regular. Estar más enchufado en defensa me ha facilitado tener más continuidad con el balón. Me ayuda a poder jugar los 90 minutos sin tener altibajos”. Tesis que, sin embargo, le falta por pulir.

“Se ha concentrado tanto en el trabajo que le reclaman desde niño, el de ser más defensivo y tener retorno…”, explican desde el entorno del jugador; “tiene que recuperar la esencia. Porque en el momento en que haga dos o tres cositas se vendrá arriba porque confianza le sobra”. Eso mismo es lo que le piden desde el club: “Tiene que asumir donde está y jugar como sabe para dar el máximo. En el fondo, tiene que dar un paso que solo lo puede hacer él. De lo contrario, el Barça te tritura”. Y eso se apreció en sus siguientes encuentros, titular y suplente por igual, aunque nunca con un partido completo en el bolsillo. Y sus números no son magnéticos porque no ha marcado gol alguno ni dado más asistencias, al tiempo que suma cinco regates buenos y 18 malos en cinco encuentros ligueros, además de escasos siete centros al área. “Jugar aquí es muy difícil, pero si se libera veremos al Deulofeu que todos queremos”, argumentan desde el Camp Nou.

Suárez tiene un quiste sinovial en la rodilla

Luis Suárez tiene un quiste sinovial en la rodilla derecha, así lo explicó Catalunya Ràdio. El delantero azulgrana, convocado con la selección uruguaya, que se enfrentaba ayer a Venezuela en Táchira, está siguiendo un tratamiento conservador por el momento, pero podría verse forzado a pasar por el quirófano si la rodilla no mejora. Tanto el club como el futbolista prefieren espera, pues en caso de intervención quirúrgica el charrúa estaría unas tres semanas de baja.

Suárez se lesionó en la Supercopa de España, contra el Madrid, a mediados de agosto, y fue baja ante el Betis y el Alavés en el inicio de la Liga por una “distensión en la cápsula posterior de la rodilla derecha”. Aun así atendió la anterior llamada de su selección. Desde entonces, sin embargo, arrastra molestas.

Pero en las últimas fechas parece haber perdido el ritmo, fuera de convocatoria ante el Girona y el Sporting de Portugal –tampoco disputó minuto alguno frente a la Juve por lo que todavía no se ha estrenado en la Champions-, y sentado en el banquillo contra Las Palmas. “No puedo convocar a todos ni alinearlos, qué le vamos a hacer”, respondía con ironía Valverde. “Eso no le ha desanimado sino que tiene más ganas de ganarse el sitio”, señalan desde el entorno del futbolista; “y desde que es padre –Sara se llama la niña- sabe que no lucha por uno sino por dos”. Pero también sabe que ha tenido más oportunidades que el resto de extremos del equipo porque contabiliza 424 minutos en el curso, por delante de Denis Suárez (292), Aleix Vidal (307), Alcácer y Dembélé (122), que es el teórico titular pero que sigue en la enfermería por una rotura del bíceps femoral de la pierna izquierda.

Olvidado por Lopetegui en esta última convocatoria, Deulofeu sabe que si recupera su fútbol tiene opciones de volver a ser internacional. Pero primero debe ganarse la banda del Barça. “Lo ansía porque todos los que han pasado por La Masia quieren triunfar allí”, indica quien bien le conoce. Pero debe liberarse.

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