La cuenta por jugar a puerta cerrada
El Barça, pendiente de la multa televisiva por las gradas vacías, la sanción por la invasión y la devolución del precio de entradas
Josep Maria Bartomeu, presidente del Barcelona, intentó anular el encuentro del pasado domingo ante Las Palmas por la situación social que se daba en la ciudad. Habló con los Mossos d’Esquadra, que garantizaron la seguridad del evento a pesar de que no lo hicieron en el duelo del Nàstic; habló con LaLiga, que nada pudo hacer ante la negativa de los Mossos — “nos dijeron que si no se garantizaba la seguridad tardarían un minuto en suspender el encuentro”, aclaran desde el club azulgrana—; y habló con la Federación Española, que se remitió a explicarle la segura sanción de tres puntos adicionales además de darle por perdido ese choque por 0-3 y una sanción económica.
Cuentan desde el Barça que también se exponían a incumplir compromisos publicitarios y quizá la posibilidad de que estos patrocinadores rescindieran el contrato de forma unilateral por incumplimiento del mismo. Con todo sobre la mesa, la gran mayoría de los jugadores pidieron disputar el duelo y así se hizo, aunque a puerta cerrada. Una decisión que tomó Bartomeu y que también puede acarrearle una sanción de LaLiga, aunque eso está por ver dada la absoluta excepcionalidad de los hechos.
Recoge el Reglamento de Retransmisión Televisiva de LaLiga, que vio la luz en junio de 2016, que la ocupación de la grada opuesta a la cámara principal en el estadio debe ser al menos de un 75%. En caso contrario, serán aplicables sanciones y, si la ocupación es inferior al 50%, dicha sanción se duplicará. Aunque hay excepcionalidades como jugar bajo condiciones meteorológicas adversas o que aquellos asientos hayan sido vendidos como abono y los compradores decidan no ir. “Pero nunca antes se había dado un partido a puerta cerrada por voluntad propia”, esgrimen desde LaLiga. Y ahí reside el quid de la cuestión.
Los abonos
El director de partido de LaLiga reportó en su informe el incumplimiento de dicho apartado. Pero queda por ver cómo se resuelve porque, entre otras cosas, el año pasado no se aplicaron las sanciones por incumplir esta medida. “Era la temporada de adaptación y veremos qué ocurre en esta porque es algo que todavía está por valorar”, explican desde LaLiga, y también desvelan que la sanción, en caso de aplicarla, se estudiará y aplicará al final del curso junto a las demás infracciones cometidas durante la temporada, y que el monto total se restará de los ingresos próximos de los derechos televisivos.
Pero, de momento, no se sabe cómo actuarán. “Es una situación excepcional porque no está contemplado en el reglamento”, reconocen desde LaLiga, al tiempo que desvelan que es un punto que se podría tratar hoy en la asamblea que tienen programada para tratar las mejoras y novedades de dicho reglamento. Pero hay una sanción de la que el Barça seguro que no se libra, toda vez que un aficionado saltó al campo, a pesar de que era a puerta cerrada.
Aunque aún hay otro punto por resolver, ya que muchos aficionados se quedaron sin ver el encuentro, entre los que estaban los que viajaron de Las Palmas. “Vendimos 300 entradas a 62 personas o colectivos, que costaban 49 euros cada una y que estaban localizadas en la zona Gol Sur”, señala Patricio Viñayo, director general de Las Palmas. Tras consultar con LaLiga para que actuara de mediadora, le replicaron el lunes con el procedimiento a seguir. “Estamos devolviendo el dinero —porque no se lo entregaron al Barça— a aquellos que nos entregan las entradas físicas”, resuelve Viñayo, que añade que también recogen los billetes de avión y alojamiento porque LaLiga estipula que se ha de pagar a los que fueron solo al partido y no a pasar, por ejemplo, una semana de vacaciones en la ciudad.
Desde el Barcelona también se dirigieron a sus socios y aficionados para expresar que devolverán el dinero a aquellos que adquirieron la entrada para el partido, pero que no abonarán nada del asiento libre ni devolverán la parte proporcional del abono a los socios porque “no se produjo ningún ingreso de taquillaje”.
Se sancionará la invasión de campo
El acta arbitral reflejó la invasión al campo por parte de un aficionado en el minuto 71, mientras los jugadores del Barça celebraban el segundo gol. Según la información del director de partido reflejada por la nota de denuncias semanal de LaLiga, esta persona estaba junto a otras dos y pertenecían a Omnium Cultural, sentados en las gradas con autorización del club para colocar una pancarta con un dibujo de un rostro con una línea roja y el lema "democracia". También se denuncia cartelería del club con distintos objetos que no pueden ser introducidos en el estadio.
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