“Da rabia que los triunfos masculinos sean más mediáticos, pero estamos acostumbradas”
El equipo femenino de la selección española de hockey en patines ha ganado dos mundiales consecutivos y su hazaña apenas recibe atención
María Díez y Berta Busquets son dos de las diez integrantes de la selección española femenina de hockey patines, que este viernes ha sido galardonada en los III Premios Mujer, Deporte y Empresa organizados por el Instituo de la Mujer de Extremadura. Hace ya casi dos meses que ganaron la World Roller Games disputada en Nanjing (China) contra Argentina, después de haber conseguido la primera posición también en el europeo un año antes y el mundial de hace dos en Iquique (Chile). Tres oros, que las convierten en una de las selecciones más laureadas del momento, pero que no han servido para que su triunfo sea lo suficientemente reconocido por la prensa.
Díez y Busquets son la segunda capitana y una de las jugadoras del equipo. Ambas aseguran que están acostumbradas a esta situación y que lo importante para ellas es jugar al hockey y no el reconocimiento.
“Veo mucha desigualdad, pero yo lo que quiero es jugar al hochey y me da igual el resto. Estoy contenta con el equipo, con el cuerpo técnico y con cómo me tratan”, explica la segunda capitana. Su compañera Busquets insiste en que “da mucha rabia que los deportes masculinos sean más mediáticos”, pero añade que lo importante es seguir cosechando triunfos y jugar.
La selección está formada por las mismas jugadoras desde hace dos años. El primer entrenador que trabajó con ellas fue Alejandro Domínguez, aunque esta temporada ha sido Ricardo Ares, segundo de la selección masculina, el encargado de poner a punto el equipo. “Han sido dos meses muy intensos, pero con un final muy bueno. Su segundo triunfo consecutivo es una cosa bárbara. Es un grupo que merece la pena que todos reconozcamos, como jugadoras y como personas, porque son especiales”, afirma Ares. La segunda capitana también resalta este esfuerzo y reconoce la dificultad que tenía conservar el título. “Ganar dos veces seguidas es muy complicado y las semifinales con Chile y la final con Argentina han sido complicados. Al conseguirlo nos dimos cuenta del equipo que somos y los meses de entrenamientos tuvieron su recompensa”.
Busquets, al teléfono, no se cree todavía que lo hayan conseguido: “Somos tan campechanas y naturales que aún no somos conscientes. Llegar arriba es un subidón, aunque lo importante es que nos lo hemos pasado muy bien jugando”. La jugadora cree que lo que les une como equipo es su sencillez. “En una selección es muy difícil gestionar egos. Nosotras tenemos la suerte de haber entendido que lo importante es estar al servicio del equipo y hacer lo que crea el entrenador. Habrá días que juegues más minutos y otros que te toque una posición menos deseada, pero lo importante es el resultado como conjunto”.
Díez tiene 28 años y lleva desde los nueve dedicada al hockey en patines. Antes ya había practicado natación, fútbol y otras actividades. Empezó en esta aventura porque una de sus monitoras la alentó a ello y ahora compagina su pasión con sus estudios en pedagogía que finalizarán en enero. La segunda capitana, que durante el año compite en el Hostelcur Gijón, dice que hay “muy buen rollo” entre las integrantes de la selección y confiesa que antes de cada partido cantan una canción del grupo español La Pegatina a la que cambian una parte de la letra como ritual antes de salir a jugar.
Busquets, jugadora del Hockey Club Palau en liga, empezó en este deporte todavía más temprano, cuando solo tenía tres años. Su padre y su hermano lo practicaban y ella quería ser como ellos. Ahora, a sus 22, está terminando la carrera de ciencias ambientales y, como Díez, espera que su relación con el hockey no cambie todavía. “Tienes que ser responsable cuando compites, justo antes de un partido me cuido, duermo más, pero hasta hoy he podido llevar bien los estudios y el entrenamiento”, asegura.
De las diez jugadoras que componen la selección cuatro compiten en el Hostelcur Gijón, tres en el Hockey Club Palau y tres en el Voltregà. La mayoría son catalanas. Y es que este deporte donde encuentra sus mayores adeptos es en esta comunidad. “El hockey, y en concreto el femenino, en Cataluña ha crecido muchísimo. Cuando empecé, con tres años, no había categoría base femenina y hasta los 12 jugué con chicos. Ahora hay cinco base y cuatro sénior”, detalla Busquets.
Ares comparte esta visión, aunque augura la pronta expansión de este deporte en un futuro. “Es cierto que en Cataluña existe mayor número de clubs y de licencias, pero en los últimos años vamos a más y hay jugadoras muy jóvenes en Asturias o en Madrid que están creciendo notablemente. Nos queda selección para rato y nos espera una etapa muy interesante porque España, que ahora mismo es la ganadora, es la selección a abatir por el resto y eso exige el máximo nivel”.
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