El Getafe resiste ante el Athletic
Los de Bordalás aguantan con un jugador menos ante un rival sin pegada
El Athletic fue Muniain y poco más, con Aduriz en el banquillo y un ritmo que todavía debe mejorar mucho para que San Mamés vuelve a ser uno de esos estadios casi inabordables. Los de Ziganda acusaron una estimable falta de pegada, reflejada especialmente en Williams, tan bueno y rápido como poco eficiente en relación con la portería del Getafe. El conjunto de José Bordalás, técnico que se estrenaba en Primera, fue competitivo y se defendió con mucho orden. Incluso no se le concedió un gol fantasma que pareció haber entrado y todavía Kepa realizó una parada descomunal a disparo a quemarropa de Cala. El punto logrado por los madrileños tiene el mérito añadido de ser conseguido en inferioridad desde el minuto 66, cuando el inexperto Álvaro Jiménez vio la segunda amarilla. Un empate más que bueno del Getafe, que frustra las aspiraciones de un Athletic todavía lejos de su mejor forma, donde jugadores como Raúl García, Beñat o Laporte mostraron poco de su incuestionable potencial.
Condenado al banquillo, el Athletic echó en falta a Aduriz, que no remató a puerta, pero que realizó una jugada maravillosa para dar un pase a Williams. El delantero cruzó demasiado en la ocasión más clara del Athletic, que lo intentó hasta el final, pero que acabó masticando de manera amarga el empate.
Fue digno el Getafe en San Mamés, donde acudió a jugar sin complejos a pesar de ser un recién ascendido. Y mejor pudo haberle ido si Melero López concede el gol en un remate de Bergara que pareció superar la línea de gol de la meta de Kepa. Sin tecnología no hay milagros. El Athletic, renovado por Ziganda con cinco caras nuevas, sintió además la tempranera lesión de De Marcos, con un fuerte esguince de tobillo que le obligó a salir del campo.
No obstante, el grupo de Ziganda se recompuso gracias a las carreras de Williams y el empuje de Muniain. A oleadas, creó varias ocasiones, resueltas unas por un gran Guaita y otras falladas por la falta de puntería de un jugador excepcional, Williams, que si tuviera gol sería de los mejores delanteros del mundo. Aguantó el Getafe, muy serio, con la pierna fuerte y un sentido del fútbol colectivo que le mantuvo en el choque. El Athletic necesitaba a Aduriz con urgencia, preso de sus limitaciones en el área contraria.
La expulsión de Álvaro Jiménez definió el tramo final del choque. Con uno menos, el Athletic sometió a un acoso continuo al Getafe con 25 minutos por delante. Emergió en ese momento la versión más sacrificada de los madrileños, que aguantaron con mucho orden y se llevaron un punto que les sabe a gloria. El Athletic, con pocas caras nuevas más allá de Núñez, que debutó en la defensa, necesita ir creciendo para mostrar su mejor punto competitivo. Es un equipo que tiene muy complicada su renovación temporada a temporada debido a su particular filosofía. El jueves, nuevo duelo ante el Panathinaikos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.