El Valencia apuesta todo a Marcelino
Con Peter Lim cansado de invertir dinero con pobres resultados, el club confía más en su despertar al técnico que a incorporaciones millonarias
Sin apenas margen económico, esta temporada el Valencia se lo juega todo a la carta de Marcelino. El bisturí que le negaron a Prandelli lo han puesto esta vez en manos del asturiano. Con la colaboración del director general, Mateu Alemany, el técnico ha extirpado del vestuario a los futbolistas conflictivos. Además, ha vendido barato y ha regalado jugadores caros para librarse de las fichas altas y de la correspondiente amortización. Los casos más llamativos han sido los de Negredo, que ha sido traspasado por 2,5 millones al Besiktas; Enzo Pérez, que ha salido a River Plate por 2,6 millones; y Diego Alves, por cerca de 500.000 euros al Flamengo. Y no ha acabado de hacer limpieza.
Las restricciones del fair play financiero de UEFA son el principal argumento esgrimido por Meriton, la empresa a través de la que Peter Lim controla el Valencia, para explicar sus últimos movimientos, que también revelan el ánimo actual del empresario. Tras su potente inversión inicial, se ha cansado de inyectar más dinero.
Asesorado por Jorge Mendes, Lim ha fichado desde 2014 jugadores con sobreprecio. Negredo (30 millones), Rodrigo (30 millones), Enzo Pérez (25 millones), Abdennour (25 millones), Garay (24 millones), André Gomes (15 millones), Santi Mina (10 millones) o Aderllan Santos (9,5 millones), nunca han llegado a justificar su inversión.
Desde que se clasificó para la Champions en 2015, el Valencia no ha vuelto a jugar en Europa, y las dos últimas temporadas ha repetido la duodécima posición en la tabla, con lo que suponen dos años seguidas sin los millones de la UEFA.
En el horizonte, la deuda, superior a los 400 millones, aprieta. Y está a la espera de conocer el resultado de su recurso contra la multa de 23 millones de euros que le impuso la Unión Europea por financiarse ilegalmente a través de la Generalitat Valenciana en 2009. Cree que tendrá que pagar.
En este desolador contexto económico se mueve el club. No puede dar un paso en falso. Y el mayor riesgo es que en el Valencia actual, en números rojos, no hay nadie intransferible. La dirección deportiva no diseña la plantilla. El club está en manos del mercado. La pretemporada ha sido un trámite. Hasta el 1 de septiembre Marcelino no conocerá la composición de su plantilla, síntoma de lo que ha empequeñecido el club desde la llegada de Meriton. El Valencia hoy es uno, pero mañana puede ser otro.
Las caras nuevas no venden abonos, aunque Marcelino no deja de insistir en que van a venir más refuerzos. Mientras, la grada se aferra al asturiano. Cuando competía con Setién por el banquillo de Mestalla, arrasaba en las encuestas. Su metodología se adapta mejor a la urgencia que tiene el equipo de recuperar su identidad. Este verano, con una plantilla a medio hacer, el grupo ha mejorado sus números en defensa. Marcelino promete un Valencia más sólido y en Mestalla siempre han gustado los equipos rocosos. También gusta cualquier referencia a Rafa Benítez. “Estoy más cerca de Benítez que de Cúper”, comentó el técnico en el programa 90 Minuts y, claro, la gente se entusiasmó.
Con Marcelino, han llegado Neto y Gabriel Paulista, peticiones expresas suyas. Y ha desembarcado en Paterna con seis ayudantes. También ha convencido a Parejo para que se quede, le ha devuelto el brazalete de capitán y confía en motivarlo. En la presentación, Mestalla ovacionó al técnico. Otra prueba más de que el club se ha entregado a Marcelino y que todo gravita entorno a su figura.
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