Demasiados rivales en MotoGP, poco margen a la planificación
El Mundial, con cinco pilotos en 28 puntos, está tan abierto que se hace complicado correr pensando en el campeonato
Dice Andrea Dovizioso que se siente raro. Es el nuevo líder del Mundial. El primero de un campeonato que anda tan loco que al italiano le bastó con un quinto puesto en Assen, la semana pasada, para auparse a lo más alto de la general. Ya aquel domingo confesó que su cabecita andaba haciendo números en plena carrera y que, con la pista como estaba, empapada a ratos y según qué zonas, decidió no jugársela más de la cuenta. No quería amargar su excelente racha después de las dos victorias consecutivas logradas en Mugello y Montmeló. Porque si algo están aprendiendo los pilotos de este Mundial es que hay que arriesgar lo justo: “Ganar cuando se pueda y no cometer errores en carreras difíciles”. Palabra de Rossi.
Al piloto de Forli el liderato le podría durar apenas siete días. Pues como mínimo debería subirse al podio si, como ha confesado, quiere largarse de vacaciones acabado el gran premio de Alemania. Llega a Sachsenring con Viñales a solo cuatro puntos; Rossi, a siete y Márquez, a 11. Todo es posible. Cualquiera de ellos podría ser el nuevo líder el próximo lunes. Y se convertiría en el cuarto del año —después de que mandara Viñales con sus dos victorias iniciales, luego Pedrosa y ahora Dovizioso—, situación que no se ve desde el 2008, cuando hubo cuatro pilotos distintos al frente de la clasificación en la primera mitad de la temporada: Stoner, Pedrosa, Lorenzo y Rossi. Eso sí, entonces el movimiento se produjo hasta la quinta carrera. Después de aquello, el italiano tomó el control. Y acabó ganando el título.
Lo de este 2017 se estima algo más complicado. La competitividad es muy elevada e implica a más pilotos: implica a Pedrosa, en la lucha por el título —“Es muy fuerte y muy rápido”, dice Dovi; “La situación de Dani explica muy bien este campeonato: antes de Assen yo estaba 5º, a 28 puntos y él estaba por delante de mí, ahora es al revés y parece que ya no tiene opciones. No es así. 28 puntos es solo un poco más que una victoria”, apunta Rossi—; e implica a unos cuantos más, como Lorenzo (cuyo primer triunfo con la Ducati todavía está por llegar), Zarco o Crutchlow, que pueden ganar carreras y alterar el orden de las cosas.
Rossi, ganador en Assen, apunta algunos factores que explican la ausencia de grandes favoritos: “El rendimiento de las distintas motos es muy parecido este curso, además, algunas marcas van mejor en un circuito y en otro no tanto. Y el nivel de los pilotos es muy alto, hay pilotos que no nos esperábamos capaces de ganar”.
La igualdad técnica responde, en parte, a la imposición por reglamento a todas las fábricas a trabajar con el mismo software y centralita electrónica. La enorme superioridad de Honda en esta área se redujo y Ducati, que llevaba años trabajando con Magneti Marelli (suministradora de las nuevas centralitas) dio un salto de calidad fabuloso. El cambio empezó a verse a mediados de 2016, año en el que hubo hasta nueve ganadores distintos.
La entrada de Michelin en el Mundial pone la nota de color: el factor sorpresa —que un día un piloto arrase en un circuito y a la semana siguiente no se entienda con su moto— se le atribuye a la casa francesa, que en un intento por buscar la perfección de sus gomas está cambiando los compuestos en cada carrera. Así, aspirar a la regularidad es casi una quimera. “Estaría bien que, de una vez por todas, trajeran más o menos los mismos compuestos, así se puede hacer un trabajo, se puede mejorar de un fin de semana a otro. De esta manera, te pasas el gran premio probando los neumáticos y no puedes mejorar tu pilotaje”, se queja Viñales.
“El campeonato está totalmente abierto”, reconoce Dovizioso. “Es difícil de entender y de planificar. Hace dos carreras yo estaba a 27 puntos de Maverick, ahora lo tengo a solo siete. Parecía que estaba fuera, después de dos caídas, y ahora estoy de nuevo en la lucha. No puedo pensar en que solo he ganado una carrera, sino en que estoy a 11 puntos del líder”, apunta Márquez, campeón en 2016. “Normalmente, a principio de temporada ya entiendes quién va a ser tu principal rival y te preparas para correr contra él. Este año no se puede. Hay demasiados rivales”.
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