Un misil de Aketxe da ventaja al Cádiz ante el Tenerife
Gran segundo tiempo del conjunto andaluz, superior a un rival desbordado por su intensidad
Fue mejor el Cádiz, mucho más intenso, con un ímpetu que desarboló, en especial en la segunda mitad, a un Tenerife superado. El resultado es un 1-0 que da una buena ventaja a los andaluces, puesto que no han encajado un gol en casa, algo que se considera vital en este tipo de eliminatorias. Fue espectacular el ambiente que se vivió en el Ramón de Carranza, con una afición entregada que empujó también en el golazo de Aketxe. El vasco lanzó un misil desde muy lejos que sorprendió al meta Dani Hernández. El portero quitó las manos porque pensó que el balón iba fuera de su arco. La trayectoria de la pelota fue diabólica y el Carranza estalló de júbilo. Fue el justo premio al mejor encuentro del Cádiz, que corrió una barbaridad y encontró desborde en las carreras de Álvaro por la banda izquierda. Un triunfo de peso, que acerca a los andaluces a la final de la promoción de ascenso a Primera. El Tenerife defraudó. Aguantó bien en el primer tiempo, pero luego se vio absolutamente superado por la presión del Cádiz. No tiró a la puerta rival, aunque tuvo un arrebato de furia en el tramo final del choque y en su estadio dará guerra.
Con tanto miedo es complicado jugar bien al fútbol. Cádiz y Tenerife tomaron buena nota del choque jugado entre Huesca y Getafe. Decidieron que en el ambientado Ramón de Carranza no se jugara a nada con la premisa básica de no recibir gol. Los dos equipos intentaron controlar el juego, pero sin pausa, con pérdidas continuas de balón y una multitud de imprecisiones que lastraron a ambos equipos. Álvaro Cervera, el entrenador del Cádiz, había avisado dejando fuera a su máximo goleador, Ortuño (17 goles) y colocando a Rubén Cruz de delantero por su capacidad de trabajo. En un primer tiempo tedioso, quizás dominó algo más el Cádiz, al que se le anuló un gol a Aridane a los 13 minutos por presunta falta previa de su compañero Sankaré. Una jugada muy discutida. Fue la única ocasión que generaron los dos equipos, impotentes para atacar, preocupados solo de destruir. Del bonito Tenerife de Pep Martí no hubo noticias en este periodo. Tampoco de su buen delantero Amath. Los canarios ni tiraron a puerta.
El Cádiz apretó el acelerador en la segunda mitad. Dani Hernández salvó un disparo de Álvaro y Sankaré envió al palo en una ocasión clamorosa para el conjunto local. La afición andaluza apretó viendo el esfuerzo de sus jugadores y el Tenerife se difuminó. Nunca fue capaz de mantener la posesión y su mejor futbolista, Amath, se perdió ante los centrales Aridane y Sankaré. El balón fue del Cádiz, que encontró un puñal por banda con las incursiones de Álvaro, rápido y vertical. En pleno dominio de los andaluces, el balón le llegó a Aketxe, que disparó con violencia para sorprender a Dani Hernández. Hubo exceso de confianza en el meta, aunque el golpeo fue prodigioso. Un tanto que hizo justicia y que proporciona una ventaja considerable al Cádiz. Hasta puso ser corta. El Tenerife, perdedor de casi todos los duelos individuales, tuvo un arresto de garra en el tramo final del encuentro. Metió al Cádiz en su área y, por primera vez en todo el choque, los andaluces se vieron acorralados. Incluso tuvo una gran ocasión en un disparo de Lozano que se fue fuera por poco. Sin duda, un anticipo de lo que le espera al conjunto amarillo en el Heliodoro Rodríguez el próximo domingo.
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