La crisis del baloncesto aboca a la ACB a una Liga de 20

Un día después de que el San Pablo Burgos se hiciera con la última plaza de ascenso a la ACB tras derrotar al Quesos Cerrato Palencia en el playoff (3-0), el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, retomó con firmeza su participación en la crisis del baloncesto español. “El año pasado hubo un acuerdo con la Federación, como todos saben, para esperar a la temporada siguiente. Para cumplir con los requisitos, el Quesos Cerrato [Palencia] necesitaba remodelar el pabellón municipal y quería tomar una serie de medidas internas que afectaban al número de socios y demás. Las obras del pabellón están en curso, hay una partida prevista para ello en los Presupuestos Generales del Estado, y ahora corresponde a la Federación, que fue la que alcanzó aquel acuerdo, honrar aquel acuerdo. En eso estamos”, explicó en Radio Palencia de la Cadena SER, Méndez de Vigo —diputado del PP por Palencia y socio de honor del club—. Las palabras del ministro, que llegan justo antes de la cumbre prevista este lunes en la sede del Consejo Superior de Deportes, desencadenan un efecto dominó rumbo a una competición con 20 equipos para atender a todos los compromisos adquiridos por las partes.

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Este lunes tendrá lugar la primera reunión de la comisión conjunta de trabajo entre la ACB y la FEB con la mediación del CSD para avanzar en la composición, formato y estructura de la próxima Liga y en las condiciones de acceso a la competición. El mismo día se reunirá también la Asamblea General de la ACB. Los clubes de Euroliga (Barça, Real Madrid, Baskonia y Unicaja) presionan para reducir la competición a 16 equipos, Méndez de Vigo para inscribir al Palencia, la FEB para velar por los ascensos deportivos de Gipuzkoa y Burgos y la ACB se agarra a las medidas cautelares contra la supresión del canon de acceso a la Liga. Esas medidas cautelares paralizan la resolución de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) contra el canon y el Fondo de Regulación de Ascensos y Descensos (la cantidad que pone el club que sube y que recibe el que baja para amortiguar la caída) y mantiene intactas las condiciones actuales de la Liga. Como viene ocurriendo las últimas temporadas, los descendidos, Betis y Manresa, sí cumplen los requisitos económico-administrativos por lo que también conservarían su plaza en la élite. La suma de intereses cruzados en el playoff de los despachos abocan a la ACB a una Liga de 20 equipos, con cuatro descensos la próxima temporada. La crisis se asemeja cada vez más a la que vivió el fútbol en la temporada 1995-96, cuando el descenso administrativo de Celta y Sevilla fue revocado y ello derivó en un torneo con 22 equipos.

Méndez de Vigo, que hace un año se comprometió a “apoyar financieramente la remodelación del pabellón Marta Domínguez” a través del reparto del dinero de las quinielas a las Diputaciones Provinciales, insta de nuevo a la FEB a cumplir con un pacto de ascenso en diferido que no existe con el Palencia sino que es un acuerdo pendiente de ratificar entre la ACB y la propia Federación. En el acuerdo de la Asamblea General del 4 de julio de 2016, se recoge que una mayoría de 13 clubes aprobó que la reserva del ascenso al Palencia era un acuerdo “condicionado a que la normativa de la LEB de la temporada 2016-17 admita que no se produzcan o que no se materialicen los ascensos deportivos para la temporada 2017-18”, según explicaba el punto 4 del acta, que choca con las garantías de ascenso que ya tienen el Gipuzkoa Basket y, desde el viernes, el San Pablo Burgos.

El jueves 15 se cumple el plazo para que los clubes que se han ganado el ascenso deportivo soliciten su afiliación a la ACB y acrediten el cumplimiento de todos los requisitos (informe de auditoria, proyecto de presupuesto económico, memoria descriptiva de las instalaciones deportivas, entre otros), pero a día de hoy los equipos interesados no conocen el marco económico administrativo al que se incorporarían. En la crónica de un conflicto anunciado, las presiones han primado sobre la búsqueda de alternativas. El "proyecto privado" de los clubes de Euroliga no superó la condición de liga fantasma y, hasta la fecha, tan solo los 13 clubes de ACB que trabajaron de forma conjunta tras la espantada de los grandes han elaborado una propuesta argumentada. El Valencia Basket planteó una liga con 18 equipos y sin playoffs o con eliminatorias solo entre los cuatro primeros para aliviar el calendario competitivo.

La propuesta deportiva que planteó el presidente del CSD, José Ramón Lete, para mediar en el cisma consideraba la temporada 2017-2018 como un curso “de transición”. El borrador recogía la necesidad de “conjugar la estructura actual” de 17 equipos, con los dos ascensos deportivos y “con la reserva consensuada por la ACB” con el Palencia. Todo con la idea de reducir la Liga a un máximo de 16 equipos a partir del curso 2018-2019. Si se partiera de 18 equipos, la próxima temporada habría tres descensos y un ascenso; si fueran 17 se proponen dos descensos y un ascenso. Pero sí la ACB defiende sus derechos habrá que ampliar el cupo para dar cabida a todos. Entre las propuestas de Lete también está el establecimiento de un presupuesto mínimo de 4 millones de euros que difícilmente cumpliría el Palencia y más de la mitad de los equipos de la actual ACB. El baloncesto español está en uno de los atolladeros más grandes de su historia.