Carmona muestra el camino al Sporting

Carmona, uno de esos futbolistas anónimos que llevaron al Sporting a un ascenso y una permanencia insospechadas, mantiene encendida la llama de un nuevo milagro. Lo hizo a su manera, en una jugada embarullada y con la inestimable ayuda de la defensa de Las Palmas, el punto débil de un equipo que ha dejado momentos de gran fútbol esta temporada. Los dos laterales, David Simón y Helder Lopes, dieron todas las facilidades posibles para que el Sporting siga en la pelea y ponga una vez más todas sus esperanzas en un equipo amigo, el Betis, que el lunes visita al Leganés.

Las arengas durante la semana, calificando el partido como la final de todas las finales, invitaba a pensar en una salida atropellada del Sporting, para llevarse por delante al delicado y, en ocasiones, indolente Las Palmas. Pero el equipo asturiano perdió el pasado verano jugadores de ese perfil guerrillero que tantos réditos le dio. Ahora es un híbrido entre futbolistas con buen pie, como Vesga o Moi Gómez, y otros tan voluntariosos como escasos de calidad. Durante el primer tiempo dio la sensación, además, de que el miedo a recibir un gol atenazaba a los gijoneses, lo que permitió a Las Palmas disfrutar de una mañana tranquila.

El Sporting sólo encontró una vía de evacuación por la banda izquierda, casi siempre gracias al despliegue de Canella, un veterano lateral recuperado para la causa por Rubi. Las oportunidades locales se resumieron en llegadas hasta la línea de fondo de Canella y remates pifiados de Cop, que sólo estuvo cerca del gol en una falta que ajustó al poste izquierdo de Javi Varas. Toda la pesadez del Sporting, la dificultad para dar dos pases seguidos, se convertía en fluidez e incluso en apuntes artísticos cuando el balón caía en las botas de Roque Mesa y, sobre todo, Jonathan Viera. Lo mejor de un plomizo primer tiempo lo dejó Viera, con una asistencia con el hombro hacia Erik Expósito que un juez de línea cortó por un fuera de juego inexistente.

El canterano Expósito fue el recurso de Setién ante las bajas de Livaja, Boateng y Jesé. El chaval apuntó detalles, pero no pudo con la pareja de centrales sportinguistas, Babin y Meré, que tuvieron que multiplicarse para tapar los agujeros del sistema defensivo. Rubi, que había arrinconado en la banda derecha a un hombre de área como Carlos Castro, rectificó en el descanso dando entrada a Carmona, un jugador más acostumbrado a moverse por la orilla y con un plus de entrega que agradece mucho la afición.

No fue casualidad que el gol llegase precisamente con Carmona. Todo empezó con un saque de puerta de Cuéllar hacia la posición de Burgui. Su par, David Simón, tenía toda la ventaja, pero se dejó comer la tostada por el extremeño, que buscó a Carmona en el otro costado. También Helder Lopes, que había sustituido al lesionado Dani Castellano, lo tenía muy fácil para cortar la jugada. Pero se lió, perdió el balón, intentó engañar al árbitro tirándose al suelo y lo que consiguió fue dejar a Carmona solo delante de Javi Varas. Carmona cruzó el balón con la serenidad que le faltó a Cop en media docena de ocasiones, y consiguó que El Molinón cambiase los reproches por ánimos hasta el final del partido. Ahora, otra vez en manos del Betis, como las dos temporadas anteriores.