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Carlos Soler, el nuevo escudo del Valencia

El volante, en la cantera desde los siete años, ha emergido como referente en medio de la crisis deportiva e institucional del club y ya es considerado la piedra angular del nuevo proyecto

Carlos Soler celebra un gol esta temporada.
Carlos Soler celebra un gol esta temporada.Juan Manuel Serrano (Getty)

El Valencia terminó la temporada 2009-2010 en tercer lugar, clasificado para la Champions. Ese verano, el club que presidía Manuel Llorente se deshizo de sus dos mejores jugadores, Villa y Silva, por culpa de las deudas. El curso siguiente, prescindió de su nuevo estandarte, Mata, y de su gran perla, Isco. En 2013 se marchó Jordi Alba y en 2014, Soldado. Los últimos en salir fueron Bernat, Mathieu y, este verano, André Gomes y el que estaba llamado a ser el nuevo referente del Valencia, Paco Alcácer. En total, 250 millones de euros de recaudación acompañados de un declive deportivo que le ha llevado desde aquel tercer puesto hasta el duodécimo que ocupa actualmente. Pero cuando más apretaba la crisis deportiva, institucional y de identidad del Valencia, ahora propiedad del magnate Peter Lim, ha emergido la figura de un nuevo icono, el canterano de 20 años Carlos Soler.

Volante más ofensivo en el tridente que forma Voro en la medular del Valencia, Carlos Soler dio las primeras patadas a un balón en los campos de tierra de Bonrepòs i Mirambell con solo cinco años. Allí, jugando como delantero y con niños dos años mayores que él, le endosó tres goles al Valencia y el Valencia le echó el lazo. Soler llegó a la Academia y no defraudó. Brilló en todas las categorías y se hinchó a marcar: metió más de 500 tantos. “Siempre fue el mejor, en infantiles, en cadetes, en juveniles... Estaba predestinado a llegar. Era un chico que le veías y tenías la sensación de que en algún momento iba a triunfar, y lo ha hecho pronto”, asegura Fernando Gómez, histórico centrocampista del Valencia (1983-1998) y jugador que más veces ha vestido la camiseta ché (485).

Soler llegó a la cantera del Valencia como un goleador nato y allí fue retrasando su posición hasta convertirse en volante, puesto en el que se ha convertido en una de las sensaciones de la Liga. “Para un jugador de arriba con esa calidad es más sencillo retrasar su posición. Tiene más espacio, más visión, más compañeros con los que combinar. En la cantera ya vimos cómo su posición se fue retrasando: primero de delantero a segunda punta, luego al centro del campo y en el filial llegó a ser incluso mediocentro defensivo. Para mí es un 8 o un 10”, cuenta Gómez, director deportivo durante los primeros años de Soler en la Academia.

Pako Ayestarán fue quien le introdujo en la dinámica del primer equipo el curso pasado, pero no se atrevió a darle la alternativa pese a llevárselo a la pretemporada el pasado verano. Cesare Prandelli le hizo debutar en Anoeta en diciembre de 2016 y fue Voro quien le asentó como pieza fija cuando el Valencia, cerca de los puestos de descenso, tocaba fondo. Su llegada fue un soplo de aire fresco para el equipo y para la hinchada de Mestalla, necesitada de una referencia, de un jugador con el que identificarse. “Su explosión se ha vivido con mucho entusiasmo en un año tan nefasto. Ahí surge su figura. La afición ha depositado su confianza en él, le ven como la base para recuperar el nivel del equipo”, dice Gómez.

"Es más importante que Parejo"

Soler suma 10 partidos consecutivos como titular y desde su eclosión suma 19 con la camiseta del Valencia. “Se ha hecho jugador de Primera muy rápido y se ganó el puesto desde el primer partido”, considera Gómez. Es un jugador vertical, con un físico portentoso, capaz de organizar el juego y también de finalizar (suma tres tantos), como demostró en la vaselina ante el Celta que le consagró. Maduro a los 20 años, se posiciona bien y es capaz de entender el juego como un veterano. “Es más necesario que Parejo”, se atreve a decir Gómez. Por todo ello, ya insustituible para Voro.

Tranquilo, humilde y con la cabeza muy bien amueblada, Soler se distancia del estereotipo del joven futbolista tatuado y obsesionado con la estética. El Valencia le blindó en enero subiéndole la ficha e incrementando su cláusula hasta los 30 millones de euros. Hoy (16.15, beIN LaLiga) volverá a ser una referencia en el partido frente al Madrid en el Bernabéu. En pleno derrumbe, el Valencia encontró en el canterano su nuevo escudo.

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