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Las Palmas respira a costa de un Betis en caída libre

Los de Setién comprometen el futuro de Víctor Sánchez del Amo en el equipo andaluz, que suma su tercera derrota seguida

Rafael Pineda
Adán salva ante Boateng.
Adán salva ante Boateng.Elvira Urquijo A. (EFE)

Las Palmas encontró la mejor medicina posible a su depresión deportiva. Casi sin pisar el acelerador, los de Setién rompieron su racha de dos partidos sin perder con un convincente triunfo ante el Betis, aliado de los canarios, con el norte perdido, sin apenas capacidad competitiva. Las Palmas, además, espantó esas malas sensaciones que le venían acompañando, aunque su juego no sea tan delicioso como en la primera mitad del campeonato. En su victoria ayudó la fragilidad defensiva del Betis, que cierra una semana dura, con tres derrotas consecutivas y una imagen bastante preocupante. Tanto, que la racha de un partido ganado de los últimos siete pone contra las cuerdas a Víctor Sánchez del Amo, un entrenador que apenas ha podido revitalizar a un equipo en plena caída libre. La goleada sufrida ante Las Palmas, como la de hace algunas jornadas en Granada, certifican que el proyecto del entrenador madrileño está finiquitado.

Al descalabro bético ayudó, lógicamente, la calidad de hombres como Viera, muy entonado, autor de un gol espectacular, así como el oportunismo de Boateng, aunque su gol llegara en fuera de juego. Salvados de cualquier peligro de descenso, los canarios podrán empezar a planificar la próxima temporada, ya sin Quique Setién.

En la cara de Rubén Castro, angustiada y triste, se reflejan todos los males del Betis. Un equipo roto, que vive de los errores de Osasuna, Granada y Sporting. Ni Poyet ni ahora Víctor han sabido relanzar a un grupo de jugadores que andan perdidos. Así se demostró ante un rival, Las Palmas, que llegaba al encuentro mostrando evidentes síntomas de decadencia. Con los deberes hechos, sus jugadores sestean ante un entrenador, Setién, con los días contados. Para ser sinceros, el Betis fue mejor durante 10 minutos, los primeros del partido, donde al menos tuvo la virtud de salir al terreno de juego más enchufado que los canarios, prácticamente en vacaciones. Hace tiempo que Las Palmas ha perdido chispa. Como por arte de magia, su toque, que antes era eléctrico, ahora es demasiado previsible, sin avanzar ni un metro. El Betis gozó en el primer minuto de una clara ocasión, por mediación de Álex Martínez. Pasados esos 10 minutos, el choque se espesó, con un Betis que no sabía qué hacer con el balón y un conjunto local incapaz de llegar con peligro a la meta del capitán Adán.

Fue Adán el que se salvó al Betis ante Boateng. Una ocasión en medio de un auténtico desierto de juego. Hasta que un minuto antes del descanso la defensa del equipo verdiblanco regaló el gol de todos los fines de semana. Víctor juega con tres centrales y ninguno de los tres impidió que un balón aéreo le llegara en franca ventaja a Vicente Gómez, que marcó ante la salida de Adán, que quizás pudo hacer algo más. El centrocampista canario disparó sus prestaciones con el gol después de pasarse todo el primer tiempo haciéndole faltas a Dani Ceballos, el único futbolista distinto del Betis.

Un gol en fuera de juego de Boateng a los 49 minutos puso el 2-0 y acabó con el partido. El Betis, un alma en pena, vagó como un fantasma ante el excelente toque de los canarios. Marcó Viera en una gran acción individual y el público canario vivió una noche de lo más plácida, con el primer gol de penalti de Jesé en Primera de regalo. El Betis, la viva imagen de la impotencia, sólo encontró algo de consuelo en el gol de Rafa Navarro, que cerró un partido triste para los andaluces y alegre para los canarios, con la temporada hecha y fuerte en su estadio. Los números no mienten. El Betis lleva 20 partidos seguidos como visitante recibiendo al menos un gol.

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