El Valencia basket arrolla al Hapoel y se cita con Unicaja en la final de la Eurocup

El Valencia Basket certificó su pase a la final de la Eurocopa (90-75) al arrollar en el tercer y definitivo partido de las semifinales a un Hapoel Jerusalem al que minimizó hasta casi borrarlo de la pista con una exhibición de inteligencia y energía, arropado por una grada abarrotada y entregada. Tras un inicio igualado, la rotación local empezó a desgastar a un rival que fió toda su suerte a Curtis Jerrells pero que exprimió tanto al base estadounidense que en parte lo neutralizó.

Así, el Valencia rompió el choque en el inicio del tercero impulsado por los puntos de Romain Sato y Rafa Martínez y la gran labor de Luke Sikma en ambos lados de la cancha Ambos equipos arrancaron atenazados por la presión pero con las ideas claras. Los locales, con un hiperactivo Sikma, trataron de hacer daño con sus interiores y los visitantes con los exteriores. Un par de triples de Jerrells metieron al Hapoel en el choque pero cuando Sato y Rafa Martínez empezaron a anotar, el Valencia se hizo con la iniciativa.

Tras dos semanas de baja, Guillem Vives reapareció para dar descanso a Van Rossom y lo hizo ayudado por el inteligente Fernando San Emeterio, que asistió y anotó sin descanso. Con ese panorama, Simone Pianigiani no pudo dar descanso a Jerrells pero no evitó que el Valencia abriera brecha. Con el apoyo de una Fonteta repleta, el Valencia trató de igualar la presión ambiental del viernes en Jerusalén.

El Hapoel se quejó del uso de la megafonía durante sus ataques y decenas de aficionados locales con pequeñas bocinas trataron de complicar los tiempos muertos de Pianigiani, aunque no con baterías, como pasó en Israel. Poco a poco el ambiente empezó a pasarle factura al Hapoel. Con Jerrells cansado, multiplicó sus pérdidas, dejó de anotar y el Valencia llegó al descanso con su máxima ventaja (44-32, m.20).

Nada más arrancar, el Valencia 'golpeó' de nuevo con un parcial de 8-0 que incluyó un triple de Sato y otro de Rafa Martínez, que puso al Hapoel al borde del abismo al llevar su desventaja hasta los veinte puntos. El equipo israelí no pudo reaccionar, ni pudo frenar los puntos de ambos exteriores ni superar la tela de araña defensiva que tejió Sikma (60-36, m. 25). El choque ya estaba decidido pues el Hapoel no encontró ninguna vía para recortar su ventaja ante un Valencia al que la confianza dio alas en ataque para aumentar su efectividad y desatar una fiesta en la Fonteta que se extendió hasta un buen rato después del final.