Athletic - Barcelona: Sortilegios frente a las estadísticas
Los de Valverde se agarran al espíritu de la Supercopa para enfrentarse a un Barça muy superior en San Mamés
Si no quiere deprimirse, el Athletic debe romper las estadísticas frente al Barcelona sin leerlas. Puede quedarse con el último título de la Supercopa, cuando goleó (4-0) al equipo de Luis Enrique en San Mamés y empató (1-1) en el Nou Camp. El resto no levanta el ánimo. En los últimos 20 años, solo le ha ganado cuatro veces en San Mamés, cambio de 11 derrotas y cinco cinco empates. Y en la Copa del Rey hay que remontarse a finales de los cincuenta del pasado siglo para encontrar dos eliminatorias ganadas por los rojiblancos, una en cuartos de final y otra en semifinales. Cierto que entre medio está la final ganada en 1984, pero aún pesan las tres últimas finales perdidas frente al equipo azulgrana en 2009, 2012 y 2015
No es fácil tener buenas estadísticas, al menos recientes, ante un rival como el Barcelona que visita el nuevo San Mamés por séptima vez en poco más de tres años. Demasiado pronto para algunos (octavos de final), mejor así para otros (tras los fiascos de las últimas finales). Por eso De Marcos, que será baja por lesión, apela al conocimiento más que a la estadística: "A veces le hemos ganado al Barça y sabemos como lo hemos conseguido", señalaba al término de un entrenamiento de la semana. Sin duda se refería al encuentro de ida de la Supercopa, cuando el Athetic desarboló al Barcelona con una goleada inusual, inesperada.
El Athletic está donde esperaba a estas alturas de la temporada. Bien situado en la Liga, es séptimo a tres puntos de la Champions, clasificado para 32º de final de la Liga Europa y vivo en la Copa del Rey tras eliminar al Racing de Santander. Sin embargo, el equipo ha encontrado más regularidad en sus resultados que en su juego. San Mamés ha sido su amparo y los desplazamientos, su martirio. Aduriz y Raúl Garcia marcan el paso en los goles y Beñat en el juego, pero el acordeón no acaba de sonar de forma acompasada. Su fútbol se ha hecho más directo y los centros frontales tienen tanto o más protagonismo que los laterales.
Pero el partido frente al Barça va a cargar la adrenalina de San Mamés, a sabiendas de que difícilmente conseguirá en el Nou Camp lo que no logre en la Catedral. El hecho de que el encuentro se dispute a vuelta del parón navideño repitió la liturgia de los argos viajes de Messi, Suarez y Neymar. Nunca el cansancio fue más invocado por los aficionados rojiblancos en busca de una mano de santo. Y es que frente a la terquedad de las estadísticas, buenos son los sortilegios
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