Benzema y Cristiano cobijan al Real Madrid contra el América
El conjunto de Zidane derrota a los mexicanos con un tanto del francés y otro del portugués y se clasifica para la final del domingo contra el Kashima
Apareció Benzema para cobijar al Madrid en la gélida –por la temperatura y también por el ambiente- tarde de Yokohama. Apareció cuando quedaban pocos segundos para que terminara la primera parte. Kroos se empeñó en filtrar un pase delicioso que el francés remató con el exterior. Los blancos parecen haberle cogido gusto a los últimos minutos y a los últimos segundos. Porque ya casi en el último suspiro del descuento, Cristiano anotó el 2-0. Tardó lo suyo el Real Madrid en doblegar al América. Además de luchar contra un conjunto mexicano muy organizado, también parecía luchar contra el frío. El termómetro marcaba seis grados, la sensación térmica era de bajo cero.
No fue un paseo para los blancos clasificarse para la final del domingo contra el Kashima. Andaban moscas, de hecho, en la expedición blanca esta mañana. Por la sorpresa que dio ayer el conjunto japonés al derrotar al Atlético Nacional y por la dificultad de adaptarse a un nuevo horario (ocho horas de diferencia con respecto a España), cambiar el chip y salir concentrados y enchufados en un ambiente nada futbolero.
Ausente Sergio Ramos por una sobrecarga, Zidane tampoco recuperó a Pepe (pequeñas molestias musculares). Jugó la misma pareja de centrales que en el derbi del Calderón: Varane y Nacho. En el medio, el técnico se reencontró con su medular favorita: Modric, Casemiro y Kroos. Entre las lesiones de unos y otros –primero el brasileño, después el croata y por el último el alemán-, no jugaban juntos desde mediados de septiembre. Lucas fue el elegido para hacer de Bale en un 4-3-3.
Zidane se pasó toda la primera parte pidiendo a Casemiro que adelantara las líneas, que sacara al equipo desde atrás. Tardó el Madrid en entrar en el partido, como si tuviera que romper un par de capas de hielo antes de sacar la nariz y descubrir a qué olía la tarde de Yokohama.
El estadio, desde luego, olía a todo menos a fútbol. Tiene una capacidad de más de 73.000 espectadores y hoy, en la semifinal, había un poco más de media entrada. La atmosfera era surrealista. En un fondo, unos pocos aficionados del Madrid (unos 700). En el otro, unos 2000 hinchas mexicanos que no pararon de cantar. Pero sonaba todo tan lejano que parecía que estuvieran en otro continente. Y en el medio, los demás: estaban en el fútbol como podrían haber estado en los caballos o en un museo. Llegaban señales de vida únicamente cuando Modric hacía una ruleta de la suyas. “Oooooooooh”, se escuchaba.
El gol de Benzema tranquilizó al Madrid y dejó al América fuera de combate. Los mexicanos, que habían tenido la posibilidad de adelantarse con un potente disparo de Da Silva, levantaron bandera blanca después del 1-0. O, al menos, dieron la sensación de no poder hacer más para perseguir el sueño de la final.
En la segunda parte el Madrid se asomó con bastante más continuidad y empuje al área de Moisés Muñoz. El portero mexicano desvió un remate de Cristiano tras el enésimo pase de Lucas Vázquez. El portugués lo intentó de nuevo de cabeza y el remate se transformó en un balón muerto que Modric remató de chilena. James relevó a Kroos en los últimos 20 minutos y Morata a Benzema en los últimos diez. El marcador volvió a moverse por empeño de Cristiano. Lo celebró el portugués un par de veces, lo que tardaron en decidir desde la sala de control con la ayuda del vídeo si había sido fuera de juego o no. No lo fue, finalmente, y Cristiano también tuvo su premio.
Sin grandes sustos, el Madrid solventó el partido y superó al primer rival para conseguir su tercer título de la temporada. El segundo llega el domingo y se llama Kashima.
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