Fernando Santos: “Se da demasiada importancia a la posesión del balón”
El seleccionador portugués campeón de Europa cree que Cristiano se merece el balón de oro
En julio, Fernando Santos (Lisboa, 1954) llevó a Portugal a lo más alto de su historia futbolística. Ganó la Eurocopa de Francia a la misma Francia. Durante su larga carrera, ha entrenado a los tres grandes clubes portugueses (Benfica, Sporting y Oporto). Ingeniero electrónico de profesión, une a su creencias técnicas una fe religiosa indesmayable. No perdona ni entrenamientos ni misa diaria. Fumador empedernido, frío en el análisis, respetuoso con todos, Santos nunca pierde el sentido de la cosas y sabe que los laureles duran un día.
Pregunta. Estrenaron el título europeo contra Suiza y perdió el primer partido en 14 encuentros. ¿Es más difícil la vida del campeón?
Respuesta. Cuando ganas un título siempre puedes pensar que todo es más complicado, no por ti, sino porque el adversario pasa a tener una perspectiva diferente, la ambición de poder vencer a los campeones. En ese sentido sí es más difícil, pero nosotros tenemos que estar preparados para eso.
P. Durante toda la Eurocopa se les criticó por practicar un fútbol defensivo.
R. No estoy de acuerdo con ese análisis. No soy hombre de estadísticas, pero si miramos a ese tipo de números que miden remates, saques de esquina, faltas... en la primera fase Portugal fue la mejor en esos aspectos, con la excepción de la posesión de balón, que solo nos ganaba España. No sé cómo se puede considerar defensivo al equipo que más remató.
P. Desde el primer día de concentración, usted dijo que solo regresarían a Portugal con la Eurocopa. ¿Fue el triunfo de la fe?
En la Eurocopa, Portugal no fue inferior a ningún equipo
R. Más allá de la calidad individual de los jugadores, que Portugal la tiene, para ganar se necesita cuatro aspectos: organización, concentración, pasión y confianza. Conseguimos todos comprender que nuestra creatividad solo nos llevaría a la victoria si conseguíamos igualar al adversario en esos cuatro aspectos.
P. ¿Fue una victoria del juego feo sobre el bonito, como se dijo?
R. Nadie gana jugando mal. Solo gana quien juega bien, y Portugal jugó bien en ataque y en defensa; lo de bonito y feo depende de los ojos que te miran.
P. Lleva en esto más de 30 años, ¿hacia dónde va el fútbol?
R. Cuando empecé a jugar teníamos dos factores esenciales, espacio y tiempo. La calidad técnica del pase marcaba mucho la diferencia entre equipos, porque el buen jugador tenía tiempo para pensar. La aplicación de la ciencia al fútbol cambió los entrenamientos, dio al jugador más capacidad atlética y el entrenamiento estratégico empezó a condicionar el espacio y el tiempo del adversario.
P. ¿Con quién comenzó?
R. Al primero que lo vi hacer fue a Cruyff. En los entrenamientos reducía el campo en pequeños cuadrados para reproducir el realismo de un partido y no dejarle al contrario mucho espacio para jugar ni mucho tiempo para pensar. Hoy el futbolista ya no tiene ni tiempo ni espacio. En el futuro los mejores jugadores serán los que consigan pensar antes.
En el futuro los mejores jugadores serán los que consigan pensar antes
P. ¿No tiene la sensación de que da igual ver a Inglaterra que a Brasil, de que todos juegan igual?
R. En el caso de las selecciones europeas eso es cierto porque la mayor parte de sus integrantes juegan en otras ligas y sus técnicos son extranjeros. Es cierto que en las divisiones inferiores inglesas se ha perdido el juego directo de área a área; la misma España también cambió. En mis tiempos de jugador, sentías el aliento del central español en el cogote, eran jugadores duros y marcajes al hombre. Pero en las competiciones de América y de África aún se aprecian estilos diferentes.
P. España dominó en las competiciones de 2008 a 2012, ¿pero ha dejado huella en la evolución del fútbol?
R. Rotundamente sí. En mi opinión lideró el fútbol europeo y mundial con Aragonés primero y Del Bosque, marcó una forma de jugar que influyó en selecciones y clubes. Una huella importante.
P. ¿Cuál fue?
R. Yo creo que no se ha dado el realce debido a lo que para mí es lo fundamental. Es verdad que era un equipo de mucha posesión, de mucho toque, mucha creatividad con jugadores fabulosos, pero el gran secreto de España no era ese. Lo fundamental era la reacción cuando perdía el balón; la transición del ataque a la defensa era fabulosa. Era un equipo muy bien estructurado, muy colectivo. A mí fue lo que más me impactó.
El ataque directo, el contraataque, parecen no ser armas del fútbol, y lo son
P. ¿El lado malo que nos deja es la mitificación de la posesión de balón?
R. Sí. Se le está dando demasiada importancia. Obviamente solo marca quien tiene el balón, ergo quien tiene más tiempo de balón más posibilidad de marcar, pero eso puede llevar a caer en el otro extremo. El afán por la posesión no puede eliminar la rapidez, la aceleración. El contraataque está en vías de extinción. Los equipos recuperan para conseguir la posesión y estar organizados; el ataque directo, el contraataque, parecen no ser armas del fútbol, y lo son.
P. Con el éxito de la Eurocopa, la concentración de Portugal se alargó 51 días ¿Cómo es convivir tanto tiempo encerrados con Cristiano?
R. Yo tengo una ventaja, fui el último entrenador de Cristiano en Portugal. Entrenaba conmigo en el Sporting antes de irse a Manchester con 18 años. Así es más fácil la convivencia; pero el entrenador también tiene que decir las cosas claras. Se dice siempre que juega quien trabaja durante la semana; esta no es una verdad tan absoluta, hay jugadores que van a jugar siempre, que tienen que jugar siempre, y además hay una aceptación natural por parte del grupo. Todos los jugadores de Portugal reconocen la importancia de Cristiano; por otro lado, Cristiano es el primero que quiere demostrar ese reconocimiento de sus compañeros con total humildad.
P. En España jamás pondríamos la palabra “humildad” muy cerca de Ronaldo…
R. Lo entiendo, pero si saliéramos del contexto actual quizás lo percibiríamos mejor: un chaval que sale con 11 años de una aldea de Madeira para vivir en una gran ciudad, él solo, que todo lo que aprende es por sí mismo, por su determinación, por su voluntad. Esa perseverancia personal muda el carácter natural de Cristiano. Sus orígenes son humildes, pero por absolutos méritos propios va progresando y entonces llegas a una altura en donde estás solo y te creas una coraza de autoprotección. Es una soledad que entiende bien un entrenador.
P. Parece raro hablar de Cristiano sin mentar a Messi...
R. Para mí Cristiano es el mejor, ahora bien, yo siempre he sido reticente a comparar genios. Da Vinci, Rafael, Miguel Ángel ¿Quién es mejor? Hay cuestiones de gustos. Pero si hablamos de este año, Cristiano es el mejor. Ganó la Champions y la Eurocopa. No hay duda de que este año Cristiano tiene que ganar el balón de oro.
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