El Sevilla Atlético, en puestos de ascenso directo
Los andaluces alimentan la tradición de los filiales en Segunda con su buen juego
Una media de 10.000 aficionados acuden al Ramón Sánchez Pizjuán a contemplar las evoluciones del Sevilla Atlético, filial del Sevilla, segundo clasificado en Segunda División y en puestos de ascenso directo a Primera después de derrotar al Almería (1-0, aunque no puede subir). “Es un equipo que merece ser visto, osado, que ha despertado la atención de nuestra gente”, aclara Pablo Blanco, coordinador de la cantera del Sevilla. Después de su ascenso la pasada temporada en una agónica tanda de penaltis ante el Lleida, el Sevilla ha derrotado a equipos como el Huesca, Zaragoza, Elche, Córdoba o Almería hasta alcanzar esta segunda plaza.
La base del equipo está compuesta en un 70% por futbolistas de la casa, caso del portero Caro (detuvo un penalti al Almería), los laterales Carmona y Matos, los centrocampistas Borja Lasso o Curro Sánchez, o el delantero Carlos Fernández. A ellos se unen futbolistas como Ivi, Carrillo, los hermanos San Emeterio o el recién fichado Gual, que han llegado como refuerzo. “Los chavales lo están haciendo muy bien. Me gusta que jueguen bien aunque lo más importante es promocionar jugadores al primer equipo”, aclara Diego Martínez, el joven entrenador de 36 años que dirige al filial. “El primer equipo del Sevilla es de calidad superior y es complicado que los futbolistas puedan instalarse en la primera plantilla, pero hay jugadores para ayudar”, matiza Blanco.
Diego Martínez, que admite emocionarse con el proceso creativo de Ferrán Adrià en la cocina, dejó el fútbol muy joven, a los 20 años, y está consolidando en el Sevilla una aceptable carrera como técnico. “Estamos bien con él”, admite Curro Sánchez, centrocampista que ya ha disputado cuatro partidos con el primer equipo. “Nos sentimos muy arropados jugando en el Ramón Sánchez Pizjuán con tantos aficionados viendo nuestros partidos”, añade. En el penúltimo partido en casa, ante el Elche, 12.000 espectadores se dieron cita en Nervión. Sólo Zaragoza, Córdoba y Levante metieron más espectadores en su estadio en esa jornada de la categoría de plata. Esos 12.000 sevillistas superaron a los 4.600 que se dieron cita en Eibar-Villarreal o los 10.922 que acudieron al Leganés-Real Sociedad en partidos correspondientes a Primera.
En 1984, el Castilla se proclamó campeón de Segunda empatado a puntos con el segundo, el Bilbao Athletic. Barcelona Atlético y Atlético Madrileño también compitieron en la categoría. En el fútbol de los años ochenta, esos cuatro filiales jugaron en Segunda en las temporadas 84-85 y 85-86. Sólo en España se admite la presencia de filiales en el estamento profesional. Nombres como los de Ochotorena, Sanchís, Butragueño, Míchel, Martín Vázquez, Pardeza o Butragueño provocaron el delirio de los aficionados del Madrid, que llenaban el Santiago Bernabéu para contemplar en directo a estos jóvenes jugadores. El Sevilla Atlético toma esta temporada el relevo con su buen fútbol.
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