Vitolo: “Mis goles son anecdóticos”

Se abre la puerta del vestuario y aparece Vitolo con cara de jugador de póker para recibir las condecoraciones. Es la rutina del epílogo de cada partido oficial de España desde que comenzó la fase de clasificación para el Mundial de 2018. El potente extremo canario se ha convertido en el hombre más resolutivo de la selección más sutil. La mezcla parece heterodoxa pero es tan vieja como el fútbol.

“Los halagos están bien porque este es mi trabajo pero los goles son una anécdota”, dice el protagonista, recién duchado y peinado con corte militar. Algo parecido dijo en León después de hacer el 4-0 a Liechtenstein, y en Turín, después de meter el 1-0 a Italia, y luego en Albania, tras la jugada que abrió el marcador, y finalmente en Los Cármenes, después de meterle el 2-0 a Macedonia y desfondar un partido trabado.

“Yo nunca me he caracterizado por meter muchos goles, pero en la selección estoy sumando”, dijo. “Esta vez se lo debo a Silva. Es un espectáculo jugar a su lado y le debo mucho porque desde que llegué a la selección él ha sido el que me ha guiado”.

“Está claro que para la confianza es bueno anotar goles y dar asistencias”, prosiguió, “pero lo importante es que gane la selección. Lopetegui, Sampaoli y Emery, mis últimos tres entrenadores, me han dado confianza. Cualquier jugador sueña desde chico con llegar a la selección y llegar a ser titular es una gozada”.

“Macedonia”, explicó, “se ha cerrado mucho. Había que abrir el marcador. Pensábamos que en la segunda parte bajarían la intensidad y lo hemos aprovechado”.

“Tiene técnica”

El seleccionador, Julen Lopetegui, reivindicó la figura del atacante del Sevilla. “Vitolo está teniendo un rendimiento muy bueno porque tiene técnica y ganas de aprender”, dijo, cuando le preguntaron por el inesperado goleador. La referencia a la técnica no fue baladí. Las dudas sobre la sutileza del toque de Vitolo, jugador de apariencia tosca, habían salpicado sus primeras titularidades.

Lopetegui le defendió y su respuesta fue excepcional en unas condiciones completamente distintas de las que había encontrado en el Sevilla de Emery. En cuatro partidos demostró que las sospechas eran infundadas. Con espacios para correr o sin espacios, obligado a jugar a dos toques, el canario explota con tenacidad su olfato para el desmarque. Contra Macedonia, se coló en el segundo palo para meter el gol.

“Éramos conscientes de que el partido iba a ser nervioso”, advirtió Lopetegui. “Ellos dejan descolgados a Pandev y a Nesterovski, y han jugado con Aliovski, que es otro delantero, tirado a la banda izquierda. Han estado muy desinhibidos, tienen velocidad arriba y eso hizo que tuvieran sus situaciones. Pero también nos ayudó a encontrar más huecos. Lo intentamos aprovechar y la consecuencia ha sido este resultado contundente”.

“Teníamos la duda de jugar o no con línea de tres”, dijo el técnico. “Nuestra idea era ser profundos con los laterales para crear dos contra uno. Cuando lo conseguimos hicimos daño”.

Nacho Monreal lo aprovechó proyectándose y metiendo su primer gol con la selección. “No estoy acostumbrado a meter goles”, dijo, sonriendo. “Es un momento muy curioso. ¡No sé cómo celebrarlo: si tirarme al suelo, o si abrazarme a los colegas!”.