Mourinho y Guardiola se citan en el bache
Un nuevo derbi de Manchester entre United y City define esta noche el pase a cuartos de final de la Copa de la Liga y ahondará en la crisis de uno de los dos equipos
Y después de todo, del partido del mes pasado en Old Trafford, de tantos achaques, de cinco partidos sin conocer la victoria para uno, de sumar dos puntos de nueve en la Premier para el otro, Pep Guardiola y Jose Mourinho vuelven a verse las caras este miércoles (21 horas) en el Teatro de los Sueños. Como les gusta pregonar a los juglares del no va más “solo puede quedar uno” porque en juego está, a partido único, el pase a los cuartos de final de la Copa de la Liga. ¿Una competición menor para dos colosos como Manchester City y Manchester United? Es posible. Pero Guardiola ya se ha apurado a darle un trascendente contexto al partido: “Es una final”.
Tres plazas pendientes para cuartos de final con Benítez entre los clasificados
La Copa de la Liga es el tercer torneo en importancia en el fútbol inglés y concede al ganador el pase a la Europa League de la campaña siguiente. La disputan los equipos de las cuatro primeras divisiones, 92 en total y se juega a partido único excepto en las semifinales, que se definen a ida y vuelta. A diferencia de la Copa tan solo la final se juega en fin de semana, detalle que alerta sobre su rango menor respecto a las dos competiciones más granadas de las islas.
Cinco equipos se clasificaron ayer para los cuartos de final. El Arsenal superó al Reading (2-0), el Liverpool al Tottenham (2-1) con dos goles de Sturridge y alineaciones en ambos clubs plagadas de habituales suplentes, el Hull ganó a domicilio al Bristol (1-2) y dos equipos de la Championship garantizaron su presencia entre los ocho mejores: el Leeds United empató (2-2) con el Norwich y ganó en los penaltis y Rafa Benítez avanzó con su Newcastle tras golear (6-0) al Preston.
Esta noche además del duelo de Old Trafford entre los dos principales equipos de Manchester, se enfrentan West Ham United y Chelsea en el estadio olímpico de Londres y el Southampton recibe al Sunderland para completar la cuarta ronda y definir los ocho billetes para cuartos de final.
Al técnico catalán le hubiera gustado emplear la cita para dar vuelo a alguno de los sobresalientes de su plurinacional cantera. Ahí están, ya en la órbita del primer equipo, futbolistas españoles de talento como Angeliño, Maffeo o Aleix García. Un poco más abajo, el malagueño Brahim Díaz, que ya debutó este año con Guardiola en la ronda anterior de Copa de la Liga ante el Swansea. “Podría sacar de inicio a tres, cuatro o cinco chicos, pero no es lo ideal en este momento. Hay que protegerles”, explica Pep. Con todo, habrá novedades. Kevin de Bruyne salió mal parado tras la última jornada de la Premier y descansará con vistas a llegar al partido del fin de semana contra el West Bromwich Albion. “La gente está cansada”, confió Guardiola tras el último entrenamiento de su equipo. “Pero un derbi es un derbi”, advierte. Si pierde esta noche en Old Trafford, habrá superado su peor racha sin conocer la victoria como entrenador que data de febrero y marzo de 2009 cuando, con el Barcelona, empató con el Betis, cayó en casa con el Espanyol, empató con el Lyon, perdió en casa del Atlético e igualó en Mallorca.
Enfrente la posición de Jose Mourinho es más delicada. Al fin y al cabo el Manchester City es el líder de la Premier League y disputa la Liga de Campeones. Su vecino juega la Europa League tras su mala campaña anterior y en esta transita lejos de los puestos europeos en la competición doméstica, a cinco puntos del quinto y el cuarto, Tottenham y Chelsea, y a seis de la cabeza, donde empatan City, Arsenal y Liverpool. Cualquier comparación daña a Mourinho, que tiene cinco puntos menos que el criticado Louis Van Gaal a estas alturas de la campaña pasada, y se sitúa a la par de los números de David Moyes, fulminado apenas unos meses después de llegar al Manchester United.
Los problemas se le acumulan a Mourinho, también los debates sobre el rendimiento que extrae a futbolistas carísimos como Ibrahimovic o Pogba. Al francés trata de buscarle un espacio en el que pueda ofrecer su mejor versión, incluso lo ha probado en la mediapunta. “Tiene un potencial increíble y podría ser incluso un magnífico defensa central, pero tiene que readaptarse al fútbol inglés tras los años que pasó en Italia”, incide el técnico de Setúbal. Entre los hombres que debe reactivar figura Wayne Rooney, que ha transitado hacia la suplencia, o el armenio Mkhitaryan, representado como Ibrahimovic y Pogba por Mino Raiola, y por el que el club pagó 42 millones de euros el pasado verano al Borussia Dortmund y que apenas ha tocado bola, sin haber completado siquiera un partido en lo que va de temporada, lastrado entre leves lesiones e incomprensiones.
En medio de todas esas dudas. Mourinho lanzó esta semana alguna más sobre su integración en Manchester. Durante una entrevista con el canal televisivo Sky Sports mostró su desagrado por la calidad de vida que tiene porque por primera vez está alejado de sus hijos, que ya tienen 20 y 17 años de edad y hacen su vida en Londres. Su esposa va y viene entre ambas ciudades y Mourinho se encierra tras el trabajo en una habitación de un lujoso hotel del centro de Manchester. Hoy saldrá de ella para encontrarse de nuevo con Guardiola vecino a un banquillo. Se han enfrentado en 17 ocasiones y el portugués apenas ganó en tres, pero dos de las más sonadas fueron en torneos coperos: la eliminatoria en la que el Inter atrincherado en el Camp Nou enfocó hacia el título alzado en el Bernabéu justo antes de la llegada de Mourinho al Real Madrid y, ya de blanco, aquella final de Valencia con gol de Cristiano Ronaldo en la prórroga. El último partido que les enfrentó, el pasado mes de septiembre, lo ganó el City en Old Trafford (1-2).
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