Más modernidad, menos familiaridad

“¿Te gustó la comida?”, le preguntó Piatti a Demichelis, que acababa de salir de la Ciudad Deportiva Dani Jarqué. “Sí, me encantó”, le contestó el central. “Viste, te lo había dicho. Está buenísima”, se reafirmó Piatti. Desde que Quique Sánchez Flores se hizo cargo del Espanyol transformó la alimentación de sus jugadores. “Antes cuando nos quedamos a almorzar en el club todas las comidas tenían el mismo gusto. Ahora comemos de lujo. Dos primeros, un segundo. Ya no me dan ganas de ir a casa”, explica Víctor Sánchez. El encargado de cuidar la dieta de los muchachos de Quique es Francisco González Aranega. Un reconocido chef de Cataluña, que fue jefe de cocina de Semon y ofició en diversos eventos junto al mítico Ferran Adrià. “Trabajar con gente joven es un placer. Te da energía. Lo difícil es que no se aburran de la comida. Hay que ser creativo”, cuenta González Aranega, Paco para todos en Sant Adrià.

Pero la revolución de Quique en Sant Adrià no terminó en la cocina. Se remodelaron los vestuarios de la Ciudad Deportiva y del estadio de Cornellà (según el cuerpo técnico tenía las taquillas muy separadas y los jugadores tienen que estar bien cerca los días de partido para fortalecer al grupo), compraron nuevas máquinas para el gimnasio (ahora está al lado del camerino; antes, pegado a una de los campos de entrenamiento) y se amplió la zona donde se realizan los trabajos de recuperación. “Ahora es un placer estar en la NASA —como le dicen los jugadores blanquiazules a la sala de masajes—. El suelo es de césped sintético. Todo es moderno. Todo se ha profesionalizado mucho”, sostiene Víctor Sánchez. Y completa el capitán Javi López: “En el fútbol actual cada vez hay más preparación. Se cuidan más los detalles. En eso estamos nosotros. Necesitábamos evolucionar. Esto favorece al jugador, desde el nuevo gimnasio y el vestuario, hasta el tema de la alimentación”.

En el entorno de Quique lo tienen claro: “Todo lo que se hace es para que el jugador este cómodo, feliz. Ellos tienen que sentirse a gusto en el club todo el tiempo y en cualquier sitio”. El grupo de trabajo de Sánchez Flores también incorporó tecnología a los entrenamientos y ahora todos los jugadores se ejercitan con GPS. “Enseguida nos damos cuenta que futbolista está cargando más el peso sobre una pierna. Y a los más jóvenes les encanta, después de cada trabajo miran en el ordenador sus números”, explican en la Ciudad Deportiva.

“Nos gusta trabajar de una determinada manera. Tenemos nuestro método, que forma parte de un concepto. La alimentación de los futbolistas, sus áreas de trabajo y los ejercicios que realizamos nosotros en los entrenamientos obedecen a este concepto. Nuestra idea es sacar el máximo rendimiento a todas las áreas. Todo es en beneficio del jugador, que, en definitiva, es en beneficio del club”, explican desde el cuerpo técnico. “Quique venía de trabajar en Inglaterra. Quizás si hubiese llegado del Getafe sus ideas en cuanto a la organización hubiesen sido diferentes”, opina Víctor Sánchez. Quique tiene las llaves del club y ordena la casa a su manera.