España retorna al Grupo Mundial de la Copa Davis
Nadal y Marc López vencen en el dobles a Paes y Myneni (4-6, 7-6, 6-4 y 6-4) y el cuadro de Conchita Martínez jugará el próximo año en la élite por equipos tras descender hace dos años en Brasil
A pesar del calor y la humedad de Nueva Delhi, del extraordinario manual que exhibió el abuelo Leander Paes en el turno de dobles, España logró el objetivo: el próximo curso, después de dos años a la sombra, volverá a desfilar entre las potencias del tenis internacional. Solo faltaba el broche, la rúbrica a la eliminatoria contra India, y la pusieron Rafael Nadal y Marc López. Venció el dúo español a Paes y Saketh Myneni (4-6, 7-6, 6-4 y 6-4, después de 3h 23m) y se subió de nuevo a la gran pasarela del Grupo Mundial. Es decir, recuperó su estatus, la porción de jerarquía que perdió con el descenso de 2014.
Tras los triunfos de Feliciano López y David Ferrer en la jornada inicial, España afrontaba su primera opción para cerrar la serie y para ello pudo contar con Nadal, que un día antes no pisó la pista debido a unos problemas gástricos. Con el ok médico, el mallorquín volvió a formar con Marc, con el que ganó el oro olímpico en Río, y ambos lograron un meritorio triunfo, puesto que en los últimos años al equipo español se le ha resistido el formato de dobles y enfrente estaba además el consagrado Paes, doblista de máximo pedigrí.
Ofreció este (43 años) un recital en la red, una lección magistral con la volea. Y es que el hindú es, junto al italiano Nicola Pietrangeli, el tenista que más triunfos por parejas (42) ha logrado en la Davis. Sin embargo, deberá jugar al menos un cruce más para hacerse con el récord, ya que Nadal y Marc se impusieron a su librillo y a unas duras condiciones climatológicas que les obligaron una y otra vez a cambiarse de camiseta y a echar mano del agua y el hielo.
El pulso comenzó cuesta arriba, porque el tándem indio se llevó el primer parcial y Paes entró muy rápido en combustión para compensar, dicho sea de paso, las carencias de compañero. Sobre este incidieron Nadal y Marc, incisivo el primero y astuto el segundo, cada más sólidos conforme avanzaba el reloj y se vislumbraba el objetivo. La firmeza para asegurarse el tie break del segundo set se estiró en el tercero, pero en el cuarto el escenario se comenzó a complicar. La derecha quirúrgica de Paes abrió hueco y la alianza española se encasquilló durante algunos momentos, especialmente cuando desperdició dos opciones de rotura y del posible 2-3 se pasó al 1-4 adverso.
Después de dos años en el fango, de seis cruces en casas ajenas, la Copa Davis volvió a deparar alegría y no sarpullidos
La amenaza ante un posible desembarco en la quinta manga impulsó la reacción. Nadal estimuló el drive y Marc tiró de manual, interpretando a la perfección la situación y, en consecuencia, intentado hacer daño por la vía de Myneni. Este, 119 del ranking, falló varias voleas fáciles y habilitó la doble rotura de España, al sexto y al octavo juego. La dinámica de la velada cambió por completo y el anhelo de regresar al Grupo Mundial por fin llegó. Nadal, Marc, Feliciano, Ferrer; todo el staff español elevó los brazos hacia la noche de Nueva Delhi, marco del resurgimiento.
Y en este, por encima de todo, tiene mucho que ver la capitana, Conchita, capaz de compactar un equipo desmembrado y de reclutar otra vez a los mejores jugadores. Con ella en el banquillo, el compromiso también regresó. Terminó el debate y se recuperó la unión. Ahora, España volverá a estar entre las mejores, en el espacio digno para una generación fantástica de tenistas que lucharán por la Ensaladera el próximo curso. Después de dos años en el fango, de seis cruces en casas ajenas, la Copa Davis volvió a deparar alegría y no sarpullidos para el tenis español. Por fin.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.