Simeone: “Debo estar lo más lúcido posible”

El Atlético inicia contra el Alavés una temporada marcada por la nostalgia que produce la que será la última Liga en el Vicente Calderón. Diego Pablo Simeone, idolatrado allí como jugador y entrenador, no es ajeno a la demolición de ese estadio en el que el club ha vivido los mejores años de su historia desde que se inauguró el 2 de octubre de 1966. “Es el primer partido de los últimos que vamos a vivir en el Calderón, habrá sensaciones y entusiasmo y alegría”, advierte el técnico.

Después de ese período para reflexionar que convulsionó al mundo Atlético tras aquella rueda de prensa de Milán, Simeone busca cómo volver a motivar a un grupo para que soporte su exigencia. Una plantilla, que según él mismo asegura, es “más equilibrada y competitiva” que la del curso pasado, y eso le obliga a estar “lo más lúcido posible”. Así pues, Simeone deja vislumbrar una doble tarea: por un lado encontrar cómo tocar la fibra colectiva para competir por todo y por otro, como manejar decisiones que dejarán a jugadores de mucho peso en el banco o en la grada.

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El reseteo de Simeone

Simeone tiene en parte lo que pidió: un lateral, Vrsaljko, para competir con Juanfran, un jugador de banda, Gaitán, aunque quiere otro más (¿Vítolo), y un delantero, Gameiro, aunque en este último caso, su opción era Diego Costa. Los 60 millones que el club ofertó por el hispanobrasileño fueron rechazados por el Chelsea, así que Gameiro ha sido el elegido para tratar de corregir el fiasco que fue Jackson Martínez. “Los chicos nuevos han trabajado bien. Gaitán tiene un talento importantísimo, nos va a dar un salto de calidad enorme en cualquier rol que le pongamos. Se asocia bien, tiene visión y gol y eso le hace un jugador que tendrá minutos importantes. Vrsaljko llego de Italia tras un buen trabajo allí, tiene situaciones que mejorar, pero ha venido con mucha ilusión de competir con Juanfran. Gameiro, es un delantero, profundo, importante, fuerte, y con una velocidad corta que trataremos de aprovechar”.

“No creo que cambiemos mucho”, advierte el técnico, “partimos de un 4-4-2, pero no creo que hayamos sostenido un mismo sistema durante los partidos. Siempre cambiamos en consecuencia de lo que vemos en el campo y en el rival o para defendernos de algo que no hacemos bien, Tenemos futbolistas que están preparados para cambiar, que no es fácil, y eso hace que la estructura sea difícil de variar. Todo esto siempre con un mismo estilo, que es ir para adelante”.