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España - EE UU: “Sentir su respeto es una victoria”

Juan Carlos Navarro y Sergio Llull rememoran los duelos ante los estadounidenses en las finales olímpicas de Pekín y Londres y la fórmula de la selección

Faustino Sáez
Llull y Navarro se abrazan tras la victoria a Francia.
Llull y Navarro se abrazan tras la victoria a Francia. JORGE ZAPATA (EFE)

Juan Carlos Navarro (Sant Feliu de Llobregat, Barcelona, 36 años) lleva tres lustros ganando medallas para España, suma 235 internacionalidades (a solo cuatro de Epi) y disputa en Río sus quintos Juegos. Sergio Llull (Mahón, Menorca, 28 años) debutó en 2009 con la selección, ha ganado cinco medallas en siete campeonatos y vive en Brasil su segundo torneo olímpico. La primera conquista del azulgrana llegó con el bronce en el Europeo de Turquía en 2001, la última del madridista con el oro continental de 2015 en Lille que otorgó a España el billete olímpico. Hace cuatro años, en Londres 2012, exploraron juntos los límites de la última frontera para este grupo de leyenda. Fue la tercera final olímpica de la selección española ante EE UU, la segunda consecutiva; otra plata de ley tras la mítica de Los Ángeles 1984 y la estratosférica de Pekín 2008. Esta noche (20.30, La1), en la reedición en semifinales del histórico duelo con el dream team, se juegan el colofón de la irrepetible generación de los júnior de oroy la consagración de un modelo que desde comienzos de siglo retroalimenta un podio infinito.

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Pregunta. ¿Se aprende a ganar o se nace ganador?

Sergio Llull. En la élite hay siempre mucho talento, pero lo que marca la diferencia es el carácter. El carácter ganador no se enseña, se tiene. No nos gusta perder y por eso lo damos todo para alcanzar los objetivos. La ambición de esta generación es máxima. Año tras año se han ido incorporando piezas y ha seguido funcionando todo. Cuando llegas aquí y ves lo que hacen, cómo entrenan y cómo juegan Navarro, Pau, Felipe… tienes que darlo todo para estar a su nivel. Los que hemos ido llegando hemos tenido fácil integrarnos y adaptarnos porque el ambiente fuera de la pista es especial. Esa es la gran clave. Después ha habido que entrenar mucho y tirar muchas veces a canasta. No entran solas.

Juan Carlos Navarro. Este grupo es único. Llevamos 15 años a un altísimo nivel y eso solo se consigue con hambre, ganas y mucho compromiso. Hemos sido ejemplo en la pista y fuera; en nuestros clubes y en la selección. Aquí nunca hemos venido a pasar el verano sino a trabajar duro y a mejorar siempre. Los oros de Varna y Lisboa nos dieron el primer empujón y nos pusieron en el escaparate, pero luego hay que seguir trabajando. Éramos un grupo muy bueno, pero nos lo hemos currado mucho. Por aquel entonces Pau no era un jugador muy importante y mira dónde ha llegado luego. Después, en el Mundial de Japón, dimos el salto definitivo. Aquel título es quizá lo más grande que he hecho en el baloncesto. Rompimos barreras y para las demás selecciones de otros deportes nos convertimos en un referente.

S. Ll. Yo en los Mundiales tengo una espinita clavada porque tanto en Turquía [2010] como en España [2014] caímos en cuartos. El año pasado lo que hicimos en Lille ante Francia en semifinales del Eurobasket fue grandísimo, pero me quedo con las dos medallas olímpicas. No estaba en la de Pekín, pero las dos fueron espectaculares. Les tuvimos ahí.

Navarro ante Francia
Navarro ante FranciaSean M. Haffey (Getty Images)

J. C. N. Fueron dos partidos muy guapos. Históricos. Yo creo que les tuvimos más cerca en la de Pekín que en la de Londres. El triple de Carlos Jiménez nos pudo poner a tres puntos y meternos en la pelea hasta el final. Son partidos que sueñas jugar. ¡Un dream team!, ¡Otro dream team! Y nosotros ahí peleándoles el oro hasta el último momento.

S. Ll. Recuerdo el respeto que nos tenían. Como siempre, venían de ganar partidos por 40 y 50 puntos, con algún mate y alguna filigrana de más y con nosotros tenían caras de “hostias, estos tíos nos pueden ganar como no nos pongamos las pilas”. Sentir ese respeto y discutirles la final fue inolvidable. Es una victoria.

J. C. N. Se ha ido igualando el baloncesto europeo y el estadounidense. Ahora con el boom de los contratazos de este verano se ve que miran mucho a Europa para buscar talento y muchos jugadores de aquí son importantes en la NBA.

S. Ll. El talento está igualado, pero físicamente siguen un escalón por encima y ahí está la diferencia.

J. C. N. Aquí siempre hemos sido más innovadores a nivel táctico, pero físicamente siempre están por encima sí. Hay un grupo de 40 o 50 jugadores que aún están por encima de cualquier jugador europeo. Eso sí, sin los mejores de esos 40 o 50, son más alcanzables, sin duda.

S. Ll. Si hubiera que diseñar el jugador perfecto tendría el cuerpo de LeBron James. Con eso tendríamos mucho ganado.

J. C. N. Yo le pondría la cabeza y la ambición de Pau y tu fuerza y tu ímpetu. Y, sobre todo, que no tuviera mis pies.

S. Ll. Los pies no sé, pero yo me quedo con tu tacto para tirar esas bombas, para elegir el momento en las penetraciones a canasta, para tirar los triples…para todo. Este señor, además de ser el capitán, es el líder silencioso de esta selección. No es muy hablador ni es muy de charlas, pero predica con el ejemplo y siempre está ahí. No hay más remedio que seguirle e ir a por todas. Es uno de los grandes referentes que nos han marcado el camino. Después, Raúl López siempre ha sido un espejo para mí. Me ayudó mucho cuando llegué al Real Madrid y siempre quise aprender de él.

Llull, ante Parker
Llull, ante ParkerMARK RALSTON (AFP)

J. C. N. Yo cuando empecé tenía también compañeros de equipo como Dueñas o Nacho Rodríguez. También estaban los Albertos [Herreros y Angulo] que también me ayudaron mucho. Cuando llegué, en Sídney 2000, fue un año complicado y se preocuparon mucho por integrarme. Deportivamente no fue muy bien, pero ahí ya comenzamos a coger el relevo de los que abrieron camino con la plata del Europeo del 99 ante Italia.

S. Ll. Este grupo tiene mucha gente con la cabeza muy bien amueblada. Hemos sabido alejar el conformismo y no pararnos nunca cuando llegaron los primeros éxitos.

J. C. N. Estos Juegos pueden ser los últimos para los jugadores de mi generación y pueden ser el colofón perfecto. Pero si estamos bien físicamente igual también hay ganas de seguir. Con la mentalidad que tenéis los que venís por detrás seguro que vais a estirar esto. Es ley de vida y daréis el paso que dimos nosotros cuando nos tocó.

S. Ll. Lo bueno es que el relevo empezó hace años. No será un cambio drástico de cambiar 12 jugadores de golpe. Nosotros hemos tenido la suerte de aprender de la generación del 80. No hay mejores maestros. Jugadores como ellos son irrepetibles y les vamos a echar de menos seguro cuando lo dejen, pero daremos un paso adelante para mantener este recorrido.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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