Schwazer recurre al TAS para poder ir a los Juegos de Río
El marchador italiano, sancionado por dar positivo por testosterona, pide la cautelar convencido de que las muestras han sido manipuladas
“Yo no me he dopado, así que esta sustancia o me la han suministrado días antes del control o ha sido manipulada. Yo sigo entrenándome estos días porque para ganar los Juegos no necesito doparme. He demostrado que soy el mejor en esta disciplina. Llevo cuatro años luchando para poder estar en Río, he dado mi disponibilidad para controles las 24 horas, más no he podido hacer”, explicaba este miércoles Alex Schwazer en una rueda de prensa convocada en Vipiteno (Norte de Italia).
El marchador italiano de 31 años, suspendido por segunda vez por dopaje –el contraanálisis confirmó la semana pasada su positivo por testosterona- presentará este viernes un recurso al TAS (Tribunal Administrativo del Deporte) de Lausana para que se le conceda la suspensión cautelar y pueda ir a los Juegos Olímpicos. Él, su abogado (Gerhard Brandstatter) y su entrenador, Sandro Donati -que lleva una vida luchando por el deporte limpio y que fue apartado de la selección italiana por negarse a que sus atletas se doparan- están convencidos de que la testosterona encontrada en la orina de Schwazer no es del atleta. Para demostrarlo han solicitado a la IAAF (Federación Internacional de Atletismo) la prueba de ADN.
En el recurso ante el TAS, Donati y el abogado han hecho hincapié en varios aspectos, entre ellos que las muestras no eran del todo anónimas ya que llevaban el nombre del pueblo de Schwazer como lugar de recogida en lugar de poner simplemente el país (Racines tiene 4.000 habitantes y no hay más atletas que él), así como que tardaron 22 horas en ser entregadas al laboratorio de Colonia (los análisis son del 1 de enero y, al ser festivo, fueron entregadas el día 2). “No sabemos dónde fueron a parar durante 15 horas. No hay rastro de documentación sobre su paradero, salvo que fueron depositadas en la oficina de los inspectores. Suponemos que en Stuttgart, pero tampoco sabemos”, afirma Donati en conversación telefónica.
El laboratorio de Colonia analizó las muestras y las consideró negativas. Así lo registró también en el sistema ADAMS (el entorno WEB de los deportistas en el que, entre otras cosas, informan sobre su localización y conocen sus resultados de control de dopaje). No consideraron sospechoso el valor de 3,46 de epitestosterona (testosterona externa, es decir, no producida por el organismo) que encontraron. La relación normal entre testosterona y epitestosterona es de 1-1 y las normas permiten hasta un 1-4. “Era una cantidad tan mínima que la atribuyeron al consumo de alcohol [día siguiente a la nochevieja] ya que el alcohol libera una cantidad mayor de testosterona”, explica Donati.
La IAAF, sin embargo, sí consideró sospechoso ese valor y pidió analizar las muestras con un examen más caro (el IRMS) que permite testar y detectar la testosterona sintética. La que, finalmente, se encontró en la orina Schwazer y certificó su positivo. “¿Por qué la IAAF pide analizar una muestra que dio negativo? ¿Por qué tardan más de un mes en comunicar un positivo?”, se pregunta Donati. El laboratorio comunicó a la IAAF el positivo el 13 de mayo y la IAAF no lo comunicó a Schwazer hasta el 20 de junio.
Novela de espionaje
Schwazer, que fue campeón olímpico de 50 km en Pekín, se perdió los Juegos de Londres por EPO. Dio positivo justo antes de desplazarse a Inglaterra. Fue sancionado 3 años y 8 meses y volvió a competir el pasado mes de mayo ganando la Copa del Mundo en Roma. La historia de su segundo positivo (en el primero sí admitió haber recurrido a la EPO) se está convirtiendo en una novela de espionaje en la que aparecen extraños correos anónimos y llamadas con extrañas advertencias.
Las ha denunciado Donati, su técnico. Públicamente y también en las oficinas de los Carabinieri. Este jueves ha sido convocado por la Commissione Antimafia (Comité antimafia). Cuenta el técnico de Schwazer -que colaboró para destapar la base de datos de un médico italiano que colaboraba con la IAAF que recogía valores hemáticos sospechosos de centenares de atletas, entre ellos muchos rusos- que antes de la Copa del Mundo en Roma (50 km) del pasado 8 de mayo y antes de la prueba de 20 km disputada en Coruña el pasado 28 de mayo recibió dos llamadas. Todas quedaron registradas.
“En la primera se me dijo que Alex tenía que llegar segundo detrás de Jared Tallent [el campeón olímpico de Londres] y en la segunda que Alex no respondiera a los ataques de los chinos. En Roma le dije a Alex que parara y bajara el ritmo pero no me hizo caso y se impuso delante de Tallent. En Coruña sí le dije que no respondiera a los ataques de los chinos: uno se retiró, pero el otro efectivamente atacó y Alex entró segundo. Lo frené y me hizo caso”, cuenta Donati que a finales de abril también recibió un correo electrónico, en inglés, de una tal Maria Zamora.
“Me decía que tenía unos papeles que tenían que ver conmigo y que un catedrático alemán afirmaba que yo había tapado el dopaje de los rusos. También me decía que yo mantenía contactos con un agente ruso llamado X. Me pedía 3.000 euros para entregarme la documentación. Le contesté diciendo que en la vida había tapado nada y mucho menos de los rusos. Llevé el correo a los carabinieri y se lo enseñé a un alto cargo de la WADA [Agencia Mundial Antidopaje]. Me dijeron que no me preocupara y que me olvidara del asunto. Nadie conocía a la tal Zamora. Pregunté también en Alemania por el supuesto catedrático, pero nada tampoco”, añade.
Hace 19 años la muestra de orina una atleta entrenada por Donati (Annamaria Di Terlizzi) fue manipulada con cafeína para que diera positivo. Mañana Schwazer presentará el recurso ante el TAS sin demasiadas expectativas. La inscripción para los Juegos de Río termina el día 18.
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