El gran salto de Deschamps
Alma de la Francia campeona en 1998 y 2000, el vasco busca ante Islandia la primera clasificación gala para la semifinal de un gran torneo de la última década
Didier Deschamps afronta su segunda gran prueba desde que se hiciera con el banquillo de Francia después de la Eurocopa de 2012. Alma de la selección campeona del mundo en 1998 y de Europa en 2000, el técnico desea dar el primer gran salto de la selección gala en la última década: la clasificación para la semifinal de un gran torneo después de que Francia fuera subcampeona mundial en Alemania 2006. Para lograr este objetivo, sus jugadores deben superar a una de las sensaciones del torneo, la incansable Islandia.
“Hay mucho respeto por mi parte y por parte de los jugadores por todo lo que ha hecho Islandia. No están en cuartos por casualidad”, destacó Deschamps en la rueda de prensa previa al partido en el estadio de Saint-Denis, al que llegó en helicóptero desde la concentración de Clairefontaine junto al portero Lloris. Deschamps sabe lo que tiene entre manos. Jamás menospreciará a un rival que ya se ganó su respeto cuando era jugador de Francia.
El 5 de septiembre de 1998, la campeona del mundo abría la fase de clasificación para la Eurocopa 2000, que posteriormente ganaría, con una visita al feudo de Islandia. Francia no pasó del empate a uno. “Nos han bajado a la tierra”, afirmó Deschamps, capitán de ese equipo que se estrelló ante los islandeses.
En Francia se respeta mucho a los conjuntos nórdicos. Sobre todo, porque su experiencia no ha sido demasiado buena en los compromisos ante equipos de estas latitudes. Una de las mejores generaciones de futbolistas franceses cayó, por ejemplo, ante Dinamarca en la Eurocopa de 1992 en el último encuentro de la primera fase. Dirigidos por Michel Platini, jugadores como el propio Deschamps, Cantona, Boli o Papin perdieron una buena ocasión de comenzar a dar éxitos a Francia. Más recientemente, el conjunto galo sub 21 fue eliminado en los Europeos de 2013 y 2015 por Noruega y Suecia, respectivamente. La maldición nórdica, por lo tanto, se acentúa en un equipo que llega al encuentro ante Islandia con las bajas de Rami y Kanté por sanción.
Umtiti, recién fichado por el Barcelona del Lyon, y Cabaye serán los encargados de sustituir a uno y otro. Reacio a entrenar la tanda de penaltis, Deschamps desea meter a Francia en las semifinales de un gran torneo 10 años después. Su equipo estuvo cerca en el Mundial de Brasil 2014, aunque Alemania, posterior campeona, apeó a un todavía joven equipo galo con un gol de cabeza de Hummels en el estadio de Maracaná.
El desquite de Evra
El técnico vasco quiere más y Francia está obligada a terminar entre las cuatro primeras de un gran torneo. Está siendo larga su travesía del desierto. Tras el subcampeonato de 2006, quedó eliminada en la primera fase de la Eurocopa de 2008. Su recorrido por el Mundial de 2010 fue una auténtica catástrofe. No pasó de la fase de grupos, pues fue el último equipo clasificado del suyo y protagonizó un auténtico escándalo con la rebelión de los futbolistas ante Raymond Domenech, el entonces seleccionador galo.
Laurent Blanc mejoró las prestaciones del equipo en la Eurocopa de 2012, aunque no pasó de los cuartos de final, donde España acabó con la aventura francesa en un partido que el combinado de Del Bosque jugó a una gran altura para ganar por 0-2.
Deschamps puede contar para el encuentro con el extremo Coman, que ha superado unas molestias en el tobillo, así como Evra, recuperado de una dolencia en una mano. Nadie como el propio Evra para capitanear el asalto a las semifinales. Presente con asiduidad en la selección desde la Eurocopa de 2008 y señalado durante el fracaso de 2010, el lateral, que se estrenó con la absoluta en agosto de 2004 ante Bosnia, es el único superviviente de esa Francia que se asomó a las últimas rondas de los torneos. Deschamps, desde su llegada en 2012, ha contado con el lateral de la Juventus.
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