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España deberá ser España

A la Roja le espera un partido muy exigente con una Italia, sin brillo pero con colmillo, que le consentirá la iniciativa y se mantendrá al acecho

La selección española, durante un entrenamiento.
La selección española, durante un entrenamiento.LUIS SEVILLANO
José Sámano

Nada como el fútbol podrá impulsar a España frente a un rival que se lo negará desde el principio hasta el final. La Roja tendrá que ser la Roja en un duelo, todo un clásico, que se presume de lo más exigente. Un choque (Telecinco, 18.00) que requerirá de los españoles tanta pericia como aplomo y consistencia. Por juego y jugadores, España está en un escalón superior, pero Italia sabe cómo procurarse que los rivales pongan los pies en el suelo. Es su mejor virtud, y España ha sido testigo. Desde el podio de Viena, la Roja ha certificado un empate y tres victorias oficiales frente a los italianos, pero dos de los triunfos fueron agónicos, llegaron en ruedas de penaltis de la Eurocopa 2008 y la Confederaciones 2013. En el entorno del equipo español de nuevo se espera un encuentro tan bloqueado como aquellos. El guion es de lo más familiar.

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La selección de Vicente del Bosque, para el que, por voluntad propia, podría suponer su último asiento al frente la Roja, jugará con doce. Italia la concederá con agrado la pelota. Es su treta, se fortalece desde esa aparente debilidad, solo aparente. Por ello, España es consciente de que deberá acarrear con el peso del juego sin permitirse una leve distracción. Cualquier despiste, como algunos episodios ante los checos y, sobre todo ante los croatas, la podría condenar sin remedio. Un inoportuno pestañeo... y zasca.

Nadie sabe mentir como Italia, capaz de ser la nada durante todo un partido y dar una estocada imprevista. Hay quien dijo que la realidad puede ser la escoria de la ilusión. Y eso puede ocurrir contra un equipo del perfil de la Nazionale. No hay selección que se enmascare mejor y encuentre una veta donde no la hay. Se llama instinto e Italia lleva toda la vida en ello, incluso cuando alumbraba jugadores con pie de seda. En estos tiempos no los tiene y los chicos que hay se dedican en exclusiva a la intendencia. La especulación no es forzada, sino una necesidad. La Italia que exprime de Antonio Conte ya tiene coartada. “Lo ordinario no será suficiente, tendremos que hacer algo extraordinario”, dijo el técnico italiano. Por ejemplo, “correr y correr cuando tengamos el balón y cuando no, que para ganarnos España tenga que merecerlo”.

No hay selección como Italia que se enmascare mejor y encuentre una veta donde no la hay

La Roja tendrá que afinar como en los dos primeros partidos de esta Eurocopa. Es hora de saber si fueron dos actuaciones pasajeras, o bien lo fue la cita con Croacia. El equipo salió tocado del último trance, pero no le queda otra que reafirmarse en su patrón de juego. No es hora de improvisar, sino de prestar mayor atención a los matices de cada partido. Llegadas las eliminatorias no basta con un ejercicio de estilo con buen gusto, también es preciso gestionar con tino en cada instante lo que demanden las circunstancias. España no lo hizo ante Modric y compañía. Una cosa puede ser saber jugar y otra saber competir. Ambas cualidades distinguen a los campeones y los españoles defienden dos títulos europeos consecutivos.

No se espera que Del Bosque, que no da pistas, rectifique al equipo que fue titular en la fase de clasificación. Habrán pasado seis días desde el trompicón con los croatas, pero de caerse alguien de la alineación titular quedaría señalado, al menos de puertas afuera. Si Del Bosque interviene no será para poner la cruz a nadie, sino en favor del conjunto. Lo que ha trascendido del entrenador es que le satisfizo su rendimiento ante checos y turcos y su única tacha pública ha sido que se concediera el fatal e innecesario contragolpe de Croacia que mandó a España al lado minado del cuadro.

Prudente, Del Bosque sostuvo que el duelo no se parecerá al de la final de Kiev 2012, con una España arrolladora: “Entonces ellos llegaron muy mermados físicamente y nos beneficiamos”. En su opinión, “no hay grandes diferencias de nivel, pero sí en forma de juego y habrá que tener en cuenta su eficacia”. Frente a un adversario con tanto colmillo, España tendrá que poner el fútbol de su lado. Y los cinco sentidos, si quiere llegar a unos cuartos donde ya espera Alemania.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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