Francisco Palencia se estrena como entrenador de Pumas

Cuando Juan Francisco Palencia se retiró del fútbol con Pumas en noviembre de 2011 lo hizo como hijo adoptado: tenía el cabello largo amarrado con una coleta, uñas pintadas de negro y cada vez que anotaba hacia la mano cornuta en una evidente muestra rockera. Sin embargo, Palencia se forjó como un tenaz delantero en Cruz Azul desde los 16 años, los colores que defendió durante dos periodos (1994-2001 y 2002-2003). No obstante, se convirtió en un referente con el representativo de la UNAM, el que ahora dirigirá por los próximos dos años, si es que los resultados lo respaldan en su primera aventura como director técnico.

Palencia llega a los Pumas tras un amargo trago en la liga mexicana y en la Copa Libertadores bajo el mando de Guillermo Vázquez. En el último campeonato, el clausura 2016, quedaron rezagados de jugar la liguilla con cinco victorias, siete empates y cinco derrotas. Sin embargo, la apuesta era el torneo continental en la que superaron la fase de grupos invictos y líderes. Los auriazules lograron un pase histórico a octavos de final, pero fracasaron con un inspirado Independiente del Valle en ronda de penales y en casa. Juan Francisco Palencia tiene la encomienda de apaciguar la frustración felina.

Como jugador en activo marcó 147 goles en 572 partidos, una baja estadística para un ariete, pero se caracterizó por aferrarse al balón y ceder el balón a sus compañeros. Con Cruz Azul jugó la final de la Copa Libertadores en 2001 contra Boca Juniors y la perdieron en penales, aunque Palencia marcó en tiempo regular y el único que no falló su tiro desde los once pasos. Esa participación le valió para jugar en la liga española con el Espanyol dirigido por Francisco Flores Lajusticia. Tuvo una discreta temporada con seis goles en 28 partidos.

Volvió a México con Cruz Azul por una temporada y luego fue contratado por las Chivas de Guadalajara, jugó un par de temporadas y después jugó con la filial en Estados Unidos en la MLS. En 2007 los Pumas apostaron por El Gatillero –como lo conocen− y se ganó a los hinchas con goles y por su deseo obstinado de ganar. Se coronó en la liga mexicana en el 2009 contra Pachuca y en 2011 contra Monarcas Morelia. En aquella ocasión aún seguía bajo la dirección técnica de Vázquez, el que cinco años después reemplazará. 

Sin advertirlo, un día, después de los entrenamientos, citó a los medios de comunicación para hacer oficial su retiro. No esperó un puesto como auxiliar técnico, ni un partido de despedida, como el que tuvo Cuauhtémoc Blanco en América. Prefirió viajar a España y prepararse como entrenador. Dirigió el Sant Cugat Juvenil A, en Barcelona. En una entrevista en febrero de este año con Milenio dijo que prefiere jugar con un delantero solitario, así como él: “utilizo un 4-2-3-1 como alineación básica, pero depende, de las condiciones del juego; 4-4-2 y 4-3-3, son otras de mis opciones”. En la presentación oficial, Francisco Palencia lucía con el cabello recogido, camisa con corbata y uñas sin esmalte.