Monterrey se clasifica a semifinales después de sufrir contra Tigres

Monterrey se convirtió en el primer clasificado a las semifinales de la Liga MX. El equipo de Antonio Mohamed perdió el partido de vuelta contra su clásico rival y actual campeón, Tigres, por 1-2. Los felinos, que habían empatado la serie a tres goles, sufrieron en el segundo tiempo los graves errores arbitrales y carecieron de ambición para lograr una remontada histórica.

Fue el canterano mexicano de carrera meteórica César Montes quien consiguió el ansiado gol de la tranquilidad para los rayados. Después de que Juninho se fuera expulsado por una falta rigorista marcada por Chacón, el defensa central se encontró con un rebote de Guzmán después de una gran atajada y cerró la serie a favor de su equipo.

Monterrey falló dos penales (ambos polémicos), uno Pabón y otro Funes Mori, uno peor ejecutado que el otro, y sufrió de más en un partido que en la previa dominaba por dos anotaciones, con la ventaja de recibir en casa el partido de vuelta.

El primer tiempo, que inicio a ritmo lento y con ligero dominio local, fue tornándose a favor de Tigres conforme los visitantes tenían más tiempo el balón en sus pies. Un tímido intento del seleccionado francés Gignac, en fuera de juego, fue el anuncio de lo que vendría. Cuando no pasaba nada, un contragolpe de Aquino se transformó en gol de cabeza de Dueñas. El gol tempranero le sirvió a Tigres para terminar de creerse la remontada y alimentar los fantasmas de Monterrey. Los felinos remontaron hace 11 años un 1-3 de visita en el Estadio Azteca contra el entonces favorito América.

Aquino y Álvarez por afuera desquiciaron a la zaga rayada. Nervioso, Monterrey empezó a cometer faltas en tres cuartos de cancha. Tigres insistió con los ataques, que potenciaba con tiros libres y de esquina, hasta que, en una jugada calcada al primer gol, esta vez con protagonistas diferentes (Gignac y Sobis), los visitantes metieron el segundo para empatar el global y quedarse a un gol de la remontada.

Todos los ataques felinos eran peligrosos. El primer tiempo fue una pesadilla para los locales. Confundidos y erráticos, con un público local pasivo en parte por la incapacidad del equipo local de generar peligro, fueron permisivos con los ataques felinos y nunca pudieron resolverlos.

La segunda parte inició como la primera: con ambos equipos estudiándose y sin hacerse daño. Hasta que el árbitro del partido, Francisco Chacón, marcó penal para Monterrey. Una falta inexistente sobre Rogelio Funes Mori, hasta entonces desaparecido en la cancha y en el partido. Mal tirado por Pabón, Guzmán le devolvió la vida a Tigres, pero su equipo no respondió en el terreno de juego. Dejó de atacar. Monterrey ya dominaba las acciones y la pelota. Cargó con el peso del partido y Sánchez, así como Funes Mori, se convirtieron en protagonistas.

Con treinta minutos por jugarse, los felinos intentaron un revulsivo: Jürgen Damm. Posición por posición en el equipo de Ferretti, pero con la intención de que un fresco Damm pueda dañar como Aquino lo hizo en el primer tiempo.

Con Juninho expulsado, con el mismo rigor que en el penal, llegó el gol de Montes que cerró la serie. Desahuciado, el equipo visitante no mostró reacción ante un estadio que empezaba a disfrutar de la clasificación contra el clásico rival.

Las decisiones de Chacón afectaron dramáticamente el curso del partido, pero Tigres  no fue el mismo que en el primer tiempo. Perdido en las protestas contra el juez central, el partido terminó con un penal más a favor de Monterrey (una supuesta mano de Pizarro que en realidad golpeó en la cara del argentino) que Funes Mori se encargó de desperdiciar, al intentar picar la pelota. Guzmán atajó con tranquilidad el remate.

Monterrey, que espera por su rival en semifinales, eliminó por cuarta ocasión consecutiva a Tigres en enfrentamientos de liguilla. No hubo sorpresas: el líder de la fase regular eliminó al octavo.