Exhibición de fuerza de André Greipel

Una caída en la última curva desordenó bastante un sprint que, ya de por sí, era atípico por ser en una calle empedrada con pendiente ascendente. Pero eso no fue un problema para André Greipel que, después de ver cómo su equipo realizó gran parte del trabajo para echar abajo la fuga del día, lanzó la llegada desde lejos y ganó con una ventaja vergonzante para el resto de corredores que intentaron disputar la llegada. 

No era una etapa sencilla para los sprinters, los 233 kilómetros entre Praia a Mare y Benevento fueron duros, de desgaste, transitando por un terreno de continuas subidas y bajadas que hicieron más dura para el pelotón la persecución de los escapados y limaron las fuerzas de los velocistas de cara a los kilómetros finales. Marcel Kittel, hasta ahora el rey de las llegadas masivas, entró en meta cortado por la dureza del circuito urbano final por Benevento.

El equipo de Greipel, el Lotto Soudal, fue el que más empeño puso para atrapar a la fuga del día, que estuvo protagonizada por Daniel Oss (BMC), con caída incluida; Alexander Foliforov (Gazprom), Pavel Brutt (Katusha) y el vasco Amets Txurruka (Orica), que fue el último en ser neutralizado a menos de siete kilómetros para el final.

Los equipos de los velocistas, que tuvieron que acometer una dura aproximación por carreteras estrechas y sinuosas, tuvieron muchas dificultades para controlar la llegada. En los últimos 25 kilómetros, la batalla por la posición de los favoritos y de los sprinters, rodando muy rápido por una zona urbana, provocó enganchones, mucha tensión y un aumento de la velocidad que terminó por diezmar al gran grupo, que llegó desmembrado a una meta en la que se impuso la fuerza de Greipel. El alemán consigue así su primera victoria en esta edición del Giro, una carrera en la que ya había ganado tres etapas.

Todos los hombres importantes de la clasificación general aguantaron el tirón y no hay cambios entre los mejores de carrera. Tom Dumoulin (Giant) sigue líder de cara a la etapa de este jueves, entre Ponte y Roccaraso (157 Km), en la que hay dos puertos de segunda categoría, el segundo en los últimos kilómetros de carrera. Será un buen aperitivo de lo que está por venir y la primera oportunidad para que los que quieran luchar por la general demuestren sus fuerzas.