Márquez: “¿Errores? Este año no será el único”

No se esconde Marc Márquez. Si no ocultó los problemas que tenía su Honda no fue para ahorrarse las críticas, sino porque siempre fue de frente. Y si no fuera porque es un optimista nato, su lectura de la temporada se entendería como bastante pesimista: “En Qatar me fue bien, hice una carrera casi perfecta y acabé tercero; en Argentina, hay que reconocerlo, la carrera acabó siendo un flag to flag y eso me benefició; Austin es mi circuito y gané, vale; pero en Jerez ya me costó bastante (fue tercero) y aquí también”, dijo en referencia al circuito de Le Mans, donde se celebró el gran premio de Francia y él se adjudicó la primera caída en carrera del curso. Pero, avisó, seguro que viene alguna más: “¿Errores? Me parece que este año no será el único. Ojalá no sea yo, pero esta temporada va a ser de adaptarse”, asumió.

Han cambiado los neumáticos y la electrónica y eso está teniendo un efecto en las carreras. En Le Mans hubo ocho caídas. “Esto pasa cuando pierdes mucho en aceleración y quieres recuperarlo en frenada. Hacerlo durante tantas vueltas, en carrera, no es fácil. Lo más importante es que ya sabemos dónde tenemos que mejorar. Confío en Honda”, dijo.

Esto pasa cuando pierdes mucho en aceleración y quieres recuperarlo en frenada. Hacerlo durante tantas vueltas no es fácil Marc Márquez, piloto de Honda

Los trazados europeos, más estrechos, más cortos y angostos, nada que ver con su escenario fetiche, el circuito de las Américas, con terreno para lucir derrapadas, son un martirio para él y para su compañero de equipo, Pedrosa. A la Honda le cuesta mucho acelerar; aunque HRC diseñó un nuevo motor, con un cigüeñal que gira hacia atrás, justo a tiempo para empezar la temporada, el cambio no ha logrado el impacto deseado. “Nos falta aceleración. O aplicar mejor la potencia. Porque en cuarta, quinta y sexta, la moto va. En este circuito se nota más porque hay muchas aceleraciones. En entrenamientos no entiendes por qué no salen los tiempos porque vas detrás de otros pilotos y te parece que vas a tope. En carrera he intentado seguir a las Yamaha satélite al principio y me ha costado porque perdía mucho en las aceleraciones, no podía recuperarlo en la frenada”, explicaba Pedrosa, que terminó cuarto.

Todas las caídas del domingo, como había ocurrido también en Austin, se produjeron por perder el control del neumático delantero. Ni siquiera hubo un solo choque. Pero ninguno culpa a la goma. “Los neumáticos iban bien en entrenamientos y en carrera. Pero cuando se quedan sin agarre, lo pierdes y ni te enteras. No ha pasado nada extraño”, explicaba Dovizioso, que se cayó en Austin y volvió a hacerlo en Le Mans. Y añadió: “Es verdad que están condicionando las carreras, pero es cuestión de que el piloto de adapte a las características gomas. Llevábamos mucho tiempo corriendo con unos neumáticos que se comportaban de forma distinta y ahora tenemos que acostumbrarnos, saber dónde está el límite”.

“De momento, con los Michelin, a diferencia de lo que ocurría con Bridgestone, la sensación es que no tienes la moto controlada al 100%, la moto se mueve mucho más, no es tan estable y es mucho más física. Tienes que estar mucho más concentrado para no cometer errores. Y no es fácil, porque llevábamos muchos años con los mismos neumáticos”. Habla el ganador de la carrera. 10 segundos de ventaja sobre Rossi le avalan.