_
_
_
_
CHAMPIONS LEAGUE | MANCHESTER CITY, 0 - REAL MADRID, 0
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El Madrid dispara al aire

Aunque el empate en Manchester dejó la sensación de que la fiesta no terminaba tan mal, es extraño porque el equipo de Zidane mereció ganar

Hart durante el partido contra el Madrid.Foto: atlas | Vídeo: PAUL ELLIS (AFP) / ATLAS
Manuel Jabois

Un balón botando a pocos metros de la portería, un balón de playa, le cayó a Pepe como le pudo caer encima una vida trasteada por los malos hábitos. La miró con la mirada que Pepe reserva para las grandes ocasiones, aquellas en las que olvida el diván, mientras Hart salía a por ella como un Cristo resignado. Le pegó como se supone que debía pegarle Pepe, con el alma entera, la suya y parte de la de Sergio Ramos. Si le hubiese caído a Cristiano hubiera apuntado con el empeine hacia abajo, de tal forma que el balón pegase un bote o pasase sin papeleo entre las piernas de Hart. El remate de Pepe, que no fue un mal remate, se debió a que tuvo unas décimas de segundo para pensar. Esas décimas que distinguen a los delanteros, que las comprimen hasta obligarse a rematar por instinto, apuntando a lo primero que les sale del cuerpo. Pero Cristiano no estaba.

Más información
Cristiano Ronaldo no juega en Manchester
Modric contra dos pivotes en apuros
Zidane y Bale: “Mantener nuestra portería a cero será motivo de celebración”
El primer viaje del Real Madrid a Manchester

Antes del partido fue visto paseando por el césped como un astronauta por un cementerio. Cavilaba sobre la temporalidad, sobre la muerte, mientras escuchaba con unos cascos extraterrestres las noticias sobre el intento frustrado de tener Gobierno en España. Su cara era de preocupación. La cámara le grabó bajando el pulgar y señalándose; el país se iba a elecciones y a él le dolía la pierna. El Madrid seguía en funciones. Ronaldo Nazario observaba el espectáculo con un gesto de placidez, la misma pachorra con la que marcó tres goles en la misma ciudad, Manchester, y salió ovacionado por un público que era mezcla de admiración y espanto, como cuando matan muy bien a un padre.

Madrid y City hicieron una primera parte triste, un encuentro que siguió el patrón oro de una final de Champions; tanto miedo a recibir un gol como a marcarlo, por si en la celebración alguien se relaja. El Madrid, sobre todo, llenó esos minutos de pases imprecisos y pérdidas alocadas. No lo corrigió en la segunda parte, cuando en el descuento otro pase de plástico mandó a De Bruyne derecho a los 90 minuti y demás parafernalia maldita. Carvajal lo derrumbó como si le hubiese robado el walkman, y esas dos últimas oportunidades, una falta que parecía haber elegido el diablo y un córner, dejaron la sensación de que la fiesta no terminaba tan mal.

Sensación extraña, porque el Madrid mereció ganar. Cuando se aligeró Modric, que empezó a zumbar entre líneas mientras susurraba Hey Jude. Cuando se desencadenó Bale, que dejó dos regates de impresión (regates que fulminan líneas defensivas) y un disparo flamenco que pasó saludando al poste. Sensación extraña porque Casemiro remató un córner con la visera y la sacó con el pie Lorenzo Rico en un cabezazo al suelo. El suelo al que debió apuntar Pepe en su balón de plata, cuando quiso arrancarle el corazón al City en lugar de dispararle a los pies.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario de Pontevedra. Ha trabajado en El Mundo y Onda Cero. Colabora a diario en la Cadena Ser. Su última novela es 'Mirafiori' (2023). En EL PAÍS firma reportajes, crónicas, entrevistas y columnas.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_